Cultura
Conversatorio “América Latina y China”:
¿Cooperación Sur- Sur o Consenso de Beijing?

Martes, 24 Junio, 2014 - 17:01

El desarrollo de la economía, finanzas, militar y la influencia política de la global de la República Popular China, las cadenas globales de valor y las actividades manufactureras que se desplazan hacia América Latina. ¿La cooperación Sur-Sur o ‘Consenso de Beijing’?, será analizado este martes por un economista y sociólogo, en el Museo de Etnografía y Folclore (Musef), La Paz, desde las 19.00.

Ariel M. Slipak, economista y catedrático de la Universidad de Buenos Aires (UBA); María Teresa Zegada, socióloga y docente de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS); y Fernando Rodríguez, exembajador de Bolivia en la República Popular China, efectuarán el conversatorio del incremento del poder económico, financiero y militar de China, y su capacidad para ejercer influencia política global, resulta uno de los fenómenos más notables en un sistema de producción y acumulación en transformación. Un análisis de los vínculos de América Latina con la nación asiática resulta imprescindible para la discusión sobre el modelo de desarrollo en la región, señalan los organizadores.

Agrega que en China se produjeron reformas económicas y políticas que permitieron la consolidación del país asiático, hacia inicios de la segunda década del siglo XXI, como la segunda economía del planeta detrás de Estados Unidos, que se convirtió en el primer prestamista de la Reserva Federal estadounidense, el principal productor mundial de manufacturas y el quinto emisor global de inversión extranjera directa. No es menos importante agregar que las altas tasas de crecimiento económico han ubicado también al país asiático como el primer consumidor global de energía eléctrica y el segundo de petróleo.

En este sentido el “Consenso de Beijing en América Latina” se refiere a la adhesión, a la idea de que el sendero inevitable para el desarrollo de la región es la profundización de estos vínculos con la República Popular China. Vínculos que se presentan como de cooperación entre “países en vías de desarrollo” pero que, detrás de esa retórica, reproducen patrones de subordinación y dependencia característicos de relaciones entre centro y periferia, subraya.

Indica que las relaciones diplomáticas y el intercambio comercial entre América Latina y China no son un fenómeno reciente. Desde la década de 1950, poco después de la proclamación de la República Popular, China desplegó una retórica diplomática basada en los denominados “cinco principios de la coexistencia pacífica”. Estos incluyen el respeto mutuo por la integridad territorial, la no interferencia en asuntos internos de otras naciones y el trato igualitario entre los países cuyas relaciones deben ser de beneficio mutuo. Durante las décadas de 1960 y 1970, China mantuvo fluidos contactos diplomáticos con Estados de la región que fueron otorgando gradualmente su reconocimiento a la República.

En 2008, el gobierno de China publicó el documento conocido como el Libro Blanco de las Políticas de China hacia América Latina. Allí, las autoridades de la República Popular enuncian que sus vínculos con la región deben basarse en relaciones de equidad y cooperación mutuamente beneficiosas. Desde entonces continúan intensificándose las giras de altos dirigentes de China a la región, y creció la cantidad de memorándums de entendimiento y acuerdos de cooperación en materia científica, intercambios culturales y otras áreas firmados entre Beijing y países latinoamericanos.

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