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China envió aviones de combate a la zona aérea que se adjudicó recientemente —disputada con Japón—sobre el Mar Oriental de China el jueves, el mismo día en que el ejército de Japón insistió en que no detendrá sus patrullajes en el área por la declaración de Beijing.
La Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación voló aviones de guerra, incluyendo aeronaves Su-30 y J-11, en su “zona de identificación aérea”, dijo el vocero de la Fuerza Aérea Shen Jinke. Un sistema de radar aéreo KJ-2000 también fue utilizado.
El Su-30, de fabricación rusa, es un avión de dos asientos descrito por su fabricante como “un avión de combate muy maniobrable” capaz de atacar objetivos en tierra y mar. El J-11, chino, es un avión de combate de un asiento capaz de ataques a objetivos en tierra.
Los aviones realizaron “patrullas aéreas de rutina... buscando fortalecer el monitoreo en objetivos en el aire y cumplir la histórica misión de la fuerza aérea”, dijo Shen Jinke en un comunicado publicado en la página web del Ministerio de Defensa de China.
Jinke describió la misión como una “medida de defensa, en línea con las prácticas internacionales”. El ejército chino ha estado en “máxima alerta”, agregó, y está preparado para actuar en respuesta a “diferentes amenazas aéreas para asegurar firmemente la seguridad de la defensa aérea”.
Las consecuencias de la última incursión china sobre su controvertida recién creada zona serán determinadas el viernes. Pero, algunas de las acciones previas de Beijing —incluyendo la declaración misma— se han encontrado con fuerte resistencia de Japón y de su aliado, Estados Unidos.
La Fuerza de Auto Defensa de Japón ha estado utilizando barcos y aviones para patrullar y llevar a cabo vigilancia en el Mar Oriental de China desde antes de que China declarara una nueva zona de defensa aérea en buena parte de la región marítima, dijo a periodistas este jueves el secretario jefe del Gabinete, Yoshihide Suga.
“No tenemos ninguna intención de cambiar esta operación como una consideración con China”, dijo Suga. “En cualquier caso, vamos a continuar con la operación de vigilancia/patrullaje con la firme determinación de proteger nuestro territorio contra el intento unilateral de China de cambiar el status quo por la fuerza”.
Y Japón no está solo en la desobediencia a China. Después de que Beijing trastornó la región al declarar la nueva zona de defensa aérea, dos bombarderos estadoundienses B-52 desarmados volaron sobre el área como parte de un ejercicio militar planeado, de acuerdo con el Departamento de Estado.
Las aeronaves con bandera de EU ignoraron las nuevas demandas de China de que los aviones que vuelan por la zona se identifiquen y presenten planes de vuelo a las autoridades chinas, a pesar de las advertencias de Beijing de que podrían tomar medidas militares contra los aviones que no cumplan.
La delicada situación es una prueba de cómo el enfoque cada vez más firme de China de ir más allá de sus fronteras jugará en contra de la promesa del gobierno de Estados Unidos de centrarse más en Asia y respetar los compromisos de sus aliados.
“China está ocupada en el diseño e implementación de una política exterior más audaz a la luz de una reducción de presencia de Estados Unidos planeada”, escribió Stephanie Kleine-Ahlbrandt, directora de los programas de Asia en el Instituto para la Paz estadounidense, en un comentario para CNN.com esta semana.
La declaración de zona aérea adjudicada por China es un claro ejemplo del nuevo enfoque de su presidente, Xi Jinping, quien ha estado en el poder desde hace un año, según Kleine-Ahlbrandt.
“A diferencia de sus predecesores, Xi está haciendo política exterior con la mentalidad de un gran poder, poniendo a prueba cada vez más los compromisos de Estados Unidos con sus aliados en la región y aprovechando las oportunidades para cambiar el status quo”, dijo.
Pero por el momento, el gobierno estadounidense está poniendo su pie en el Mar Oriental de China.
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