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Una pléyade de jóvenes maestros buscan inyectarle nuevos ímpetus a la administración del sistema educativo del Estado Plurinacional, impermeabilizado por la ley 070 “ASEP”, tal es así que como pocas veces en la historia del magisterio, son miles los postulantes a los cargos directivos ofertados por el Ministerio del ramo para la institucionalización de los mandos.
Según los datos son casi 30 mil docentes que en todo el país quieren llegar al menos a una dirección de unidad educativa, otros 2,520 son los profesionales que postularon a ejercer docencia en las Escuelas Superiores de Formación de Maestros, cátedras en la Universidad Pedagógica o en las Unidades Académicas.
La cantidad de postulantes a cargos jerárquicos llama la atención porque se puede evidenciar que el magisterio abraza la nueva legislación educativa, además gracias a la aplicación de la normativa casi el 90% de los profesionales ostentan el título académico de licenciatura y no pocos avanzan hacia una maestría e inclusive a un doctorado, aunque el sistema universitario tradicional no les reconoce el mérito.
Contrariamente se oyen voces dentro de los maestros en el sentido de que se oponen a la Ley 070 ASEP, anuncian una lucha acérrima, critican los cursos de licenciatura ofertados por el PROFOCOM; pero en los hechos se advierte que la mayoría se subió al carro del boom de las ofertas y transitan dentro del modelo.
Llama la atención que en varias direcciones de las federaciones departamentales y regionales se han encaramado frentes claramente identificados con la oposición al gobierno y su modelo educativo, especialmente de sectores radicales, como el POR, que tiene una presencia sindical identificado como URMA, se supone que sus bases son contrarios al modelo calificado de “pachamamista”; pero resulta que no pocos de sus militantes también buscan una dirección dentro del sistema e incluso aspiran a otros cargos altos como Distritales o la misma Dirección Departamental. ¡Vaya contradicción!
Al postularse a la convocatoria oficialista se supone que se aceptan las reglas de juego, implícitamente se asume defender, administrar, cumplir y hacer cumplir todo cuanto dice la ley 070, en buenas migas: se asiente cumplir un rol político. En este marco, es absurdo escuchar voces que sostienen que “la prueba estaba muy difícil pero a medida para algunos masistas”.
La experiencia demuestra que para el ministerio ya existen favoritos, jamás darán un cargo directivo a quien no transite por su vereda, así fue antes y es hoy. ¿Quién no comulga con su ley educativa, del gobierno que fuere, la querrá administrar? ¿Meterá goles en el arco contrario quien no viste la camiseta del equipo en que juega? Si observan que no es servil a sus propósitos simplemente lo marginarán, a cualquier costa.
Volviendo al principio, son miles de maestros que quieren asirse de un cargo jerárquico dentro del enfoque de educación sociocomunitaria y productiva, es una muestra de que la “Revolución Educativa, ¿Avanza?” ¿Se convertirá en una política de Estado la Ley 070 ASEP y dejará de ser sólo cuestión de gobierno?
En este marco de la realidad, ningún gobierno anterior se atrevió a tocar el Reglamento del Escalafón del Magisterio Boliviano, que data de 1957; pero el actual régimen declaró profesión libre en Educación Superior Técnica y Tecnológica, (Institutos), en sus aulas ya quedan pocos maestros. Para ser sus autoridades no es requisito ser maestro normalista, por lo tanto, el cuoteo es más fácil.
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S-141117
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