Opinion

LOS TITULOS UNIVERSITARIOS
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 7 Abril, 2015 - 19:36

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En el país sólo los graduados de tres universidades tienen el privilegio de tener empleo seguro: la Policial, Militar y la Indígena, el resto están lanzados a su suerte; mientras tanto más de medio millón de jóvenes actualmente cursan estudios superiores en la esperanza de ser profesionales.

Las Superiores Casas de Estudio Policial y Militar e indígena (quechua, aimara y guaraní) gradúan licenciados y técnicos superiores. La primera promoción de ésta última, 126 en total, de la gestión 2014 ya se encuentran trabajando.

Según las estadísticas de INE, alrededor de 20 mil personas anualmente obtienen sus títulos profesionales de las universidades públicas y algo más de 3.500 en las privadas, incluidas en estas cifras los profesionales de la Universidad Católica y la EMI; esto es reconocer que en Bolivia se lanzan al mercado ocupacional no mes de 25 mil profesionales. Hay que tener en cuenta que el sistema universitario sólo reconoce títulos profesionales, los egresados ya no cuentan.

Según estudios que se conocen, los profesionales que más se gradúan son los abogados, seguido por las carreras de Ciencias Económicas, Financieras y Administrativas, luego viene Medicina, odontología y otras; a su vez éstas son carreras sobresaturadas pero igual siguen teniendo la mayor concentración de matrícula.

Los bachilleres que cada año egresan del sistema educativo se aproximan a los 50 mil y de éstos cerca a los 32 mil logran ingresar a las universidades, sean públicas o privadas. También existe la oferta de los Institutos Superiores Técnicos y Tecnológicos que el pasado año cobijó en sus primeros cursos alrededor de 13 mil estudiantes, según fuentes del Ministerio de Educación.

Después del medio millar de subtenientes, policiales y militares, los 126 licenciados de las universidades indígenas, ¿dónde van a parar nuestros profesionales bolivianos? ¿Se ha hecho un estudio de mercado ocupacional en por alguna Universidad Pública o Privada? Por ejemplo, ¿cuántos médicos, ingenieros y profesionales de otras áreas necesitará el país para el 2020? ¿Cuántos Licenciados en Educación (normalistas) ahora vagan por las calles en busca de trabajo? ¿No hay muchos profesionales, con título en mano, que hacen fila para irse del país? ¿Cuánto cuesta a Bolivia cada profesional universitario? ¿Se está haciendo un gasto o es una inversión la educación superior?

En Chile el 100% de sus graduados universitarios anualmente tienen empleo seguro; la diferencia es que allá la educación superior es privada, mientras tanto aquí nos dejan tener el título de licenciado; pero es el seguro al desempleo.

El 2011 el Ministerio de Trabajo, ejercido por entonces por Félix Rojas, anunció que en el país se crearían 30 mil empleos para los egresados de las universidades bolivianas, esto en las empresas privadas, con pagos entre bolivianos 1.200 a 1.600 mensual durante tres meses y desde el cuarto mes los haberes ya correrían por los empleadores, una manera de generar trabajo para los jóvenes y señoritas que culminan sus estudios superiores. ¿Cuánto de este anuncio se ha cumplido? ¿Están ahora ocupados miles de nuestros jóvenes profesionales en su propio país? Si esto ocurre, sería bueno que también se informe al país.

La mayor cantidad de graduados universitarios está en el eje central del país, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz lanzan alrededor de 12 mil profesionales, cada año; Potosí y Chuquisaca  entrega no más de cuatro mil titulados por gestión.

Lo que los candidatos a las gobernaciones y alcaldías es que no han dicho nada claro en sus planes de gobierno para los profesionales, lo que se ve hasta ahora es que gente que jamás ingresó a las aulas de la Universidad tienen posibilidades de empleo en puestos claves de la administración o técnicos. Sólo es suficiente tener aval de alguna organización social o haber pegado o pintado paredes con propaganda electoral.

Uno de los desafíos para los gobernantes es que se genere empleo, seguro, digno y satisfactorio para la pléyade de jóvenes que anualmente dejan las aulas universitarias y se sientan importantes en su país.