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El año 2002, cuando se jugaba la Copa del Mundo en Japón y Corea, Sergio Apaza dejó una frase lapidaría para el futbol nacional: “tácticamente estamos atrasados 20 años”.
José Fernandes Filho, doctor en preparación física, catedrático de la Universidad de Rio de Janeiro en fisiología del esfuerzo, fue claro al explicar en una clínica cumplida en La Paz, hace ya dos años, que desde el punto de vista físico hay otros 20 años de diferencia en relación con el fútbol de élite.
Hay otros aspectos que hacen a las falencias del fútbol nacional, pero está a ojos vista que las dos citadas líneas arriba son las más preponderantes.
Cuando los jugadores bolivianos tuvieron resto físico hicieron un partido sobresaliente, como el caso del primer tiempo contra Ecuador, además del empate contra México que alcanzó para lograr el pase a cuartos de final.
Cuando Soria cambió el sistema trabajado por tres semanas del 1-4-2-3-1, al 1-3-5-2, los jugadores terminaron confundidos con el resultado conocido de la goleada en contra, endosada por Chile por cinco a uno.
La suma de falencias tácticas y físicas terminó por mostrar hasta dónde se puede llegar a la hora de la competencia internacional.
Víctor Barrientos se había preguntado si los jugadores nacionales estaban en condiciones de hacer presión alta: el tiempo le dio la respuesta.
“Esto es algo que se debe trabajar con muchachos de 17 años, que están en condiciones de recibir una formación adecuada y no con jugadores formados que caminan la cancha desde lo físico y lo táctico”, apuntaba el entrenador de San José, antes de comenzar la Copa América.
Consultados algunos psicólogos acerca de lo que pasó con la Selección, manifestaron que tocaron techo muy rápidamente y eso fue un error.
Pusieron como ejemplo el triunfo contra Ecuador, cuando en el camarín los jugadores, el cuerpo técnico y varios dirigentes gritaron el “calladitos, carajo”, como si se hubiera logrado el título.
Los profesionales aseguraron también que los cambios de criterio y de forma de juego que propuso Soria terminaron por confundir a los jugadores, como quedó demostrado en el cotejo contra Perú.
Con todo y eso, hubo futbolistas como el caso de Raldes, Smedberg, Predriel y Martins, que forman la base del equipo que disputará las eliminatorias del mundial que arrancarán en octubre, que sobresalieron y dejaron su sello, sin embargo, está claro también, que ello no es suficiente.
Soria ha mencionado que en las eliminatorias Bolivia no perderá puntos y que luchará la clasificación, es un buen mensaje; sin embargo, la idea inicial era el cambio integral del fútbol boliviano, como había dicho el propio entrenador nacional.
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