Vendedores cambian y suben precios para evitar la factura

Gran parte de los vendedores y vendedoras de las calles Uyustus y Eloy Salmón, de la ciudad de La Paz, ofrecen sus productos en un precio y cuando el comprador pide factura le suben el monto. Esta situación disuade al cliente y automáticamente evita la facturación y el posterior pago de impuestos al Estado. 

“Si quieres (el celular) con factura te doy también pero es más, es 1.035 bolivianos, y sin factura es 870 bolivianos”, señaló un comerciante de la Uyustus.

“Este televisor sale a 490 dólares, con factura te sale a 650 dólares”, indicó otros vendedor de la calle Eloy Salmón.

“Esta (cámara fotográfica) Nikon sale a 4.040 bolivianos, con factura te sale a 4.500 bolivianos”, señaló un tercer comerciante.

Esta es una estrategia de venta conocida y muy usada desde hace muchos años por los comerciantes de este rubro. Según la versión de una de las vendedoras del lugar, los negocios están dispuestos a emitir factura, pero es el cliente quien no quiere. 

“No quieren factura, me lo rompen o lo dejan, no me sirve de nada me dicen, yo exijo darles factura pero la gente no está acostumbrada, deje, deje, me dicen, la gente lo bota la factura y a nosotros nos obliga Impuestos a dar factura”, manifestó.

La presidenta de la Asociación de Importadores y Comerciantes Cuenta Propia, Mercedes Quisbert, dijo que sus afiliados no emiten factura por la venta de distintos artefactos porque “ahuyenta” a los potenciales compradores.

“Nosotros ofrecemos con factura y no vendemos absolutamente nada porque afuera le están ofreciendo un producto más barato y sin factura, entonces al cliente no le interesa la factura, varios negocios tenemos ya precios con factura y al cliente no le interesa, por eso este año ha sido muy flaco para los comerciantes  porque las ventas han bajado en un cien por ciento”, apuntó.

La representante agregó que esta situación se da porque en el país no existe una cultura tributaria. Indicó que de cada 20 clientes que compran, sólo uno les pide factura.

“A la gente no le interesa el tema de la factura, la gente busca los más barato y si encuentra en la calle algún producto prefieren comprar de la calle, la factura no les interesa. De 20 personas solo a uno le interesa la factura”, dijo.

Proyectó que de continuar los operativos de Impuestos Nacionales contra sus afiliados por la entrega de facturas, se verán obligados a despedir a todos sus empleados. 

“Nosotros quisiéramos ponernos de acuerdo con Impuestos Nacionales, cómo se va a trabajar, pero a estas alturas tampoco nos pueden clausurar porque si nos clausuran nosotros vamos a tener que despedir a nuestros empleados, vamos a tener que cerrar negocios o vender directamente en la calle porque los alquileres tanto en la Uyustus como en la Eloy Salmón son muy altos. Nosotros al gobierno no le pedimos salud, no le pedimos sueldo, no le pedimos trabajo, lo único que le pedimos es que nos dejen trabajar”, puntualizó.