Declaran patrimonio cultural paceño al Cementerio Judío

El pleno del Concejo Municipal de La Paz aprobó por unanimidad la ley edil que declara al Cementerio Judío como Patrimonio Histórico y Cultural por constituirse en parte importante de la memoria colectiva de todos los paceños.

La ley municipal precisa, en cinco artículos, declarar como Patrimonio Histórico y Cultural del Municipio de La Paz al Cementerio Judío de propiedad del Círculo Israelita, en ese marco el Ejecutivo edil, en el marco de sus competencias y atribuciones, deberá revalorizar y promocionar el patrimonio.

La concejala y proyectista de la ley Denisse Ostermann precisó que la normativa edil surge a pedido expreso de la comunidad judía residente en nuestra ciudad.

“A través del Circulo Israelita solicitaron la declaratoria de patrimonio cultural al Cementerio Judío ubicado en la zona de Villa San Antonio por su valor simbólico, su representatividad dentro del imaginario colectivo urbano del Municipio y como reconocimiento a la colectividad judía por su aporte al desarrollo económico, social y cultural de la ciudad y de nuestro país”, explicó la autoridad edil.

Para los representantes de la comunidad israelita esta declaratoria que hace el Municipio es un homenaje a todos los residentes y migrantes de origen israelí que por razones externas a su voluntad tuvieron que dejar su tierra.

“Los restos de los migrantes que favorecieron de alguna manera la vida económica política y social de Bolivia están allá (en el Cementerio); entonces son parte de nuestra historia como judíos y como parte de la historia de La Paz, Cochabamba, en todos los lugares de Bolivia que tan amablemente y generosamente nos acogió”, dijo el presidente de la Comunidad Israelita, Benjamín Grossman.

“Estamos muy emocionados. Los judíos que estamos acá siempre hemos sido reconocidos por este país, siempre hemos agradecido a este país que sí acogió a toda esa migración que venía del Holocausto. Como hija de un sobreviviente del Holocausto, boliviana, además paceña, estamos agradecidos con esta declaratoria a la Alcaldía”, precisó Patricia Blankitny, representante de la Comunidad Israelita.

“Pienso que toda esa gente que llegó, incluidos mis papás (ellos están enterrados ahí Cementerio) merecen hoy en día un descanso y cuánto mejor si es un lugar declarado patrimonio”, recordó Jacobo Cukierman, miembro de la Comunidad Israelita.

Historia

El Cementerio Judío (Israelita) se encuentra ubicado en la avenida Esteban Arce esquina calle 25 de Mayo de la zona de San Antonio Bajo, ladera Este de la ciudad. En la parte del ingreso principal de este cementerio se destaca un monumento o memorial conmemorativo construido en el año de 1957, el cual presenta en su parte superior, sobre la cornisa, varias placas escritas en hebreo y castellano con los nombres de las víctimas del Holocausto Judío producido en la Segunda Guerra Mundial con algún grado de parentesco con los judíos que emigraron a Bolivia.

Dentro de sus características particulares se cita como ejemplo la división física existente entre dos sectores, una específica para los vivos y otra para los muertos o de inhumaciones propiamente dicha. Entre estas dos espacios se encuentra una escalinata que los une y comunica, construida con graderías y rampa central denominada “paso del sequito”, cuyo significado es de hacer llano y libre de obstáculo el camino del difunto hacia la eternidad, por sus partes laterales recorre el cortejo que acompaña al difunto; Al inicio de esta escalinata existen lavatorios de manos, empleados para purificación del cuerpo a su ingreso y salida.

Otra característica particular de las tumbas judías es que la cabecera del enterramiento apunta al “Muro de los Lamentos en Jerusalén”, principal emblema de la colectividad judía.

A la fecha este campo santo alberga a unas 960 tumbas consideradas como la memoria colectiva de la comunidad judía asentada en nuestra ciudad. Las placas y lapidas presentan contenidos iconográficos específicos y particulares, sobresaliendo la estrella de seis puntas, más conocida como Estrella de David y el candelabro de siete brazos (menorah) que representaría los arbustos en llamas que vio Moisés en el Monte Sinaí .