Autonomía Universitaria

Política
Para Morales, en la educación superior pública hay problemas, puesto que siguen apareciendo nuevas universidades de carácter privado.

LA UMSS SE RIGE POR SUS PROPIAS NORMAS

Constantino Rojas Burgos

“Se conmina a todos los responsables, consejeros, decanos, estudiantes y alumnos a la cabeza del Rector, Ing. Luis Garvizu, convocar al Consejo Universitario, mismo que debe dar continuidad al proceso electoral completando los tres faltantes del Comité Electoral existente, hasta el día viernes 13 de mayo de 2016 como fecha tope, y fijando fecha para la elección en el cargo de Rector y Vice Rector de nuestra UMSS”, señala el Voto Resolutivo Nº 03/2016 del Comité Cívico, firmado por su directorio en fecha 11 de mayo de 2016, y complementa señalando: “De lo contrario las instituciones que conforman el Comité Cívico, tomarán las medidas que el caso aconseje”.

El 16 de mayo, Juan Flores Encinas, en calidad de Presidente del Comité Cívico, a través de una carta pública “convoca con carácter de emergencia a todas las instituciones miembros del Comité Cívico de Cochabamba, padres de familia, estudiantes y sociedad civil asistir a la vigilia del Consejo Universitario”, vigilia que, por cierto, no era necesaria, porque el miércoles, 18 de mayo, la sola presencia de miembros del Comité Cívico, dirigentes del magisterio de línea trotskista, ex dirigentes de la Federación Universitaria Local y postulantes a la carrera de Derecho, no hicieron más que interferir y evitar que los consejeros y decanos puedan tener acceso a las instalaciones del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) para viabilizar el Consejo.

El mismo día de la frustrada reunión del Consejo Universitario,el Presidente del Comité Cívico, en el mismo CESU, después de varias arengas e insultos a través del megáfono, logró reunirse con el Rector y, fruto de esa reunión,ambos firmaron una convocatoria a Consejo Universitario para el día jueves 19 de mayo,  en instalaciones del Comité Cívico (con presión o sin ella). Finalmente,el Consejo Universitario no se llevó a cabo,  porque en la comunidad universitaria la convocatoria fue cuestionada por decanos, autoridades y docentes.

El mismo día, al final de la tarde, una reunión de los decanos derivó en una carta al Rector, con copia al Comité Cívico, manifestando su preocupación, porque dicha convocatoria hubiese sido firmada por la autoridad universitaria y “refrendada” y firmada a la vezpor el Presidente del órgano cívico regional. Los decanos expresaban en dicha carta que el Presidente cívico “no tiene, según nuestra normativa universitaria y nacional,  ninguna potestad para intervenir en la conducción institucional de la Universidad, lo cual significa una clara vulneración de los principios universitarios y una franca intervención a su Autonomía”.

En ese sentido, la carta firmada por siete decanos señalaba que “como decanos y autoridades universitarias solicitamos a su autoridad (al Rector) convocar a Sesión del Honorable Consejo Universitario, el mismo día de mañana por la tarde o el día viernes, pero en predios de nuestra universidad o los ambientes que nuestracomunidad decida en resguardo de la seguridad de sus miembros y en el marco de su autonomía, pararestituir el funcionamiento del máximo órgano de cogobierno y resolver nuestros problemas en el marco de las normas universitarias, en respeto y resguardo de nuestros principios e institucionalidad”.

Con referencia a la convocatoria a Consejo Universitario, el Artículo 36 señala: “Funcionará a través de sus comités y se reunirá ordinariamente cada quince días y extraordinariamente cuando lo convoque el Rector o lo soliciten por escrito tres Consejeros con derecho a voz y voto”, pero, además, es importante aclarar que la UMSS se rige por su propia normativa incorporada en la Constitución Política del Estado Plurinacional, de manera que las acciones  realizadas por el Comité Cívico tienen un tinte político y de intromisión e intervención externa.

Si bien el Comité Cívico tiene una preocupación por los conflictos que vive la universidad, lo que le corresponde es buscar la intermediación y el acercamiento de los sectores que reclaman atención de las autoridades. La vigilia, los insultos, las amenazas y los adjetivos calificativos no contribuyen a pacificar la universidad, al contrario, entorpecen y crean más incertidumbre.

El autor es periodista y docente universitario

 

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Cultura
“Es importante conmemorar la autonomía universitaria con actividades culturales, pero que la Entrada Universitaria es la fiesta más grande de la UMSA. Los estudiantes también queremos festejarla con la música”, dijo Marcelo Machaca.

AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

Constantino Rojas Burgos

Han transcurrido 82 años desde que un 25 de julio de 1930 se emitiera un Decreto Supremo reconociendo la Autonomía Universitaria en el Sistema de la Universidad Pública, como una conquista del movimiento universitario en Bolivia.

La Autonomía Universitaria a lo largo de sus 82 años de vigencia ha tenido sus sinsabores, por haber sufrido la dureza de los gobiernos dictatoriales que avasallaron y desconocieron esas conquistas y reivindicaciones en épocas del golpismo militar, que se impuso por la fuerza de las armas y de la irracionalidad. Recuperada la democracia en el país se restituyó un tácito reconocimiento a la Autonomía Universitaria como una forma de gestión y administración de sus recursos.

La Constitución Política del Estado (CPE) Plurinacional señala que las universidades públicas son autónomas e iguales en jerarquía. Según la CPE la autonomía consiste en la libre administración de sus recursos, el nombramiento de sus autoridades, personal docente y administrativo de acuerdo al Estatuto Orgánico que cuenta  cada Universidad para la gestión y la administración interna.

Pero además la autonomía le da potestad a las universidades públicas para la elaboración y aprobación de sus estatutos, planes de estudio y presupuestos anuales en función de los principios, fines y objetivos de la Universidad Boliviana y del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, máxima instancia de representación ante el Gobierno nacional.

Es importante señalar que la autonomía consiste en el derecho que tienen las universidades públicas de percibir libremente los recursos que subvenciona el Estado como prioridad a la Educación Superior, garantizando la formación de profesionales al servicio del país, asimismo, avala el derecho a participar de las rentas nacionales, departamentales y municipales, pero además de los impuestos especiales como obligación de Estado.

Por tanto, la Autonomía Universitaria no puede estar perseguida ni amenazada bajo ningún pretexto, ni por este ni por otro gobierno que se considera demócrata y respetuoso de la Constitución Política del Estado, que reconoce y admite la libre administración de las subvenciones que entrega el gobierno para la gestión y la administración universitaria.

El Gobierno en función de poder, tiene la obligación de revisar las distintas leyes que afectan la Autonomía Universitaria, entre otras, la Ley Financial, la Ley de Educación Avelino Siñani, la Ley del Órgano Electoral, el Proyecto de Ley del Servidor Público y el Proyecto de Ley del Seguro Social, que son contrarias a las disposiciones de la Constitución Política del Estado.

La Autonomía Universitaria no puede ser motivo para que el Gobierno asuma la decisión de restarle valor a la formación académica que desarrolla en beneficio del país. Las universidades públicas cumplen una función social, por encargo de la misma ciudadanía que contribuye sus impuestos, para proporcionarle responsabilidad y compromiso por encima de intereses políticos y partidarios.

Precisamente en esa actitud, los universitarios, sus docentes y administrativos asumen la defensa intransigente de este principio, que después de 82 años de vigencia no puede ser vulnerado por respeto a la Constitución y a la vida democrática que vive el país.

Constantino Rojas Burgos es periodista y docente universitario

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