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*Valeria Rivera y Horacio Santos
Willy Navarro Quispe (23), estudiante de la Universidad Mayor de San Andrés, cuenta que hace un año, retornaba a su casa en el barrio Pedregal (Zona Sur de La Paz), fue mordido por un perro. Estaba con un grupo de canes, que le ladraban e intentaban también morderlo. Asustado y muy nervioso el joven buscaba piedras a su alrededor sin éxito, pero afortunadamente un vecino los ayudó. Casos como este se dan todos los días en las ciudades de La Paz y El Alto, y en algunos casos con peores consecuencias, sobre todo cuando las víctimas son niños.
La sobrepoblación de perros en estas urbes trae consigo daños a la salud pública que incluso pueden llegar a causar la muerte, tal es el caso de la rabia. Según la alcaldía de La Paz, hasta abril de 2016 se registraron dos casos de rabia en personas que fueron debidamente controlados.
La proliferación de canes se debe a tres factores importantes: el desconocimiento por parte de la población de las leyes y ordenanzas municipales referidas a la tenencia responsable de animales, estos no son difundidos, por ende, ignorados por la ciudadanía; segundo, la falta de sensibilización de los dueños para una tenencia responsable que termina en el abandono y la venta indiscriminada de canes; tercero, escasez de recursos económicos, humanitarios y cooperación por parte de los municipios a campañas educativas incentivadas por asociaciones vinculadas a la protección de animales.
Desde 1994, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cambió el título de perro callejero a “perro de dueño irresponsable”, ya que la gran mayoría de los vagabundos llegan a la vía pública debido a que los propietarios ya no los quieren en sus casas, porque dejan de considerarlos tiernos, o porque no pueden asumir los gastos que implica el cuidado del animal. En algunos casos, los canes llegan a la calle por extravío.
SOBREPOBLACION
Según datos del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GMLP), en la ciudad existen aproximadamente 140.000 canes. Por su parte, estadísticas del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GEMEA) señalan que en esa urbe viven, al menos, 350.000 perros. Estas cifras superan lo recomendado por la OMS.
Héctor Mencias Gutiérrez, jefe de la Unidad de Atención Integral de Animales, ex zoonosis del municipio de La Paz, reconoció que existe una sobrepoblación canina en la ciudad sede de gobierno, pero que la cantidad de perros bajó en los últimos nueve años gracias a programas de tenencia responsable animal, realizado a colegios, universidades y juntas vecinales por parte del municipio paceño.
“Teníamos una sobrepoblación de 210.000 canes hasta la gestión 2007. Con base en varios trabajos logramos reducir hasta 110.000 (perros) aproximadamente hasta la gestión 2012”. Además, recordó que se trabaja en campañas de esterilización y concientización en el tema de la rabia.
Por su parte, Romer Calle Colque, de la Unidad de Zoonosis El Alto manifestó que la proliferación de perros se debe a la migración de familias del área rural. “Específicamente en el área urbana los animales que más tenemos en esta ciudad son los perros y gatos, entendemos que hay una sobrepoblación en el municipio de El Alto”. También mencionó que la institución da más prioridad a posibles transmisiones de enfermedades zoonóticas como la rabia.
Colque dijo que el municipio alteño trata de concientizar, educar y sociabilizar sobre la tenencia responsable de los animales; busca mediante esterilizaciones frenar la reproducción indiscriminadamente de los perros y gatos; además de hacer un control en la comercialización de las mascotas.
Asimismo, mencionó que la sobrepoblación canina trae consecuencias dañinas para las personas. “Uno, el riego en la transmisión de enfermedades, dos la contaminación ambiental, tres los accidentes de mordedura, porque un 80 % de estos perros teniendo dueño están en las calles”, apuntó Colque.
El jefe de la Unidad de Atención Integral de Animales del municipio paceño sostuvo que la mayor dificultad de control y educación se tiene en las zonas periféricas. Dijo además que las personas del área rural que vienen a radicar a la ciudad llevan consigo usos y costumbres de su pueblo. “Se traen sus perros, sus chanchos y sus animales que puedan”, expresó.
“En el centro (de la ciudad) ha empezado a disminuir en gran cantidad los canes ya que todo se está volviendo departamentos (edificios). Entonces por la misma comodidad de las familias ya no pueden tener perros. No porque nosotros les exijamos sino porque el medio ambiente de su familia se ve contaminada con la presencia de perros”, argumentó Mencias.
Asimismo, Mencias aseguró que Obrajes es una de las zonas donde registró un descenso considerable de canes. “Si tenía 1000 perros hace cinco años ahora ya debe tener unos 400 o 300, porque se ha vuelto una zona comercial. ¿Dónde notamos eso? En que sobran vacunas que se programan para esa zona y sobran un gran número de vacunas que antes se usaban”, detalló.
En otro tema, Romer Colque explicó que la ciudad de El Alto cuenta con las ordenanzas municipales 164 / 2006 y 172 / 2007, estas señalan que el propietario que saque a “pasear” a su mascota debe levantar sus heces.
“Tendríamos que tener un funcionario de zoonosis en cada barrio para que podamos controlarla y sancionarla. Muy pocas personas les sacan con correa a sus perros, todos los perros generalmente salen sin correa, la ordenanza indica que está prohibido. Es muy difícil hacer cumplir”, lamentó. Al mismo tiempo, dijo que la única solución para que esta ordenanza se cumpla es que debería existir “una fuerte educación” hacia las personas.
Por su parte, el municipio paceño cuenta con la ordenanza municipal 511/2005 que en su Artículo 43 señala lo siguiente: “Los propietarios están en la obligación de recoger las heces de sus mascotas y depositarlas en basureros portando implementos necesarios”.
“Hay la norma pero no las estamos haciendo cumplir. Ya tenemos en la plaza Abaroa nuestros basureros especialmente para eso, pero ya nos ha rebasado ese problema debido a que somos menos funcionarios. Hemos ido edificio por edificio alrededor de la plaza Abaroa para hacerles conocer que existen estos basureros. También hemos aplicado en la plaza Villarroel, pero como están haciendo el teleférico, nos han destruido todos nuestros basureros”, argumentó Héctor Mencias.
Además indicó que el problema más grande para controlar esta situación, es la falta de recursos humanos, financieros, difusión de las ordenanzas municipales y leyes nacionales. “Nuestro personal ha bajado en un 50 por ciento. Somos unas 10 a 12 personas que estamos en el municipio de La Paz. Tenemos muchas limitantes. Ley 553, también indica que nadie puede contaminar las zonas. Así que los vecinos ya saben. Como decía, en el centro ha disminuido el problema no se lo ha controlado definitivamente pero está yendo en proceso de control”, aseveró.
Aproximadamente, la ciudad de La Paz se produce 70 toneladas al día de heces fecales canina. Estos desechos tienen quistes y vuelan con el viento. “Si usted está tomando un helado en El Prado puede estar contaminado con el polvo que viene del El Alto o que se levanta en La Paz”, manifestó Mencias.
Según el médico Casto Hugo Navia en la ciudad de La Paz no existen casos reportados sobre enfermedades parasitarias. “No hay enfermedades en el ámbito urbano reportados por contacto con heces de perros”, sostuvo. Un informe del periódico La Patria de Oruro señaló que en el año 2013 municipio de Tupiza presentó 52 casos hidatidosis.
VENTA INDISCRIMINADA
La investigación comprobó que existe una venta indiscriminada y sin control de animales en la red social Facebook. Reynaldo Meneces Quijarro, Director Ejecutivo de la asociación Defendiendo Animales Concientizando Humanos (DACH), señaló que regular la venta de canes por las redes sociales es imposible, ya que no existe una norma que lo prohíba.
“En las redes se está promocionando mucho lo que es la compra y venta de animales que justamente el problema es que todavía se ve a los animales como una cosa. Puedes escoger color, tamaño. Por tanto, insensibiliza a la gente para con los animales”, sustentó.
Asimismo, declaró que la forma en que su institución busca frenar la compra y venta de animales a través de la adopción. “Se procura que las familias, las personas opten por una adopción responsable. En la cual, las instituciones como DACH Bolivia va a procurar dar un animal sano y esterilizado que es una de las alternativas que se usa para controlar la superpoblación”, remarcó.
Doña Roxana (35), ama de casa y madre de cinco hijos declaró que vende canes de raza pastor alemán en la zona de San Jorge y El Prado paceño. “Me dediqué a este negocio porque las necesidades económicas en mi casa eran fuertes. Soy madre soltera. Te puedo contar que hace aproximadamente siete año atrás tenía una perrita de raza pastor alemán, no era de raza pura por eso me costó Bs.150. Justo por esos años tuve aprietos económicos y decidí vender las crías de mi perro que hice cruzar con un macho pastor alemán. Me fue bien en la venta. La primera camada vendí a Bs.150 a 200 por perros. Gané esa vez Bs.1000 aproximadamente, porque eran seis cachorros”.
Asimismo, la señora dijo que hoy en día aún vende cachorros. La mayoría de sus compradores son personas adineradas que hasta incluso le llegaron a pagar Bs. 3000. “La gente con dinero busca perros de raza, pero piden que tenga ‘pedigree’, cosa que mi perrita no tiene. Pero al ver al cachorro rápido se enamoran”, argumentó.
TOMADO DE CALLE 2 DIGITAL/UCB LA PAZ
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