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Sandra Sosa, madre de Oscar Andrés Takata Sosa, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo ocurrido la víspera en Riberalta, testimonió parte de lo ocurrido aquel fatídico domingo por la tarde, cuando una nave de Aerocon, con 18 pasajeros a bordo, se estrelló en la pista de aterrizaje. Cuenta que encontrar a su hijo entre los sobrevivientes fue “la resurrección más grande”.
Luego de buscar en el aeropuerto de Riberalta, Sosa refiere que fue al hospital local a buscar a su hijo, enterada de que habían trasladado a varios heridos a ese nosocomio.
“Me dijeron que cuatro heridos fueron llevados en una camioneta al hospital, entonces yo desesperada fui, no sabía qué hacer, me llevaron hasta el hospital de Riberalta, cuando llegué se oían gritos y la gente corría (…) entré al hospital y vi a uno (de los heridos) en la camilla, y no era mi hijo”, señala.
“Le pregunté a una enfermera si tenía la lista de pasajeros y pregunté por Juan Oscar Sakata, y me dijo que sí estaba, ahí mi impresión fue peor, yo gritaba y gritaba (pensé lo peor), en eso la enfermera me dijo que aquí hay dos señores más”, entonces fue cuando las esperanzas y el alma volvieron al cuerpo de Sandra Sosa.
“En eso, parece que como mi hijo estaba igual que yo, traumadísimo, saltó de la camilla y me abrazó, ahí fue el encuentro más grande, la resurrección más grande, Dios me lo devolvió a mi hijo”, relató la afortunada madre, claramente emocionada y dejando correr sus lágrimas.
Sosa cuenta que Oscar regresaba a Bolivia después de estar ausente 13 años. “Él se encontraba trabajando allá con su papá, se fue a Japón a los 10 años y nunca regresó hasta ahora”, expresó.
La agradecida madre refiere, según versión de su hijo, que la aeronave antes de tocar tierra presentó mucha inestabilidad hasta que se estrelló contra la pista de aterrizaje.
“Lo único que me dijo mi hijo fue que el avión hizo dos vaivén, se ladeo para el lado derecho y de ahí volvió para el lado izquierdo y de ahí hizo un vuelco y así volcado tocó tierra, por eso quedó patas para arriba”, contó.
Tras que cayó la aeronave, siguió el relato, “Oscar me dice que vio que la ventanilla estaba rota por la mitad, entonces se sacó la polera para taparse la cara para no respirar ese humo negro y pateó la ventanilla y de esa forma él logró salir”.
Resultado del accidente ocho personas murieron y 10 quedaron heridas. Las autoridades lamentaron la falta de equipamiento en el aeropuerto porque carecía de un carro bombero y de una ambulancia para socorrer a los afectados.
El gerente nacional de Marketing de Aerocon, Nelson Kinn, informó que de los sobrevivientes del hecho, ayer dos ya fueron dados de alta en la misma ciudad de Riberalta. Mientras otros dos (el piloto y copiloto) fueron trasladados anoche a la ciudad de Santa Cruz y los restantes seis también fueron llevados esta mañana a la capital cruceña.
DGAC inicia las investigaciones
Una comisión de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), encabezada por el Director Ejecutivo, el general Luis Coímbra, arribó en horas de la mañana a Riberalta para iniciar con las investigaciones y peritaje técnico del hecho a fin de establecer las causas del accidente aéreo.
Los personeros de la DGAC arribaron a Riberalta al promediar 10.00 e inmediatamente se reunieron a puerta cerrada con el responsable de AASANA, Celso Salas y el personal local de aeronáutica civil, posterior a ello, hicieron una inspección ocular en el lugar del siniestro, ubicado aproximadamente a 500 metros del torre de control, a un lado de la pista de aterrizaje.
En el primer informe, el general Coímbra ratificó que el hecho se registró en condiciones climatológicas adversas.
“El avión de la línea aérea Aerocon, matrícula CP – 2754, despegó de Trinidad a las tres menos cuatro minutos y se disponía a aterrizar en Riberalta a las cuatro menos dos minutos; de acuerdo al informe proporcionado por AASANA, el piloto indicó que tenía campo a la vista, en este caso, la pista a la vista para poder aterrizar por el umbral 3 -2 , el de la torre le indica que está autorizado a hacer un aterrizaje con circulación a la derecha con vista a la pista 1 – 4”, señaló.
Agregó que luego de la autorización de la torre de control, el piloto tomó la decisión de aterrizar cuando el avión “estaba con 210 grados y siete nudos de viento, sin embargo, debo indicarles que este tipo de avión se puede aterrizar hasta con diez nudos de viento de cola”, aclaró.
Explicó que una vez que la nave ya estaba por tocar tierra, el avión se desplazó hacia la derecha llegando a colisionar con su ala del lado derecho y con ese impacto habría volcado.
Tras la colisión, inmediatamente se produjo una explosión.
Cajas negras recuperadas
Con relación a las cajas negras, la autoridad informó que ya fueron recuperadas las dos del avión y se espera que la información que se encuentre en las mismas dará mayores luces en el proceso investigativo.
“La cinta de estas dos cajas negras normalmente se mandan al exterior y de allá nos viene toda la grabación escrita, sellada y certificada por la empresa que está encargada de realizar esta labor”, sostuvo.
En cuanto al plazo de las investigaciones, se fijó diez días, sin embargo dependerá del envío de los resultados de las indagaciones realizadas en el exterior a las cintas de las cajas.
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