Opinion

THE MASTER
Testigo Virtual
Rodrigo Ayala Bluske
Domingo, 6 Octubre, 2013 - 12:25

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“The Master”, de Paul Thomas Anderson, llegó a las salas Bolivianas engrosando el segmento de lo que Mauricio Souza ha denominado como “películas de relleno”. En una etapa en la que la difusión del cine mundial se ha reducido a los denominados “Blockbusters” (películas acompañadas de una campaña de mercadeo global), toda cinta que no cuadre en ese perfil, así haya tenido una cierta repercusión en el país del norte, haya sido realizada por un director de prestigio y cuente entre sus protagonistas con intérpretes destacados, está condenada a la marginalidad dentro del sistema de exhibición vigente. Es el caso de esta película que fue estrenada en Bolivia adestiempo (un año después que en el resto del mundo), y con muy poco apoyo publicitario.

Hay una multiplicidad de opiniones que consideran a Thomas Anderson, como el mejor director norteamericano en ejercicio y “The Master” pone fundamento a dichas apreciaciones. Es un realizador que en cinco o seis cintas ha ido desarrollando un estilo seco, preciso y cada vez más complejo desde el punto de vista narrativo.

El cine de Anderson se centra en la descripción de personajes, a pesar de que en ocasiones sus cintas son presentadas como incursiones a determinadas temáticas o ambientes (el cine porno en “BooghieNihts” (1.997), los orígenes de la industria petrolera en “Petróleo Sangriento” (2.007) y las nuevas iglesias en el caso de “The Master”).

En esta última,  la historia se centra en la exploración de la personalidad de FreddieQuell (encarnado por Joaquin Phoenix), un excombatiente de la guerra de Corea con dificultades para readaptarse; en ese sentido la descripción del funcionamiento de la Iglesia de “La Causa” (supuestamente basada en de la “Cienciología) e inclusive la relación del personaje central con Lancaster Dodd ( Philip Seymur Hoffman),el fundador de la secta, son secundarias, subordinadas a la intensa intromisión que la película hace en la psiquis del protagonista.

Este elemento diferencia a “The Master” de  “Petróleo Sangriento”, en la que descripción de la personalidad del pragmático y orgulloso Daniel (Daniel Day Lewis), crecía merced a su enfrentamiento con el fundamentalista Eli (Paul Dano).Es en virtud a la disputa que en ese caso Thomas llevaba adelante la narración. En “The Master” solo hay un antagonista pasivo, por lo que las contradicciones de la cinta están obligatoriamente inmersas en el personaje interpretado por Phoenix. Eso a su vez la acerca a “Punch DrunkLove” (2.002) protagonizada por Adam Sandler, en la que toda la narración se centraba en los miedos, deseos y obsesiones del protagonista, con muy poca contrapartida de los personajes restantes.

Quizás por eso ambas películas(“The Master” y “Punch DrunkLove”), constituyen la cumbre de la filmografía del cineasta. En ellas el relato temático se corresponde perfectamente con el tratamiento estético. En la primera, la incapacidad del personaje principal por adaptarse a la realidad, se traduce en secuencias sombrías, a momentos de difícil comprensión, extremadamente áridas. En la segunda, la ansiedad y la angustia del protagonista se desarrollaban en un desenvolvimiento narrativo cercano a la alucinación, pleno de sombras combinadas con luces y colores fuertes.

En “BooguieNights”, el director supo describirnos el ambiente del porno,  poblado de personajes vacíos y desgastados, pero parece ser que con los años los entornos se han ido volviendo cada vez menos importantes en la visión del director, por ello es que cintas como “The Master” en realidad podrían haberse rodado en cualquier otra ambientación.

Importante haber visto en pantalla grande una película de esta categoría. Una pena por los escasos días en los que estuvo en cartelera.