Opinion

El derecho a la participación, expresión ciudadana
El Pendulo
Hernan Cabrera
Martes, 2 Mayo, 2017 - 10:43

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La expresión del cordón humano para el cordón ecológico, que nació desde la ciudadanía, deja muchas lecciones importantes e imprescindibles. No se puede soslayar, ni minimizar, ni manipular el sentimiento colectivo de la participación y del interés hacia los problemas de la ciudad donde uno habita, trabaja, lucha y seguramente morirá. Existe en sectores del pueblo las ansías legítimas de la participación y de ser tomados en cuenta en las decisiones que su gobierno está tomando. A ello va aparejado el malestar y la bronca del ciudadano, cuando observa que se están tomando medidas poco claras y atentatorias contra el bienestar común.

Precisamente en Santa Cruz, se ha venido fortaleciendo la lucha por el medio ambiente, tema muy sensible que ha despertado muchas simpatías, individuales, colectivas, gremiales. También enemigos o antipatías. En torno al discurso de los derechos de la Madre Tierra, una serie de instituciones sociales, han ido logrando alianzas y uniones, porque se entiende que en el “cielo más puro de América”, se torna fundamental generar un desarrollo sostenible y con rostro humano, no solo en base al cemento, al fierro, al show.

La movilización en la que fuimos partícipes fue clara y logró sus cometidos: obligar a que el Municipio más rico del país no oculte las cosas y empiece a informar y a esclarecer uno de sus proyectos cementeros, con clara vocación desarrollista y orientado al transporte. Esta expresión ciudadana puso en apuros a las autoridades municipales, que luego de sentir el peso y el descontento popular, iniciaron una agresiva campaña promocional de sus proyectos: spots televisivos, páginas enteras de periódicos, reuniones informativas, etc. Bien que lo hagan, pero lo hicieron por la movilización ciudadana legítima, legal y ampliamente democrática.

Los cambios producidos en el país tienen en la arista de la participación social un elemento importante. Los sectores sociales, organizaciones sindicales, vecinales y otros se han empoderado de sus derechos y de la presión para hacerse escuchar y arrancar resultados a sus demandas. Es así, que a nivel local, la ciudadanía ha asumido un rol activo y protagónico, el mismo que estará en alerta ante cualquier situación contraria, y corresponde a las autoridades municipales escuchar, atender, responder, aclarar, informar y encausar esas demandas. Pero no hagan lo contrario, como acusar, tergiversar, victimizarse, mentir o cultivar un doble discurso.

Prats, un catalán destacado, decía: “La política es demasiado importante como para dejársela solo a los políticos”. Claro que así es. Por eso, los hombres y mujeres de una sociedad han encontrado los espacios de la participación y los están usando, porque se trata de sus derechos y de luchar por un mejor futuro para las generaciones que vienen detrás de nosotros. Corresponde a las autoridades respetar ese derecho, no intimidar o castrarlo.