Opinion

COMUNICADORES Y PERIODISTAS
Surazo
Juan José Toro Montoya
Miércoles, 9 Septiembre, 2015 - 09:57

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Luis Ramiro Beltrán Salmón era un hombre extraordinario a quien debo admiración y gratitud. Sin su ayuda, la investigación que mereció el Premio Nacional en Historia del Periodismo, convocado por la Asociación de Periodistas de La Paz, no hubiera tenido ese resultado. Él iluminó ese trabajo y le dio un norte. Y eso que hizo conmigo lo repitió con miles de periodistas no solo mediante guía directa sino a través de sus publicaciones.
Por ello, creo justiciero que se haya tomado la fecha de su natalicio, 11 de febrero, para instaurar el Día del Comunicador Social Boliviano.
Recuerdo que, en las muchas charlas que tuvimos, don Ramiro hacía énfasis en la diferencia entre comunicación y periodismo y así justificaba el por qué se definía a sí mismo como comunicador.
Comunicador es el que comunica o sirve para comunicar. Comunicar es poner en común, transmitir señales mediante un código común al emisor y al receptor. En términos más sencillos, comunicar es transmitir un mensaje.
La mayoría de los seres vivos tenemos la capacidad de comunicar. Así, el bebé que llora está comunicando que tiene hambre, le duele o molesta algo. En el mundo animal existen infinitas y diversas formas de comunicación, desde la emisión de señales de apareamiento, imprescindibles para la supervivencia de la especie, hasta mensajes tan sencillos como el sentido de apropiación del alimento. El perro que gruñe cuando come, por ejemplo, está comunicando que no permitirá que le quiten la comida sin ofrecer resistencia.
El periodismo, en cambio, es el proceso de recoger, procesar y difundir informaciones; la captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información en cualquiera de sus formas y variedades. Como proceso, es un conjunto de fases sucesivas y está sometido a un procedimiento técnico más adecuado para las habilidades de los seres humanos que para las de los animales.
Por tanto, el periodismo es comunicación pero la comunicación no necesariamente es periodismo.
El Concilio Vaticano II discutió sobre la importancia de la comunicación y, por considerar que se refería a “los maravillosos inventos de la técnica” que la hacían posible, la apellidó social porque creyó que solo era inherente a los seres humanos. Y aunque desde entonces se utiliza el apelativo “comunicación social”, muchos comunicólogos, incluido Erick Torrico, advierten que es una redundancia porque “la comunicación no puede ser sino social, lo que la convierte no solamente en un producto de la misma sino, además, en uno de sus fundamentos”.
Por tanto, hay diferencias entre comunicación y periodismo pero estas tienen con ver con su esencia, no con distinciones académicas. Hoy en día, se ha hecho común llamar, hasta peyorativamente, “comunicador social” a una persona a la que no se le quiere reconocer el atributo de “periodista”.
Don Luis Ramiro era periodista pero su autoproclamaba comunicador, quizás porque el adjetivo sirve, también, para quien descubre, manifiesta o hace saber, para aquel que enseña, transmite conocimientos.
Y Beltrán fue un verdadero maestro, tanto del periodismo como de la comunicación, así que merece no solo el reconocimiento de los estudiosos de la comunicación sino de la prensa en general.