Opinion

MUNICIPIO AL FUTURO
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 7 Enero, 2015 - 09:32

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Dime cómo es tu Alcalde Municipal y te diré cómo es tu ciudad. Un aforismo forzado pero que se acomoda bien a los tiempos actuales. No se puede negar que en los últimos años, con algunas excepciones, nuestras urbes no han tenido verdaderos ejecutivos al mando del municipio, he ahí los resultados de ciudades estancadas en su desarrollo y visión de futuro.

Está demostrado que no había sido suficiente tener encumbrado en la silla municipal a un arquitecto, urbanista, planificador, político, dirigente sindical o minero para proyectar a los tiempos actuales el crecimiento urbano, sus servicios básicos, áreas de esparcimiento, barrios con mirada hacia el bienestar de sus habitantes, planificación que evite la segregación que se advierte con la presencia de algunos barrios denominados exclusivos.

Lo que caracteriza a la elección de los munícipes es la politiquería, angurria de poder, el cuoteo de los cargos a través de las direcciones y la repartija de migajas cuan semejantes a una bandada de cuervos ante la presa luego de lograr los votos de la ciudadanía. Lo peor es que aparecen los mismos personajes, ayer vestidos de un color, ahora con otro y seguro que también volverán a ser visibles dentro de cinco años, quién sabe teñido de qué matiz político para asirse al municipio.

La verdad no interesa la ciudad como tal, lo que está de por medio es el cargo, los puestos, acomodo de parientes, amigos, nepotismo de militancia febril en su momento; al cabo de un tiempo divididos, enemistados, con discursos diversos porque la torta quedó pequeña; luego se vuelven a unir para no perder la forma de ganarse la vida, aún ostentando una profesión que dejó de ejercerse o nunca se lo hizo. Se autodenominan como “clase política”.

Hasta ahora, el pueblo, “el soberano” como han venido a calificar aquellos que lo manipulan, ve con azoro lo que está pasando en este tiempo preelectoral para los municipios y las gobernaciones; pronto volverán a oírse las adulaciones para el voto, discursos, proclamaciones, ofertas de ciudad maravillosa. ¡Vaya si el ciudadano responsable los crea!

Ya pasada una década y más del Siglo XXI lo que no se advierte son propuestas para los próximos cinco años, es más, urge planteamientos ambiciosos que no sólo apunten a corto o mediano plazo, sino al futuro. Divisar un horizonte de ciudad digna de estos tiempos y de sus hijos. No puede continuar la oferta de algunos kilómetros de cemento en las calles, aceras, canchitas deportivas… No se diga que no es importante; esto debe ser lo cotidiano, no para colocar gigantografías con la imagen del titular del municipio: hoy se requiere una proyección de ciudad, soñar en grande para hacerla realidad, no sólo para las generaciones presentes sino para el mañana. ¿Es mucho pedir?

Se requiere ejercer un principio de autoridad para ordenar o reordenar lo que se tiene, rescatar la ciudad para el bienestar de todos; sino veamos hoy una realidad: ¿quiénes son los dueños de la ciudad? ¿Dónde y cómo están? ¿No son ellos los que ponen y deponen personal directivo municipal con ascendencia del ejecutivo? ¿Hay que temerlos porque significan votos? ¿No debe primar el interés mayor que es la imagen de ciudad y sus habitantes?

En algunas alcaldías del país, según avanzan los días preelectorales, se vienen sacando trapitos sucios al sol: miles de empleados de oficina, pocos los obreros; más gente con traje y corbata que aquellos que usan overol, azadones o el badilejo. Ironías: ¡expertos hasta para manejar las redes sociales para “posicionar” la imagen del jefe!

Las últimas décadas se caracterizan porque la población boliviana se ha urbanizado, más habitantes en las ciudades que en el campo. Las urbes se expanden; pero al azar, sin planificación alguna, se crean barrios por doquier, se tiran cables y se improvisan servicios básicos que luego quedan como problemas al futuro, se consolida la periferia, los desplazados y se da paso a la segregación. Caos en las arterias del centro, convertidos en mercados improvisados… ¿Quiénes harán propuestas sesudas para rescatar la imagen de ciudad? ¿Votaremos como siempre se hizo?