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La indignación se apoderó ayer de los colombianos tras confirmarse que el bus que se incendió el domingo en la localidad de Fundación, que dejó 32 niños muertos, circulaba ilegalmente, en tanto se fortalece la hipótesis de habría habido imprudencia del conductor.
El chofer del bus, cuya identidad no fue divulgada, carecía de licencia de conducción y transportaba además un total de 52 menores, lo que superó el cupo permitido para ese vehículo.
"La comunidad está de luto. Tenemos 32 niños que resultaron carbonizados. Son 32 niños muertos, y otros 20 que fueron remitidos a hospitales”, informó Luz Stella Durán, alcaldesa de Fundación, la localidad donde sucedió el accidente de bus.
Los menores habían asistido a un servicio religioso dominical e iban de vuelta a sus casas cuando se desató el incendio. (AFP)
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