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La Fiscalía de Ecuador acusó el miércoles de genocidio a seis indígenas amazónicos que habrían participado en una matanza contra un clan rival en aislamiento voluntario, en un hecho en el que además dos niñas fueron secuestradas.
El fiscal general, Galo Chiriboga, asistió a la audiencia de formulación de cargos por el presunto delito de genocidio, cumplida en la ciudad amazónica de El Coca (este de Quito), indicó la fiscalía.
Agregó que un juez penal de la provincia amazónica de Orellana (cuya capital es El Coca) dictó prisión preventiva contra los seis procesados, en una querella en la que también están involucradas otras nueve personas.
Los seis aborígenes fueron capturados el martes, durante un rescate policial de una de las niñas indígenas nómadas raptadas en abril, tras la matanza en un sitio selvático con el que las autoridades no han dado.
"Hemos concluido la indagación, vamos a formular cargos y tenemos seis personas presuntamente responsables de estos hechos", dijo previamente Chiriboga al canal Gama TV.
Una fuerza de élite de la Policía se internó en lo profundo de la selva para liberar a la menor taromenane -una tribu en aislamiento voluntario- que estaba en poder de indígenas huaorani.
Los efectivos descendieron desde helicópteros en una apartada zona del Parque Nacional Yasuní, una reserva de casi un millón de hectáreas ubicada al este de Quito, y recuperaron a la niña de 7 años y capturaron a seis nativos.
Las dos menores habían sido llevadas en abril por los huaorani tras un enfrentamiento con sus enemigos taromenane que al parecer dejó una veintena de muertos, según versiones de las comunidades nativas y de un sacerdote capuchino que trabaja en la zona.
Por "trabajos de investigación e inteligencia, teníamos evidencia de que (los huaorani) iban a ser atacados nuevamente y por lo tanto (...) decidimos hacer un operativo para sacar" a la niña del área, manifestó Chiriboga.
La menor rescatada quedó bajo custodia de las autoridades.
Los huaorani cobraron venganza tras la muerte de dos ancianos a manos de los taromenane. Otra menor taromenane, de tres años, continúa en poder de sus raptores.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) expresó su preocupación por las represalias que puedan tomar los huaorani tras la incursión policial.
"Estamos esperando recabar más información para fijar una posición sobre este operativo, pero siempre hay el riesgo de una reacción huaorani", una comunidad conocida por sus prácticas guerreras, señaló a la AFP Humberto Cholango, presidente de la Conaie. (AFP)
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