Opinion

¡DERROCARON A DILMA!
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Jueves, 15 Septiembre, 2016 - 23:34

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Brasil es el quinto país más poblado del mundo, tiene alrededor de 210 millones de habitantes. Desde los tiempos de la colonia portuguesa recibió miles de migrantes de todas partes, especialmente de esclavos negros pero también de otras razas. Es una de las repúblicas multiétnicas y con profundas diferencias económicas y sociales de sus habitantes.

El sistema democrático rige en Brasil desde 1985 luego de una dictadura militar prolongada y más dura del Continente; pero en este sistema se produjeron cambios significativos.

Se reconoce en esferas de opinión importantes del mundo que en los últimos diez años cerca a 58 millones de personas dejaron los límites de la pobreza extrema; se les reconoció sus derechos ciudadanos, tuvieron acceso a los servicios básicos, se acabó el hambre que azotaba a esas familias; es decir, mejoró sus condiciones de vida.

Cuando juraba como presidente el tornero mecánico, Ignacio Lula da Silva, el 1 de enero de 2003, dijo que su sueño era que en su Brasil la gente coma al menos tres veces al día: “lucharemos por el hambre cero”, pronunció en su discurso y en su gobierno comenzaron las transformaciones sociales y económicas para el pueblo.

Económicamente Brasil creció, políticamente dejó de ser el segundo patio de las potencias mundiales; pregonó ser un país independiente, se codeó como potencia mundial sin bajar la cabeza frente a EE.UU., China y otras urbes, se ganó su espacio y prestigio porque su gente tuvo oportunidades de desarrollo, bienestar y ascendencia social porque el pueblo era tomando en cuenta; dejaron de ser siempre sumisos, los ignorados, los sin voz…

Lula tuvo el carisma de lograr el apoyo de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y el Movimiento de los Sin Tierra (MST) para ubicar a su partido en el gobierno: el Partido de los Trabajadores. Ese líder de origen campesino llegó a la presidencia de Brasil, el país más grande del Continente.

¿Qué falló en Brasil para que ahora vuelva a ser el país de los privilegios, los abusos, la corrupción y la impunidad? ¿Por qué la democracia fue arrebatada de las manos del pueblo?

Quien sucedió en el poder a Lula fue Dilma Rousseff, ahora expresidenta. Quienes odiaban a Lula pusieron su mayor esfuerzo para que ocurra lo que ocurrió en Brasil en los últimos meses. Dilma cayó en la impopularidad porque le faltó carisma político, falta de habilidad para manejar las cosas de Estado, dicen quienes la conocen de cerca.

Comienza a derrumbarse todo lo logrado en democracia gracias al surgimiento feroz de la ideología pro empresarial, lo que se conoce como neoliberal. Las familias más ricas y poderosas vuelven a mandar en Brasil, los propietarios de los medios mediáticos hicieron la propaganda y se produjo el golpe a Dilma. Quienes ayer apoyaron las dictaduras más cruentas volvieron a alzar la voz y a mandar.

¿Se acaban los gobiernos populares? ¿Cuál es la realidad hoy en Argentina después de Cristina? ¿Caerá Nicolás Maduro en Venezuela? ¿Cuál será el futuro de Correa después de las elecciones generales en Ecuador? ¿Y en Bolivia? ¿Hacia dónde apuntan los últimos acontecimientos políticos en nuestro Estado Plurinacional?

El error de los gobiernos populistas es reconocer los derechos de los más postergados de la sociedad frente a grandes intereses económicos y políticos de los poderosos; pero a su vez otro error es que en el poder no se profundizó la participación de la esencia del pueblo, no se erradicó la participación de los políticos avezados que antes militaban en partidos gobernantes del neoliberalismo, “siguen los mismos”, dice el pueblo. 

¿Quién gana frente a todo cuanto acontece en nuestra Latinoamérica?