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La justicia boliviana no sólo es ciega, sorda y muda, será por ello que los casos de periodistas asesinados o desaparecidos no fueron resueltos en su totalidad y es probable que nunca se aclaren.
Hanalí Huaycho perdió la vida después de haber presentado más de 11 denuncias de violencia que jamás fueron atendidas, hubo negación de acceso a la justicia por parte de las autoridades que tomaron el caso como un asunto privado.
Caso Hanalí Huaycho
Muchos han olvidado el cruel feminicidio de la periodista Hanali Huaycho cometido por su esposo Jorge Clavijo un ex -policía, que le asestó 15 puñaladas y terminó con su vida.
Hanalí dejó un hijo en la orfandad y una madre desamparada. A pesar de este cruel asesinato, la familia y el abogado aseguran que el culpable no está en el más allá como se asegura, sino en el más acá, gozando de privilegios y protección
Si el feminicida está libre el caso no puede ser cerrado, mientras tanto la familia Huaycho sigue peregrinando por justicia, pero sin resultados.
Caso hermanos Peñasco
El 25 de febrero de 2012 los hermanos Verónica y Víctor Hugo Peñasco fueron cruelmente asesinados en la zona Franz Tamayo de El Alto.
Verónica Peñasco ejercía las funciones de jefa de prensa de Radio San Gabriel y conducía un programa en español y aymara en Bolivia TV, mientras que su hermano trabajaba en la emisora privada Pachaqamasa.
Después de un año de ir y venir, el ministerio de Gobierno capturó a cinco cogoteros, miembros de una banda, que supuestamente cometieron los asesinatos.
Eloy Tito Uruchi logró escapar y aún sigue prófugo, a pesar de ello el caso fue cerrado; pero ese cierre no implica que el caso haya sido resuelto. Los asesinos guardan detención en la cárcel, pero no tienen sentencia.
Caso David Niño de Guzmán
David Niño de Guzmán ocupaba las funciones de Jefe de Prensa de la Agencia de Noticias Fides (ANF), culminado un turno en la Agencia, inexplicablemente desapareció un martes 19 de abril a las 21.30 de la noche.
Posteriormente y tras dos días de búsqueda Niño de Guzmán fue encontrado muerto al final de la avenida Zabaleta en La Paz, por una explosión de una carga de dinamita colocada en la región abdominal.
El informe policial señala que la muerte sucedió en circunstancias confusas.
El Presidente solicitó una exhaustiva investigación, instrucción que no fue cumplida por las autoridades.
Sus colegas de trabajo aseguran que no se trató de un suicidio, figura jurídica que utilizaron las autoridades para cerrar el caso, pero no esclarecerlo.
Caso Christian Mariscal
Respecto a la desaparición del periodista tarijeño Christian Mariscal nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que sucedió .
Desapareció y lo hizo junto a su automóvil, que hace una semana inexplicablemente apareció en Santa Cruz, debido a que una cámara identificó la placa del vehículo, en el preciso momento en que cargaba gasolina en un surtidor.
La familia sigue exigiendo justicia, pero el caso no avanza, hay negligencia por parte de las autoridades y la propia policía.
Si los casos de periodistas asesinados o desaparecidos que fueron difundidos ampliamente por los medios no logran resolverse, habrá que imaginar el vía crucis que viven cientos de familias bolivianas que sufren el mismo drama y tampoco encuentran justicia.
Encarcelar a los culpables no es la mejor manera de hacer justicia, esta violación a un derecho fundamental como es la vida, debiera tener otro tratamiento y otras sanciones.
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