Opinion

PODREDUMBRE HUMANA
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 15 Marzo, 2016 - 16:13

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La corrupción es la segunda profesión más antigua del mundo. Campea en todas partes y es practicada en todas las sociedades, culturas, pueblos o naciones. No hay gobierno alguno, ni antes ni ahora, que pueda escupir arriba y que no sienta el escupitajo en su propio rostro.
Los corruptos de ayer hablan hoy como si hubieran sido incorruptibles. Los hechos y la historia demuestran que siempre hubo el saqueo permanente y descarado de las arcas del Estado. Esta columna es insuficiente para nombrar o listar estos hechos sólo desde la recuperación de la democracia en Bolivia.
¿Será posible algún día erradicar la corrupción de los hechos humanos? ¿Tiende a disminuir o se acrecienta más este mal en la sociedad actual? ¿Se salva alguien de no caer o haber caído en esas garras? ¿Será que es parte de nuestra naturaleza?
La corrupción se presenta en cuatro ámbitos de la sociedad: en la administración pública, la política, el comercio y la justicia.
La coima es el pan de cada día en las oficinas públicas en todo el sistema administrativo estatal, inclusive una propina es ilícita si así se logra un beneficio para sí. El cuoteo para la designación del personal es una característica, se eligen autoridades por acuerdo del aval, el pacto; son nombramientos manipulados, las convocatorias para institucionalización ya están arregladas con anterioridad. ¿Acaso no se repartían ministerios  entre la coalición o la alianza cuando se lograba ser gobierno con menos del 20% de votos y se conforman los pactos?
Así estaban (y están) las contrataciones y adquisiciones directas en esferas de gobierno, gracias a la prebenda, al diezmo sobre los costos, grandes fraudes financieros, pactos empresariales nacionales o internacionales.
Las grandes empresas que quieren obtener beneficios en un país, especialmente con la explotación de recursos naturales o empresas de servicio, financian las campañas de los partidos políticos para ubicarlos en ell poder, no importa la ideología sino sólo garantizarse la adjudicación o seguridad jurídica de que seguirán expoliando riqueza.
El sólo hecho de no exigir o extender factura en el comercio es un ilícito. ¿Cuánto será la defraudación al Estado sólo en un día en la actividad de compra-venta? ¿Los productos de las grandes empresas que llegan a la tienda de barrio emiten factura? ¿A cuántos millones de bolivianos llegan sus ventas diarias que nadie fiscaliza? ¿Quiénes son los propietarios de estas firmas poderosas económicamente?
En el campo de la judicatura campea la corrupción. Se compran y se venden libertades, están los delitos de “cuello blanco”, tráfico de influencias, los que siempre pierden son los que no tienen poder ni padrinos para acceder a un juez, un fiscal. ¿Habrá propuestas significativas en la próxima Cumbre Judicial que se anuncia?
Con la asunción al poder del MAS-IPSP se tenía depositada la esperanza en la “reserva moral” del pueblo, al inicio del gobierno se ponía énfasis en el Ama Sua, Ama llulla, Ama Kella. Por primera vez la sangre nativa, la que corría por las venas de Tupac Katari, Bartolina Sisa y otros hombres y mujeres que lucharon por la libertad, llegaban al poder; pero se encontraron que el desarrollo de un país está íntimamente relacionado a contratos públicos, la minería, caminos, hidrocarburos, industria; danza de millones de dólares jamás tenida ni vista. Demostración de que la raza humana es corruptible.
¿Qué propuestas surgen, de aquí y de allá, para extirpar o por lo menos atacar este mal de la sociedad? ¿Necesitamos más leyes? ¿Es cuestión de educación? ¿Será que los discursos de los políticos salven la cosa pública? ¿Será cuestión de convicciones personales y principios? ¿De qué depende?