Litio

LITIO: ANALIZANDO A LOS ANALISTAS - RÉPLICA

Juan Carlos Zuleta Calderón *

En una reciente contribución a Erbol Digital, el “periodista” Alfredo Zaconeta intenta (sin éxito) descalificar mi trayectoria de más de 20 años en defensa de los recursos evaporíticos del Salar De Uyuni. Su discurso - plagado de errores gramaticales y hasta ortográficos - más parece ser parte de un pasquín dirigido a defenestrar a quienes han osado criticar al proyecto piloto de litio, al cual él defiende “a capa y espada”, a pesar de demostrar su total desconocimiento acerca de los aspectos más elementales del tema en cuestión.  

Antes de pasar a responder a cada una de sus acusaciones, vale la pena empezar diciendo que Zaconeta no hace más que repetir el libreto preparado con gran esmero en el pasado por sus amigos de la gerencia nacional de recursos evaporíticos (GNRE)  con el único objetivo de crear confusión y dudas sobre la probidad de mis planteamientos.  Si el nuevo acusador pensó que podía conseguir asustarme con su elucubración panfletaria, se equivocó de punta a punta.  A continuación, presento las acusaciones del periodista y mis respuestas.      

1)El principal detractor del Proyecto Estatal (Zuleta), es el mismo que el año 2009, se apersono a la administración del proyecto estatal de Industrialización de Recursos Evaporíticos (COMIBOL), solicitando trabajo, el mismo que fue rechazado, debido a que su perfil académico no era el requerido en un proyecto de carácter técnico – científico.

Respuesta.- La única vez que estuve en la oficina del proyecto piloto fue en la segunda mitad de 2008 cuando me reuní con Saúl Villegas, ex Director Nacional de Recursos Evaporíticos y Guillermo Roelants, ex Secretario General del Comité Científico para la Investigación e Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia para intercambiar ideas sobre mis dos artículos publicados entre mayo y junio de ese año en el prestigioso sitio web estadounidense EVWorld.com en torno al debate sobre “el pico del litio”. Emplazo entonces al periodista inquisidor a probar su triple falacia. Primero, como acabo de mencionar, no fue en 2009 sino en 2008 que me apersoné al proyecto piloto. Segundo, no fui a buscar trabajo sino a conversar sobre un tema de interés mutuo. Tercero, como no fui a solicitar una ocupación laboral, tampoco fui rechazado por mi perfil académico. Para mayor información, el lector puede referirse a un artículo anterior mío publicado en junio de 2010 en el que respondo a una acusación similar a tiempo de relatar los pormenores de un segundo encuentro con Saúl Villegas también en 2008, otra vez con objetivos muy distintos a solicitar trabajo (Véase: http://www.hidrocarburosbolivia.com/bolivia-mainmenu-117/analisis-y-opinion/32690-opinionanalisis-proyecto-piloto-de-litio.html).  

2)Este “analista” es aquel que posteriormente se empleó como consultor del grupo español y dudosa empresa “ENERGÍA LITIO” (noviembre 2010), quienes plantearon realizar un trueque de carbonato de litio como parte del costo de camiones, autobuses y otros que ellos mismos querían vender al Estado boliviano, propuesta que fue rechazada por su desproporción. A partir de ello, Zuleta en su frustración, se convirtió en el mayor crítico recalcitrante del Proyecto Estatal, sumándose al discurso de sus benefactores. La consulta obvia que sale de todo esto es: ¿si la GNRE le hubiere dado trabajo, hoy tendría el mismo discurso?

Respuesta.- Para cuando fui contratado por la empresa española Energía y Litio tenía en mi haber suficientes méritos como para realizar la tarea asignada por cuanto ya había participado como expositor invitado en dos conferencias internacionales (en Santiago, Chile y Las Vegas, Estados Unidos) que contaron con la asistencia de representantes de las principales empresas vinculadas a la cadena productiva de litio del mundo y ya había publicado unos 50 artículos en Estados Unidos, Reino Unido y Bolivia sobre diversos aspectos relativos a esta temática. En enero de 2011 y, nuevamente, en respuesta a una acusación similar, ya fijé mi posición al respecto (Véase: http://oxigenobolivia.com/o2/opinion/o2qid1662), la misma que se puede resumir de la siguiente manera: Por razones de confidencialidad, me veo incapacitado de revelar detalles sobre una propuesta de exploración, explotación, desarrollo e industrialización del litio y los demás recursos evaporíticos existentes en el Salar de Uyuni presentada por la citada compañía española al Gobierno de Bolivia que fue rechazada principalmente porque el autor de la misma había osado criticar anteriormente varias acciones realizadas por el proyecto piloto. Como el periodista es nuevo en este campo y sólo parece estar reproduciendo los puntos de vista de sus amigos de la GNRE, no conoce que para noviembre de 2010 ya se habían establecido muchos argumentos divergentes entre los encargados del emprendimiento piloto y este analista. Como prueba de esta última afirmación solamente lo invito a releer mi artículo publicado en HidrocarburosBolivia.com cuyo enlace incluyo (más arriba) en mi respuesta a su primera acusación.      

3)Posteriormente en el año 2012, el “analista de lo intangible” aseguró que el boom del litio estaba presente y Bolivia quedaría fuera del mapa por el supuesto retraso que tiene en sus investigaciones: “la presencia del litio boliviano dentro de tres años (vale decir el 2015) en el mercado mundial será irrelevante, al paso que vamos, todo parece indicar que estamos a punto de perder el tren del litio”, segundo pronóstico errado.

Respuesta.- La parcialidad del periodista Zaconeta es evidente cuando se refiere a mí como el “analista de lo intangible” en clara referencia al debate que sostuve con los principales responsables del proyecto piloto el año pasado sobre el valor intangible de nuestras salmueras (Véase: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2012061305).  En cuanto a la segunda parte de su argumento, quisiera dejar claramente establecido que la incapacidad para producir una sola tonelada de carbonato de litio de calidad competitiva a lo largo de los últimos cinco años ha convertido, en efecto, la meta (hasta ahora inalcanzable) de 30.000 toneladas métricas (TM) de carbonato de litio al año (en el marco de la mal llamada estrategia de industrialización de los recursos evaporíticos) en una participación absolutamente irrelevante de Bolivia en el mercado mundial del litio.  Para comprobar mi afirmación, invito al periodista a ver cómo las 30.000 TM de  carbonato de litio al año que en 2009 representaban el 31% de la producción global del metal más liviano de la tierra, en 2012 se redujeron a sólo un 15% (Véase:http://minerals.usgs.gov/minerals/pubs/commodity/lithium/).  En la medida en que, en función de algunas tendencias que he podido encontrar en mi reciente análisis del mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos publicado en el sitio bursátil más importante de ese país (Véase: http://seekingalpha.com/article/1542112-are-ford-and-tesla-pushing-toyota-to-adopt-li-ion-batteries), todo parece indicar que esta tendencia se mantendrá en los siguientes 2-3 años, es decir hasta el 2015 (y, por supuesto mucho más allá de ese año), resulta fácil darse cuenta de que mi predicción estaba y está en lo correcto. 

4)Esta afirmación trae a colación el primer vaticinio equivocado del “analista”, hecha en enero de 1993,: “…la recesión económica en Estados Unidos, retraso para mediados de esta década (1995) el lanzamiento de al mercado de automóviles eléctricos, cuya energía provendrá de baterías químicas de ion litio”; algo que no sucedió. Ambas predicciones hechas por Zuleta, son carentes de veracidad; ninguna sucedió. De hecho se conoce que, la industria automovilística con base a baterías de litio, aún sigue en desarrollo y su mercado aún no está consolidado, estos presagios intencionados, muestran la calidad de profesional del autodenominado “especialista del litio”.

Respuesta.- En su afán de hacerme quedar mal, el periodista distorsiona completamente la cita a una de mis anteriores publicaciones dando a entender que yo alguna vez predije que la recesión en Estados Unidos retrasó para mediados de la década de los 90 el lanzamiento al mercado de automóviles eléctricos con baterías de  litio.  Al respecto, su falsa argumentación cae en un saco roto cuando se lee el verdadero texto de uno de mis artículos que a la letra dice:  

“Sin embargo, con base en una larga investigación, me atreví a afirmar que la negativa de la FMC a venir a Bolivia estuvo vinculada ante todo a las condiciones del mercado mundial del litio.

Para entonces ya se visualizaban dos grandes aplicaciones del litio: baterías para vehículos eléctricos y fusión nuclear. Al respecto, en diciembre de 1992 la General Motors (GM) Corporation, primera fábrica de automóviles del mundo en el momento, anunció la suspensión indefinida  de producción de vehículos en serie programada inicialmente para mediados de los 90. Asimismo, se conoció que el proyecto de construcción del reactor nuclear ITER en Francia iniciado en 1987 también sufriría una demora importante.

Según mi análisis, ambos eventos contrajeron las expectativas de demanda del litio [2] para los siguientes años generando un “retraso tecnológico” que duraría entre 20 y 30 años. A la FMC no le convenía invertir en Uyuni en ese momento, sino apostar al Salar del Hombre Muerto (Argentina), un yacimiento con sólo 130.000 TM de litio.  Si bien le interesaba obtener la concesión de Bolivia, hacia fines de 1992, el proyecto del Salar de Uyuni había dejado de ser su primera prioridad. Si el contrato era finalmente aprobado por el Congreso estaba bien, pero la idea no podía ser otra que mantener las reservas bolivianas sin explotarlas hasta que mejoraran las condiciones de mercado. En mi artículo publicado en Hoy el 13 de enero de 1993 (dos días antes de conocerse la determinación final de la FMC de alejarse de Bolivia) bajo el título de “El rechazo de la FMC Corporation: Una búsqueda de explicaciones”, puse todo lo anterior al descubierto.” (Véase: http://greenhouse.economics.utah.edu/pipermail/reconquista-popular/2009-November/082023.html).  

Resulta importante anotar que, en su  distorsionado aporte,  el periodista ni  siquiera se percata de un  detalle adicional: Incluye en la  supuesta cita  a mi  artículo una referencia a “baterías químicas de ion litio”  jamás mencionadas en ninguno de  mis análisis por la sencilla razón de que  si bien para 1993  ya habían sido introducidas  por Sony en el  mercado, al momento de  escribir mi artículo en 1993  yo aún no contaba con  esa información. 

Por último, está claro  que el mercado aún no  está consolidado y que  esto tomará un  tiempo, tal como he  afirmado en varias de  mis publicaciones, particularmente en 2008.  Pero, el periodista  debería  saber que Bolivia, el  país con los mayores  recursos de litio del  planeta, no se puede  permitir el lujo de  esperar hasta las calendas  griegas para ingresar al  mercado porque aquello lo  único que hará es  conducirnos a perder definitivamente el  tren del litio toda  vez que  para cuando nuestro país “esté listo” para este  cometido podrían suceder dos  cosas: o que el  mercado esté saturado o  que el mundo haya  avanzado en otra dirección, o sea  hacia la búsqueda de  sustitutos.     

 

 

* Analista de la  economía del litio

 

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LITIO: ANALIZANDO A LOS ANALISTAS

Alfredo Zaconeta

A mediados del año 2008, por decisión de la actual gestión de gobierno y consientes de una oportunidad de desarrollo, Bolivia apuesta por lograr la industrialización de sus recursos evaporíticos, a partir de ello, se inicia tareas desde cero con la esperanza de que en un mediano plazo se pueda ver los primeros resultados.

A partir de entonces, las críticas por intereses internos y externos no se dejaron esperar, todas bajo la misma consigna: “Bolivia no podrá industrializar sus recursos sin ayuda externa”.

Actualmente, este panorama no ha cambiado; este proyecto continúa siendo víctima de los constantes ataques mediáticos con versiones de “analistas y especialistas”, que en su afán de crítica destructiva, claramente se suman a la posición de abrir las puertas a las transnacionales con sus técnicos y sus reglas para industrializar nuestros recursos evaporíticos. 

Las mentiras y calumnias ha sido el común de los “analistas y especialistas” del litio, cuando entre sus argumentos señalan: “Que los primeros de gramos de Carbonato de litio entregados al Presidente Evo fueron comprados de Chile”, “Que la inundación del Salar de Uyuni de 2011, destruyó todas las construcciones edificadas de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos - GNRE”, “Que Bolivia quedo rezagada porque el boom del litio ya está pasando”. Así, son innumerables las versiones desatinadas e injuriosas de los “analistas”.

Estas declaraciones y versiones antojadizas usadas por “analistas” como Zuleta, Escalera y ahora Espinoza, casualmente son las mismas que usaron muchos ejecutivos de empresas transnacionales en oportunidad de su visita a Bolivia, con la intención de hacerse del Salar de Uyuni y su riqueza, ratificando su política empresarial de que “Bolivia solo es productor de materias primas y que el valor agregado se lo debe dar en el extranjero, ya que nuestro país carece de dinero, tecnología y personal competente”, o “Bolivia no logrará solo este objetivo por sus limitaciones”.

El principal detractor del Proyecto Estatal (Zuleta), es el mismo que el año 2009, se apersono a la administración del proyecto estatal de Industrialización de Recursos Evaporíticos (COMIBOL), solicitando trabajo, el mismo que fue rechazado, debido a que su perfil académico no era el requerido en un proyecto de carácter técnico – científico.

Este “analista” es aquel que posteriormente se empleó como consultor del grupo español y dudosa empresa “ENERGÍA LITIO” (noviembre 2010), quienes plantearon realizar un trueque de carbonato de litio como parte del costo de camiones, autobuses y otros que ellos mismos querían vender al Estado boliviano, propuesta que fue rechazada por su desproporción. A partir de ello, Zuleta en su frustración, se convirtió en el mayor crítico recalcitrante del Proyecto Estatal, sumándose al discurso de sus benefactores. La consulta obvia que sale de todo esto es: ¿si la GNRE le hubiere dado trabajo, hoy tendría el mismo discurso?.

Posteriormente en el año 2012, el “analista de lo intangible” aseguró que el boom del litio estaba presente y Bolivia quedaría fuera del mapa por el supuesto retraso que tiene en sus investigaciones: “la presencia del litio boliviano dentro de tres años (vale decir el 2015) en el mercado mundial será irrelevante, al paso que vamos, todo parece indicar que estamos a punto de perder el tren del litio”, segundo pronóstico errado.

Esta afirmación trae a colación el primer vaticinio equivocado del “analista”, hecha en enero de 1993,: “…la recesión económica en Estados Unidos, retraso para mediados de esta década (1995) el lanzamiento de al mercado de automóviles eléctricos, cuya energía provendrá de baterías químicas de ion litio”; algo que no sucedió. 

Ambas predicciones hechas por Zuleta, son carentes de veracidad; ninguna sucedió. De hecho se conoce que, la industria automovilística con base a baterías de litio, aún sigue en desarrollo y su mercado aún no está consolidado, estos presagios intencionados, muestran la calidad de profesional del autodenominado “especialista del litio”.

En el caso de Saúl Escalera, su paso por YPFB (2006 – 2009) como Gerente de Industrialización con la responsabilidad de industrializar nuestros recursos hidrocarburiferos y su fracaso en su misión, muestran en resumen su calidad profesional.

El novísimo “analista del litio” aparecido en escena, es el exministro de minería del último régimen neoliberal en Bolivia, que estuvo a la cabeza de Carlos Mesa. Nos referimos a Jorge Espinoza Morales; personaje que basó su experiencia laboral en el sector privado de la minería, es el menos indicado para hablar de industrializar los recursos evaporíticos de Bolivia; en su triste gestión como ministro, no hizo nada con referencia a los recursos evaporíticos y sólo se limitó a dar continuidad con la política minera entreguista y privatizadora labrada por Gonzalo Sánchez de Lozada con su Ley 1777, la misma que privó de sus facultades vitales a la COMIBOL, limitándola a ser una institución meramente administradora de contratos. 

En definitiva, a los “analistas” en cuestión les cuesta reconocer que Bolivia ha dado pasos fundamentales en la industrialización de sus recursos evaporíticos, en los cuatro proyectos que viene desarrollando simultáneamente, mencionemos sólo algunos ejemplos:

  • Funcionamiento de las plantas piloto de Cloruro de Potasio y Carbonato de Litio en su fase piloto, con producción continua.
  • Primera comercialización de las 250 toneladas de Cloruro de Potasio, abasteciendo de esta forma a parte del mercado interno.
  • En la fase industrial, total avance en la construcción del primer módulo de piscinas de evaporación.
  • Construcción de obras civiles, viales y de servicios básicos, necesarias para enfrentar este gran emprendimiento nacional, que comenzó de cero.
  • A estos avances podemos sumar en la tercera fase de esta estrategia nacional, la firma del contrato de riesgo compartido con el consorcio coreano Kores-Posco, que nos permitirá establecer en nuestro país una planta piloto de materiales catódicos en base a Litio.
  • También se puede mencionar los trabajos que se vienen desarrollando en el Salar de Coipasa – Oruro, con el objetivo preciso de conocer el proceso para el tratamiento de sus salmueras.

En resumen HOY BOLIVIA PRODUCE derivados de sus minerales evaporíticos, con tecnología boliviana, con procesos patentados y registrados por Bolivia y con profesionales bolivianos.

La arremetida mediática, a través de sus “analistas” y sus fuentes alternativas, sólo obedecen a una clara intención política, propia de mentalidades coloniales y “malinchistas”, las mismas que se niegan a vivir en la realidad que hoy Bolivia asume, buscando la confrontación constante, así sea recurriendo a calumnias y mentiras, con el único objetivo de desestimar la capacidad de industrialización del Estado Boliviano, y facilitar el camino de las grandes transnacionales, de las cuales seguro serían los futuros empleados.

El Autor es periodista y no es analista

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