AUTOTRANSPORTE

UNA FORMA DE QUITAR UNA PIEDRA EN EL ZAPATO

Victor Hugo Maidana

El auto transporte de pasajeros de la ciudad de La Paz adolece de una notoria ausencia de calidad de servicios, se debate dentro de una dinámica poco menos que caótica y se resiste a ordenarse.  
Considerando una evolución descriptiva de pocas palabras, situada entre el siglo XX y comienzos del XXI, el autotransporte de pasajeros en la ciudad de La Paz recorre una línea de tiempo que parte de la epoca de los colectivos o buses, pasando por los micros o microbuses, los minibuses o minivans y llegando a los carris, - movilidades más pequeñas que los minivans-
Algo parecido sucede con los taxis, partieron de las clásicas movilidades con el letrerito encima del capo, para llegar a los trufis de las banderitas multicolores que identifican a este servicio que va de un extremo a otro en la ciudad.
Últimamente también se están poniendo en circulación tibiamente los famosos, “toritos”, que son motocicletas con cabinas hechas artesanalmente para que cumplan funciones de taxis, las cuales están ingresando de poco a ciertas rutas. (En algunas zonas de la ciudad del Alto y principalmente Achacachi – prov. Omasuyos de La Paz - son vehículos que tienen libre circulación).
Está claro que a medida que pasa el tiempo, se necesitan más servicios de transporte masivo de pasajeros en la ciudad, la ciudad crece, la población aumenta y las necesidades de transporte urbano también, lo que significa que en el fondo existe un crecimiento rápido en todos los ámbitos de la vida de una ciudad.
El mayor de los problemas de estos servicios es la calidad de sus prestaciones, los vehículos en su mayoría son incomodos, sucios, hay trame ajes, quintos pasajeros, que a la ciudadanía le desagrada, pero no le queda otra que aguantar, porque no hay alternativas para que se movilice en sus actividades
Por cierto este problema no es nuevo, lamentablemente año que pasa en lugar de mejorar desmejora el servicio, las antiguas generaciones de choferes parecen haber pasado sus malas costumbres a las nuevas y así se camina en una especie de círculo, llegando y partiendo del mismo sitio.
Frente a esta realidad, las autoridades municipales han tratado de poner cierto orden, como quien diría el cascabel al gato, ante la evidente falta de calidad de este servicio, pero está visto que es muy difícil la tarea.
Desde el tiempo de los tranvías, para llegar al de EMTA, Empresa Municipal de Transportes, la idea de mejorar la falta de calidad desde la visión del estado, lamentablemente ha fracasado, el transporte de pasajeros por la ciudad  sobre por rieles ha desaparecido y  lo mismo ha sucedido con los buses EMTA.
Si se trata de ver quien gano y quien perdió, ahí está el resultado, es por demás elocuente y sin mayores explicaciones; el actual sistema de transporte de pasajeros, con minibuses, micros, buses y demás ramas anexas sindicalizadas, ha vencido.
Los choferes hacen lo que quieren, al extremo de que cuando hacen paros, bloquean la ciudad con sus vehículos, se dedican a jugar a la pelota en las calles, chicoteando a sus compañeros de gremio que no acatan sus huelgas y a romper vidrios de los autos que se les acercan.
El día del paro es el del jolgorio para ellos, muchos disfrutan de los goles, al sabor de los choripanes, parrilladas, platitos de comidas y helados, que ofrecen a su alrededor, las y los vivanderos que acompañan a estas movilizaciones, mientras a su alrededor miles de personas tienen que trotar por las calles para cumplir con sus obligaciones, sin saber a quién quejarse.  
Últimamente las autoridades municipales intentan poner orden en el desorden, quizás la metodología que emplean de repente no es la más aconsejable, sin embargo a sabiendas que esta apreciación puede ser discutible, no deja de ser un buen intento para poner orden en el desorden y encontrar la tan anhelada calidad de este servicio público.
Conseguir calidad parece una quimera difícil de ser realidad, “los choferes”, parece que tienen la suerte del gato, “siempre caen parados” y no les falta argumentos para hacerse las víctimas.
Sin duda buscar la calidad del servicio público de pasajeros es un problema serio y difícil de resolver, pero esa dificultad no significa que se debe perder el principio de la autoridad, aunque se sepa que el tronco viejo es difícil de en rectar, porque “árbol chueco no se endereza”, hay que seguir intentando ordenar el panorama para conseguir calidad del servicio con derechos, pero también con obligaciones, para choferes y pasajeros.
No obstante de lo dicho, en los pesos y contrapesos, parece haberse encontrado la fórmula de solución con la puesta en marcha de un par de interesantes proyectos, como son los TELEFERICOS Y LOS BUSES PUMA CATARI, los cuales sí es que siguen como van, podrían lograr equilibrar el problema y transformar definitivamente la costumbre del transporte de pasajeros en la ciudad, exhibiendo una alternativa eficiente, como lo están haciendo.
Los buses PUMA CATARI y LOS TELEFERICOS, son hasta ahora las mejores y exitosas propuestas, para frenar el desorden y los abusos provocados por los choferes, lo importante será que tengan consistencia en el tiempo y que no tarden demasiado en sus implementaciones, eso es que se pongan rápidamente más buses, con el sistema de compras por excepción del estado y que las líneas y estaciones de nuevas conexiones del teleférico no tarden demasiado en sus instalaciones y construcciones.
Los Teleféricos, son rápidos dentro de sus tiempos, tienen estaciones limpias, seguras y buen trato al usuario, es bueno destacarlo.
Los buses Puma, por su parte, se han convertido en un patrimonio paceño, llegan puntual a sus paradas, recogen y despiden a sus pasajeros en áreas delimitadas, sus funcionarios y conductores, están aseados, se nota su buena organización.
Hasta Ahora Pumas y Teleféricos, demuestran que son la respuesta al problema de la falta calidad del servicio masivo de transporte de pasajeros, habrá que tomar en cuenta esta situación porque de lo que se trata de ofrecerle al pasajero o usuario una buena alternativa a la que tiene a la mano.
La problemática del transporte urbano de pasajeros parece haber encontrado la ruta de la solución con transporte masivo estatal o municipal, buses pumas y teleféricos, si esta alternativa funciona o se consolida más pronto que rápido que tarde, podría ser la respuesta a los grandes problemas del transporte de pasajeros en la ciudad para superarlo en definitiva, lo que podría significar en los hechos una forma de quitar: “Una piedra en el zapato”.
GRACIAS Y HASTA UNA PROXIMA OPORTUNIDAD CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL.

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ES UN SERVICIO PÚBLICO Y NO UN NEGOCIO

Marcelo Arce Rivero

El conflicto que están viviendolas ciudades de La Paz y El Alto con los transportistas o, mejor dicho, empresarios privados del transporte público, obliga a la población a meditar sobre el problema y buscar soluciones radicales y definitivas.

Pero antes tenemos que reconocer que nadie, absolutamente nadie ni ningún sector de la sociedad pueden estar por encima de ella o imponerle sus condiciones, caprichos o ventajas, es decir, que los intereses de la colectividad son los que deben primar en una sociedad medianamente organizada.

Además hay que convenir que el transporte es un servicio social y público y, no simplemente un negocio, muy rentable, por cierto.

Podemos definir el servicio público como la actividad desarrollada por una persona o grupos de personas destinado a satisfacer una necesidad social determinada, o sea, no es un negocio o por lo menos, en su ejercicio debe primar el concepto de atender una demanda social que bien puede ser remunerada, pero sin perder su naturaleza y esencia de servicio.

Entonces, estos empresarios, los hay grandes, medianos y pequeños, no pueden imponer un incremento en las tarifas de manera unilateral y sin el consenso social, además olvidando que el problema de los costos tiene otras variables que deben ser tomadas en cuenta de forma simultánea a la hora de definir pretendidos incrementos en los pasajes.

Como es un servicio, los micreros, minibuseros, taxistas y todos los choferestienen que garantizar a la población algunos aspectos inherentes a su función y a su retribución como: calidad, puntualidad, constancia, higiene, respeto, buen trato, un poco de educación y urbanismo,esdecir, que tienen que atender a los usuarios y no verlos como los sujetos a los que hay que esquilmar para enriquecerse.

También hay que recordar que el servicio que prestan los empresarios privados del transporte está relacionado con su instrumento de trabajo, cualquier la clase de vehículo que conduzcan,  por lo que éste debe reunir algunas mínimas condiciones como que: no pueden ser adaptados para cobijar a un número mayor de pasajerosque los concebidos por los fabricantes, que deben respetar el medio ambiente y las determinaciones emitidas por los gobiernos nacional, departamentales y locales.

Vamos por partes. La puntualidad. En los 80s eran los propios sindicatos, acompañados por agentes de Tránsito, los que controlaban el tiempo que usaban los conductores para determinados recorridos, caso contrario eran sancionados. En la actualidad no existe este control y los choferes hacen lo que quieren, van por dónde quieren, el tiempo y la puntualidad les vale un rábano. Prácticamente, vuelan cuando están llenos, van lentos cuando no lo están, es decir, no les interesa el servicio, lo único que los moviliza es ganar dinero al menor costo posible y sin tener consciencia de su rol en la sociedad.

Constancia. Como ni siquieraestán obligados a estar identificados con colores distintivos, son transportistas, cuando les viene en gana. En las dos ciudades, sólo en las horas pico, las “paradas” están con algunas movilidades y luego, a partir de las 18:00, no hay uno solo de ellos porque se van a rutas que son mucho más rentables, dejando de lado las otras. Sábados, domingos y feriados no hay transporte alguno. Nuevamente no les interesa el servicio sino el negocio.

Como para ellos se trata de ganar dinero y nada más,obligaron a la población a aceptar el quinto pasajero en los trufis, apiñando a todos en un automóvil que está diseñado para transportar sólo a cinco personas, incluyendo al conductor.

Qué podemos decir de los minibuses que están adaptados para llevar a 15 humanos cuando están diseñados para cobijar simplemente a nueve incluyendo al chofer y no estamos contando “las espalderas”. A esto hay que agregar que en casi todas esas movilidades las ventanas no se abren, no tienen un poco de aseo, mientras que el conductor no tiene el mínimo respeto por el pasajero y eso va desde su higiene personal hasta el buen trato y la educación, situación que incluso se nota cuando obligan a los pasajeros a escuchar la “preferencia musical del conductor a todo volumen”.

Y últimamente, nos obligan a abrir y cerrar sus puertas, porque prescindieron de los voceadores, como si el negocio fuera de los ciudadanos, tampoco hay que olvidar el trameaje, el cambio de rutas inconsulto.

Entonces para los choferesse trata de un negocio y no de un servicio, pero no nos pueden imponer su visión, tienen que ajustarse a lo que señala la colectividad, la sociedad y el Estado. El transporte es un servicio y puntoo lo entienden de una vez por todas o se pueden ir a lucrar a otra parte.

Resulta muy fácil para estos señores reunir dinero y hacerse de una movilidad (automóvil o micro) para buscar el enriquecimiento a costa de la necesidad de transporte de la ciudadanía y hasta se atreven a amenazar a la colectividad, pero los vecinos de Vino Tinto ya dieron una muestra de lo que debe hacerse cuando se defiende los intereses de la mayoría.

Es también tiempo que la Gobernación y las alcaldías tomen cartas en el asunto y empiecen a legislar sobre esta actividad, por ejemplo, obligándoles a que estén identificados con colores distintivos y sean transportistas a tiempo completo. Su actual situación dio pie para que muchos de esos vehículos sean utilizados para cometer delitos incluyendo asesinatos ya que rápidamente pasan de públicos a privados escapando al control de la autoridad y de la población.

Luego colegimos que el pretendido aumento en las tarifas o pónganle el nombre que quieran no se puede realizar sin antes acordar estas otras variables y, además, hay que realizar un nuevo diseño del transporte público en La Paz y El Alto haciendo prevalecer siempre los intereses de la mayoría y no de un sector. También hay que analizar el problema de los modelos viejos, no es cierto? señores empresarios privados del transporte?

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