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“Ciudad de la excelencia”
Con cierta demora y alarmados por los resultados del último censo que señala la continuación de la pérdida del liderazgo paceño en el ámbito nacional (ya perdimos en lo económico), la Gobernación, la alcaldía y hasta el Gobierno central empiezan a preocuparse por lo que significa y es la problemática del departamento de La Paz, sobre todo, por su futuro y velando el equilibrio nacional que se debe mantener y cuidar.
Es muy importante que La Paz, Cochabamba y Santa Cruz mantengan una cierta igualdad de crecimiento en el altiplano, los valles y el oriente, mientras los polos de desarrollo de Pando, Beni,Tarija, Chuquisaca, Potosí y Oruro se van consolidando y manifestando.
Capital de Bolivia
Bajo esa perspectiva, es imprescindible que todos los paceños: los que viven en la Hoyada, El Alto y las provincias tomen conciencia de lo que está en juego y analicemos la proyección y el futuro de nuestro departamento porque de lo que suceda con La Paz dependerá mucho el destino del Estado Plurinacional de Bolivia y su incidencia sobre el sur peruano, el norte chileno (que volverá a ser nuestro) y esa parte de las costas del Pacífico.
Casi no hay discusión sobre la forma de encarar el desarrollo de las provincias, de la urbe de El Alto, los Yungas y el norte de La Paz, sin embargo, es imprescindible que definamos, el futuro y destino de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz.
La “Hoyada” (a muchos paceños no les gusta este término) tiene que buscar una identidad propia en función a su interés local, regional, departamental y nacional aprovechando su realidad física, política y las otras variables que se descuelgan de las dos primeras.
Nuestra metrópoli está geográficamentelimitada a una franja de tierra que se extiende desde el Valle de Zongo hasta los límites sureños con otras alcaldías, en tanto que por el oeste tenemos a Achocalla y El Alto; al este a la Cordillera Real con un estratégico paso que nos comunica con los Yungas, el norte de La Paz, Beni, Pando y Brasil.
No tenemos posibilidad de mayores asentamientos humanos y lo poco que queda habría que convertirlo en ecológico, pensando en lo social y comunitario antes que en lo individual.
Pero nuestros antepasados, bien o mal, nos dejaron como “herencia” una ventaja que debemos saberla aprovechar; no por nada somos la capital política de Bolivia, situación que siempre debemos mantenerla.
Precisamente, esas “limitaciones” son las que debemos utilizar para proyectar nuestro futuro. Entonces, planteo que Nuestra Señora de La Paz, se convierta en una ciudad de excelencia en educación (en todos sus niveles), ciencia, tecnología, servicios, turismo, medicina, manejo ecológico del medio ambiente, transporte y deporte, destacando su condición de sede de los principales Órganos del Estado Plurinacional de Bolivia (Legislativo, Ejecutivo y Electoral).
No podemos negar que vivimos de la burocracia estatal, luego, hay que permitir que el Gobierno construya los nuevos edificios del Palacio de Gobierno y de la Asamblea Legislativa Plurinacional, además de otros como los que albergarán a los ministerios y todo el aparato administrativo nacional.
Hay que seducir al Gobierno, coordinar con él estas construcciones y llevarlas hacia los intereses del conglomerado paceño.
En ese sentido y cueste lo que cueste,habrá que tener una mente amplia para, por ejemplo, aprovechar la oportunidad, destruir algunas calles y lograr otras más funcionales para el porvenir de la ciudad.
Se trata de un proceso que tiene que ser coordinado por el Gobierno central, la Gobernación, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y, sobre todo, los paceños, pero dentro del marco y lineamientos generales del plan gubernamental presentado para el Bicentenario.
Habrá muchos problemas, especialmente con los vecinos y algunos gremios como los transportistas y gremiales, pero ya debemos empezar con los debates y educarnos en función de lo que queremos todos: la Hoyada, nuestros cerros, ríos, riachuelos, nuestro apu Illimani y nuestra historia hasta llegar a parir a “La Paz, ciudad de la excelencia”.
El entorno
Hay que conformar macro mancomunidades de Municipios con los que se hallan hacia el sur, al altiplano y sobre todo, con todos los que constituyen nuestros Yungas, el norte hasta llegar a la frontera con el Brasil, allí en Pando.
Todas las alcaldías que rodean a la de La Paz, las de los Yungas y de nuestro norte, tienen su futuro “amarrado” a nuestra capital por lo que están obligadas a participar y contribuir al fortalecimiento de la ciudad de La Paz
Esta ciudad de excelencia deberá proveer de los insumos necesarios para que El Alto desarrolle todas sus potencialidades, pasar por Oruro e influir decididamente en la zona constituida por el sur del Perú, nuestro territorio usurpado por Chile y todo el altiplano boliviano, similar situación tiene que ocurrir con los Yungas y el norte paceño.
Los detalles de esta idea tiene que ser consumados por las autoridades nacionales, departamentales, regionales y locales, además del empresariado y la banca paceños para, poco a poco, los equipos técnicos de arquitectos, abogados, ingenieros, médicos y todos los vecinos avancemos en la consecución de esta idea.
Ya hay tareas de urgente realizacióncomo la construcción del nuevo aeropuerto en Laja, una carretera aérea que una el sur de la urbe con esa terminal aérea, otra que permita la unión directa de El Alto con la salida-entrada hacia los Yungas, la que nos comunique por el sur con Cochabamba, así sea costosa, ya que se trata de un tema geopolítico interno imprescindible.
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