- 6591 lecturas
En medio de la guerra de medios aparecieron artículos que alertan sobre los riesgos que corren los gobiernos denominados “progresistas” frente a una conspiración que estaría promovida, ¡cuando no!, por los Estados Unidos.
Los artículos identifican como el teórico de la conspiración a Gene Sharp, un político, profesor y escritor que fundó la “Institución Albert Einstein” a la que se acusa de estar detrás de las “revoluciones de colores”; es decir, a aquellas revueltas en contra de gobiernos supuestamente autoritarios.
A decir de algunos de los articulistas, Sharp sería el autor de un “Manual del golpe suave” que, según Laura Bécquer Paseiro, es “todo un libreto a seguir para tumbar a presidentes en el siglo XXI” pero no a cualquier gobernante sino a los “progresistas”. Más aún, el manual propondría cinco pasos para alcanzar tal objetivo:
1) Realizar acciones para generar un clima de malestar. 2) Desarrollar campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos. 3) lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales mediante el uso de manifestaciones y protestas violentas. 4) Operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno, creando un clima de “ingobernabilidad”. 5) Forzar la renuncia del presidente a través de una intensificación de las revueltas callejeras.
Ese resumen, tomado del resumen de varios autores, parece encajar como un molde en el caso de Venezuela y así es planteado por los articulistas: un siniestro plan, acuñado por imperialistas, destinado a tumbar al gobierno “progresista” al que, además, se etiqueta con rótulos como “populista” y “autoritario”.
De paso, los áulicos de la prensa nacional toman prestada la receta y afirman que también se aplica en Bolivia para tumbar el régimen “progresista” de Evo Morales. Aprovechando la coyuntura, usan el manual, el molde, para decir que la defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos es parte de la conjura.
Leyéndoles así, sin más, ni más, podemos creerles pero una revisión de la obra de Sharp permite encontrar varias incoherencias. Para empezar, ni en los tres tomos de “La lucha política noviolenta” ni en el muy difundido “De la dictadura a la democracia” aparece manual alguno ni se habla de cinco pasos específicos para tumbar gobiernos. Puede que los estudiosos hayan encontrado en los libros hasta 198 métodos para derrocar gobiernos pero en ningún lado se habla de cinco pasos específicos para tal fin.
Quizás lo que los politólogos hicieron fue interpretar a Sharp y, así, crearon el manual pero lo que no dicen, o por lo menos nosotros no leemos en lo que dicen, es que esos cinco pasos no son más que acciones obvias que, de manera inconsciente u organizada, asumen los gobernados cuando los gobernantes hacen cosas que aquellos rechazan.
Tome usted los famosos cinco pasos y aplíquelos a lo que fue el derrocamiento de un gobierno conservador, neoliberal y proimperialista como el de Sánchez de Lozada. ¿Acaso las masas no actuaron conforme a ese molde?
Mas aún, los métodos de Sharp fueron inicialmente aplicadas contra la dictadura de Pinochet como él mismo lo explica en su último libro. Por tanto, aquí no hay recetas ni siniestras conspiraciones contra los “progresistas”. El pueblo actúa cuando siente que tiene que actuar y punto. Lo demás son pajas.
- 6591 lecturas