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Marilín Triantáfilo, considerada una de las mejores jugadoras de la historia del voleibol nacional , manifestó que las mejores décadas de este deporte en el país fueron de los años setenta y ochenta, cuando el nivel de juego era elevado.
La actual entrenadora de San Martín de Cochabamba, uno de los dos mejores equipos del certamen, tuvo una amplia charla con Roberto Frías, exitoso entrenador boliviano, acerca de lo que se vio en esta semana en el torneo que se cumple en La Paz, además de recordar épocas pasadas.
“Las mejores épocas del voleibol nacional tienen que ver con una generación de voleibolistas que querían llegar lejos, y en su momento alcanzó a estar entre los cuatro mejores equipos del área sudamericana”, dijo Triantáfilo.
Para Frías, todo tuvo que ver con la llegada al país de entrenadores de nacionalidad china, yugoslava y rusa, que le dieron el toque final al talento nato que las jugadoras mostraban.
“Por lo tanto, la técnica fue mejorada en más del doscientos por ciento, lo que representó un avance cualitativo y cuantitativo del vóley en Bolivia”, manifestó Frías.
Para el entrenador, Triantáfilo representó una de las más sobresalientes jugadoras de una generación que difícilmente podrá repetirse en el medio, ya a que a sus 15 años estaba en un nivel superlativo para el país.
“Hasta la fecha, y ya van cuarenta años de estar metido en el voleibol, no he vuelto a ver otra jugadora de esa calidad técnica”, remarcó Frías.
La entrenadora coincidió con Frías y aseguró que por esos años sólo faltó un poco de suerte para conseguir logros importantes para el país, como títulos internacionales.
Consultada acerca de si es mejor estar en el campo de juego que en la banca como dt, Triantáfilo aseveró que en todo caso es mejor ser jugadora, ya que ser responsable de un equipo tiene sus bemoles.
“Estoy entrenando a un equipo de varones y es muy difícil. Lo hago porque están mis hijos y otros parientes y porque llevo el vóley en la sangre”, apuntó la entrenadora.
Marilín Triantáfilo marcó una época en el voleibol nacional y quienes la recuerdan saben que lo suyo fue extraordinario y que su juego estaba para ser tomado en cuenta en cualquier parte del orbe.
De ahí que todos quienes la vieron jugar y han asistido al coliseo cerrado esta semana, se acuerden de aquel enorme salto que era capaz de dar y matar con la exquisita técnica de quien nació para jugar el deporte de la red.
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