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Artistas de la llajta esperan la masiva respuesta del público a la actividad cultural que, en La Paz, movilizó a más de 250 mil personas de todas las edades. Con algunas variantes en su concepción, una movida similar espera a los paceños en octubre con La Noche Blanca.
La Larga Noche de Museos que el pasado sábado reunió a más de 200 mil personas en La Paz, será reproducida este 23 de mayo en la ciudad de Cochabamba. La movida en la llajta, organizada también por el municipio y administradores de museos, buscará consolidarse como una actividad que forme parte del calendario anual.
Varios artistas cochabambinos que vivieron la efervescencia de la noche sabatina en los 92 espacios, expresaron el deseo de que la capital del valle emane la adrenalina cultural similar a La Paz. “Allá tendremos la tercera larga noche de museos y esperamos que en un par de años logremos movilizar a la impresionante cantidad de gente como en esta ciudad que espera con paciencia ingresar a un recinto cultural o se traslada a altas horas de la noche de un museo a otro y, en el intermedio, disfruta de algún concierto al aire libre”, señaló José Galindo, artista que llegó de Cochabamba para ser parte de la experiencia cultural paceña.
“La Larga Noche de Museos es una actividad validada por la amplia respuesta de la ciudadanía. Este año, muchos artistas estrenaron obras, las galerías montaron nuevas exposiciones y se ofertó un programa artístico de jerarquía en escenarios al aire libre. El balance positivo nos obliga a pensar en el último detalle para la Noche Blanca, evento de características parecidas pero que hace hincapié en conocer lo patrimonial combinada con propuestas contemporáneas. Será en octubre”, señaló el Oficial Mayor de Culturas, Walter Gómez.
De acuerdo a la evaluación hecha por el Director de Promoción Cultural, Andrés Zaratti, se sabe que la noche del sábado 17 muchos de los espacios cerraron sus puertas una hora después de lo acordado. Pasada la una de la madrugada, los museos de la Jaén recibían a los últimos visitantes, lo propio que sucedía con los artistas que realizaban demostraciones a lo largo de El Prado y en el Círculo de la Unión el público pedía que la baladista Jenny Nájera y Tango Sur, continúen actuando.
La cotidianidad paceña del fin de semana se rompió totalmente. Varias galerías decidieron rifar sus obras entre los visitantes, aspecto que convocó a mayor cantidad de público. “Fue, sin duda, una importante oportunidad para visitar los museos, apreciar las obras artísticas, el valor del patrimonio arquitectónico y cultural, las maravillas que tiene la ciudad en materia de patrimonio cultural y por supuesto para disfrutar de nuestros artistas. Estamos muy felices de que nuevamente La Paz haya podido encontrarse con su cultura y su legado”, señaló el Alcalde paceño, Luis Revilla.
Atendiendo el pedido de muchas personas, la Oficialía Mayor de Culturas determinó que este año varios museos, principalmente de la zona sur y el Pipiripi, espacio que registro el ingreso de 3.915 personas desde las 15 horas, adelanten su horario de atención al público.
“La exposición Los bosques y sus tesoros, fue la atracción principal de grandes y chicos. El esfuerzo del personal de armar plantas y animales de papel periódico, resultó simpático y didáctico, los niños se sacaron centenares de fotos abrazando a reptiles, cocodrilos, monos y otras especies. El último nivel de este espacio fue habilitado para la muestra y, a diferencia de otros espacios, la gente no debía entrar por una puerta y salir por otra. El promedio de estancia por persona fue de una hora promedio, fue una convivencia entre artistas que ofrecían dinámicas cada 15 minutos y el público que disfrutó también en la terraza donde estaban instalados telescopios”, señaló Sergio Ríos, responsable del Pipiripi.
Como ha venido ocurriendo en los siete años anteriores, el complejo de museos municipales sacó a luz una parte de su patrimonio que fue admirado por millares de personas que pacientemente hizo fila y esperó varios minutos para ingresar a un recinto.
La marea humana comenzó en la zona norte, siguió por el centro hasta llegar a Sopocachi donde la movida adquiría otras características, es el caso del Museo de Muñecas que extremó esfuerzos para atender a la gente que formó filas desde temprano y a la media noche aún continuaba la espera para otros. Galerías abiertas con mucha gente en su interior, artistas mostrando su trabajo a los transeúntes y el trabajo del personal de los buses Puma Katari, fue otro de los puntos altos de la jornada nocturna; ellos junto a 250 funcionarios del área cultural del municipio atendieron las solicitudes de información sobre la movida cultural.
De acuerdo a información de la Dirección de Promoción Cultural del municipio, 400 efectivos policiales cumplieron la labor de resguardo y apoyo en los recintos y los circuitos más concurridos.
“La gente salió satisfecha tras su recorrido. El personal, entre coordinadores, armadores de escenarios, luminotécnicos, choferes, responsables zonales, puntos de información, encargados de buses, guías de espacios y otros, fue vital para el logro del objetivo. Las cebras cumplieron una tarea muy plausible, las decenas de voluntarios y los responsables de cada espacio que promovieron estrategias de difusión muy valiosas”, señaló por su parte Andrés Zaratti.
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