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La comunidad boliviana llenó de color y música la avenida de Mayo durante la 8° edición del Día de la Integración Cultural Latinoamericana, con decenas de fraternidades que representan distintas regiones del país que desfilaron con danzas, trajes y bandas típicas, al tiempo que un patio de comidas ofrecía las comidas más tradicionales del Altiplano.
"Estamos mostrando nuestra diversidad, hay muchos bailes que representan a cada región (y) aunque estemos alejados de nuestro país, tenemos raíces que nos hacen bailar con sentimiento", dijo a Télam Mireya, bailarina de la fraternidad Tinkus San Simón-Argentina.
El tinkus es una danza de la zona de Potosí y Oruro, y consta de diferentes figuras, para cada una de ellas se confeccionan trajes diferentes "para mostrar el colorido", comentó Mireya.
Detrás de los grupos de bailarines llegaba la banda, con instrumentos de viento -trombones, trompetas y sikus- y percusión -bombos y tambores-.
"Para esta celebración, como cada año, tenemos trajes de cada pueblito de nuestra querida Bolivia, tal cual los usaban nuestros antepasados. Estamos preparando la vestimenta y comenzamos con los ensayos desde marzo, bailamos por devoción, con alegría, para no dejar atrás nuestra cultura, y demostrarla", expresó Omar, músico del bloque Tinkus Minkas de Rafael Castillo.
Las autoridades bolivianas estiman que cada año participan unos diez mil bailarines y músicos organizados en 70 conjuntos folclóricos.
"Nosotros somos de la Morenada Real de Oruro, que es la capital folklórica de Bolivia", dijo a Télam la bailarina Myriam, quien también contó la historia de la Morenada, un baile que nació en Potosí para celebrar la liberación de los esclavos africanos "que trajeron los españoles para trabajar en las minas".
Los trajes de las mujeres de la Morenada Real Oruro son lujosos, en color fucsia, con joyas y bordados muy finos, y "eran usados sólo por las esposas de los reyes, pero cuando llegó la liberación, toda mujer pudo ejercer la belleza, ya sea ancestral, cultural y con la vestimenta", agregó Mariel, del mismo grupo folclórico.
Las distintas fraternidades, de regiones como La Paz, Oruro o Potosí, comenzaban el desfile en Diagonal Norte a la altura del Obelisco, y en la Plaza de Mayo pasaban frente al palco principal y dejaban atrás el Cabildo, para terminar el desfile en avenida de Mayo y Perú, donde un enorme pasacalles daba la bienvenida al "Patio de la gastronomía boliviana".
"Aquí preparamos chicharrón de cerdo, que es de Cochabamba; charquicán, que viene de Oruro; pollo a la broster y salchipapa. Yo soy de La Paz y aprendí a hacer todo esto en mi pago", contó Roxana, quien comenzó a trabajar en gastronomía recorriendo mercados y celebraciones, hace 32 años, al venir a Buenos Aires.
Otro puesto ofrecía "salteñas", empanadas de pollo muy jugosas "con un caldo salado por dentro y una masa dulce, picantes y no picantes", describió Paola, quien también comentó que es parte de grupo de gastronomía boliviana que busca dar a conocer la comida típica de ese país.
De la celebración participó el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, quien dijo a Télam: "Estamos en el desfile que ya es tradición en la Ciudad de Buenos Aires, con esta presencia boliviana en Argentina muy importante que tiene que ver con la gastronomía y el folklore pero también con levantar barreras contra la discriminación y trabajar por la integración".
El funcionario afirmó que "desde el Estado estamos trabajando con el concepto de 'Argentina mosaico de identidades' y esta expresión tiene un valor simbólico muy fuerte, que es entender que la sociedad está compuesta por la riqueza de todas las inmigraciones y comunidades que cohabitan en el país, más de 50".
"Tener este espectáculo donde hay grupos de Córdoba, Santa Fe, Rosario, del Conurbano, con trajes que vienen directamente de Bolivia, realmente engalana la Ciudad y el Gobierno nacional acompaña la movida", reivindicó.
Avruj balanceó que "Argentina avanzó mucho en la integración, y es cierto también, y lo muestran datos estadísticos, que la sociedad argentina padece de discriminación, y los más discriminados todavía son los grupos de países limítrofes: Bolivia, Perú, Paraguay".
"Tiene que ver con el prejuicio, y uno tiene que defender la libertad y dignidad de esta gente de trabajo, de familia, que le aporta muchísimo valor a la sociedad, que se integraron a lo educativo, a lo laboral, por eso están comprometidos con difundir su presencia en Argentina, y Argentina celebrar su integración", concluyó.
Tomado de Telam.
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