JUANA AZURDUY

Internacional
Las autoridades decidieron mover el monumento a Azurduy, porque se construirá un parque en esa ubicación detrás de la Casa

HAY QUE APRENDER A QUERERTE DÑA. JUANA

Victor Hugo Maidana

Este no es un comentario técnico sobre el cine, ni pretende serlo, tan solo como siempre lo hago, una opinión de lo que los ojos ven y siente el espíritu.
Hay cosas que pasan a diario, en el cotidiano transitar y que llaman la atención, como para dedicarles unas cuantas palabras.
El cine boliviano nuevamente ha avanzado otro importante paso, con la nueva producción del cineasta Boliviano, Jorge San Jinés, cuyo talento para hacer cine social se ha puesto nuevamente de manifiesto con su reciente obra “Juana Azurduy de Padilla, guerrillera de la patria grande”.
Es una película recomendable para todo tipo de público, sobre todo para quienes gustan escudriñar las páginas de la historia en busca de los mensajes que dejan a su paso quienes hacen huella y abren los senderos a su paso por el camino de la vida.
En esta última cinta cinematográfica doña Juana aparece como lo que es; “la capitana valiente de la revolución previa a la fundación de la República de Bolivia. (6 de agosto de 1825).
Doña Juana de repente en vida no recibió nada material (plata, honores, tierras) pero no cabe la menor duda que alcanzo algo más grandes, la gloria de los héroes y heroínas que defendieron sus ideales hasta la muerte.
Para mi entender, por ahí no entiendo nada, doña Juana recibió el pago de todos los que buscan y hacen las revoluciones. La ingratitud y desprecio.
Está muy claro unos mueren para que otros vivan felices, otros sangran para que otros disfruten del poder, se vieron y se ven todos los días, en todas partes.
Pero no por eso se debe dejar de hacer lo que se tiene que hacer, todo ser humano, tiene una misión que cumplir, un servicio que dar, viene al mundo para algo y de ninguna manera para cruzarse de brazos y mirar cómodamente lo que pasa para no molestar.
Molestar por molestar no sirve, hasta puede ser delictivo, pero molestar para que otros seres humanos alcancen nuevos derechos o tengan mejores condiciones de vida, sirve y mucho.
Varios pasajes de la película son elocuentes respecto a lo dicho; humildes y descalzos enarbolando la patria; prestarse fruta para invitar al libertador Bolívar (pobreza de la heroína y así murió); los que lucharon por la patria estirando las manos mientras, otros organizaban grandes banquetes para quedar bien con los libertadores. (Simón Bolívar y José Antonio de Sucre).
Que buena película digo, pero no tiene la taquilla que necesita, claro no es el hombre araña, ni actúan los robots de este tiempo, pero no por eso se la puede dejar de ver. (el cine nos ayuda y enseña tanto).
Juana Azurduy es una película que rinde homenaje a los hombres y mujeres que construyeron la patria y por lo que se ve y puede encontrar más datos en la historia, es como para decir; “hay que aprender a quererte Dña. Juana”.
GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL

 

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ASURDUI

Juan José Toro Montoya

El 12 de julio es la fecha que los historiadores del pasado eligieron para conmemorar el nacimiento de Juana Azurduy de Padilla.
Y digo “eligieron” porque hoy, con el suficiente respaldo documental, ya se sabe que la mujer más heroica de nuestra historia no nació en esa fecha sino un poco antes, en enero de 1780.
El dato no es nuevo pero es sistemáticamente resistido por algunos círculos de la sociedad chuquisaqueña que, por razones desconocidas, prefiere dejar las cosas tal como están y no corregir un equívoco histórico.
El error fue el resultado del hallazgo de una partida de bautismo, la de Juana Azurduy Bermúdez, que señalaba que la bautizada nació en La Plata el 12 de julio de 1780. Por el nombre, los historiadores se dieron por bien servidos y proclamaron la fecha. No les importó que en el acta de matrimonio con Manuel Asencio Padilla el nombre de la heroína apareciera como Juana Asurdui Llanos, con “s” e “i”.
Investigadores como Hugo Canedo, Fernando Suárez, Juan José Leñero, William Lofstrom y Mario Castro advirtieron del error y hasta anunciaron que la partida de la verdadera Juana había sido encontrada. No les hicieron caso y siguieron celebrando el 12 de julio.
Este año, Norberto Benjamín Torres, cuyas investigaciones han arrojado nuevas luces sobre héroes como Padilla y Vizente Camargo, con “z”, publicó el libro “Juana Asurdui de Padilla. La historia detrás de la leyenda” que tiene la virtud de disipar cualquier duda al respecto.
Torres no hace afirmaciones taxativas pero exhibe hechos y, lo que es más importante, la documentación que prueba cuanto escribe. Así, sabemos que la Juana Asurdui Llanos que se casó con Asencio Padilla el 19 de mayo de 1799 es, en efecto, la heroína, nuestra Juana, la coronela, la mariscala, la Juana de América que se merece todos nuestros homenajes.
Y lo prueba armando no solo la biografía documentada de esa figura histórica sino también su árbol genealógico y hasta la historia judicial de sus propiedades. Con los datos que aparecen en los documentos, no hay duda posible sobre su identidad.
Se caen algunas versiones, es cierto, pero no desaparece el tronco de la historia que es el heroísmo demostrado por una mujer que no dudó en montar a caballo y empuñar una espada para luchar por la libertad. Se caen algunos mitos y arrastran hasta los retratos en los que se la representa con uniforme militar.
Queda saber por qué sus biógrafos prefirieron una fecha en vez de buscar el acta de bautismo de la verdadera Juana. Quizás el hecho de que en la partida de la verdadera Juana no haya una fecha precisa de nacimiento les desalentó porque no les daba la oportunidad de celebrar con precisión. Curiosamente, los historiadores que más se ocuparon de ella fueron potosinos, Samuel Velasco Flor, Joaquín Gantier Valda y Valentín Manzano Castro. Los tres se dejaron llevar por su admiración a la mujer, a la heroína, al personaje, y contribuyeron a construir una imagen más cercana a la leyenda que a la realidad. Torres infiere que Gantier y Manzano “sabían de la existencia de tan importante documento” (la verdadera partida de bautismo) pero “prefirieron seguir adelante cargando con las consecuencias de ello. Es decir, seguir homenajeando, cada 12 de julio y en cualquier oportunidad a una homónima, que no era la esposa de Manuel Asencio Padilla”.  
Ahora resta corregir el error de la fecha de nacimiento. La partida verdadera dice que se bautizó el 26 de marzo de 1780 y tenía dos meses de nacida. Habría que convenir, entonces, que nació el 26 de enero.

 

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Internacional
La obra, que se inauguró en julio, tiene dos agujeros y se denuncian otras fallas en la superficie. Andrés Zerneri, el autor, dice que se debe a trabajos de mantenimiento que estaban previstos.
Cultura
Juana Azurduy de Padilla, Manuel Ascencio Padilla, Simón Bolívar, José Antonio de Sucre, José Miguel Achá, Eusebio Lira, Huallparimachi y otros personajes de la revolución serán protagonizados por bolivianos.
Cultura
“La Presidente resolvió cambiar la estatua de Cristobal Colón que está en el centro de Buenos Aires por la de Juana Azurduy de Padilla”, dijo el secretario Cultural de la Embajada argentina en Bolivia, Daniel Ricardo Beltramo.