Opinion

EL DESAYUNO ESCOLAR
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 27 Enero, 2016 - 10:57

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Es indiscutible que se han producido cambios significativos en la realidad escolar. Hoy se advierte que los niños y niñas que asisten a la escuela reciben todos los días un desayuno sino abundante pero nutritivo, los municipios destinan varios millones de bolivianos al año para éste propósito que debe tener incidencia en el rendimiento escolar y para el desarrollo físico, que también es importante.

No serán pocos los municipios que en esta gestión escolar proveerán este desayuno desde el primer día de clases, es decir, desde el lunes próximo. En algunos distritos escolares la provisión del desayuno tiene que ver con la vocación productiva de cada región; los padres de familia cultivan los alimentos, los procesan y venden al mismo municipio para que los niños y niñas tengan este beneficio en la escuela.

Se trata de alentar emprendimientos en la misma comunidad,  de ser necesario se recurre a la mancomunidad, hay intercambio de productos destinados al desayuno escolar y se evita comprar los foráneo. No son pocos los recursos económicos que se mueven gracias al desayuno escolar.

Hace algunas décadas era imposible contar con este beneficio, menos aún todos los días de la semana. Existían ayudas internacionales para la escuela. Alianza para el Progreso era un proyecto de Estados Unidos de Norteamérica para Bolivia que alcanzaba también a otros países de la región. Se “dotaba” aceite, leche en polvo y otros artículos a los campesinos de la parte occidental, a cambio se debía cumplir labores comunitarias como la apertura de caminos vecinales, limpieza de acequias y otros trabajos, obviamente que también se realizaba la construcción o mejora de la escuela por parte de los padres de familia.

En las ciudades, en las escuelas de la periferia, se preparaba el desayuno con esta dotación norteamericana: avena y leche. Cada niño tenía que asistir con su vaso o jarro, generalmente de plástico que a veces servía también como juguete; los padres de familia tenían que aportar con una cuota mensual para el combustible y la portera que generalmente se encargaba de la preparación del alimento.

En las escuelas rurales, que así se llamaban, los niños y niñas junto a sus maestras y maestros destinaban un día al mes para el abastecimiento de la leña; era enternecedor ver cómo niños de corta edad cargaban a la espalda un atado de leña más grande que su propia estatura, sonrientes y afanados iban caminito a la escuela y allí se apilaba el combustible para el desayuno escolar.

Hoy este desayuno tiene una dieta especial, variada, con fruta incluida. Es toda una empresa la dotación de los alimentos para todas las escuelas en las ciudades y también el campo. Se han mejorado los servicios, su conservación, distribución oportuna y hay organizaciones de padres de familia que velan por su adecuado tratamiento. Se advierte que tomamos conciencia en valorar y velar por el bienestar de uno de los tesoros más grandes que tenemos en la sociedad: nuestra niñez y juventud.

Según las estadísticas se ha mejorado la cobertura escolar, ya casi el cien por ciento de la población en edad escolar asiste al templo del saber, las aulas ya no tienen asientos de adobe o hileras de tablas como asientos; las actividades deportivas o los actos cívicos se desarrollan bajo un tinglado, los materiales didácticos tienen el acompañamiento de la tecnología; antes sólo se tenía un esqueleto del cuerpo humano en la oficina del Director y en su escritorio una calavera; algunos cuadros para botánica o las ciencias naturales, hoy se pueden hacer clases virtuales, pizarras que ya no requieren la tiza de yeso, cada vez la computadora es más familiar al estudiante.

La escuela definitivamente es un instrumento para forjar nuevos espíritus, la energía y el conocimiento; determina la conducta de las personas, no es el centro de manipulación de cerebros sino la orientación en la búsqueda de la verdad, la ciencia. Hay que erradicar de las aulas que hayan niños que duerman en clase por falta de alimento.