Censo y Población

DESPOBLAR EL CAMPO

Mario Mamani Morales

El censo de población y vivienda (2012) ha demostrado que los bolivianos vivimos más en áreas urbanas que en el área rural. 67,3% en ciudades y apenas el 32,7% en el campo. Conclusión: el campo se está despoblando.
Hace apenas 64 años, es decir en 1950, la población en el campo alcanzaba al 73,8% y apenas el 26,2% vivía en las ciudades, claro que en esos años los bolivianos apenas sumábamos a 2,7 millones y ahora pasamos los 10 millones de habitantes.

Antes de 1955, la población campesina, que eran los hombres y mujeres sin derechos, estaban pegados a la tierra, eran los sometidos al patrón, trabajaban la tierra a punta de látigo y tenían para sí un pedazo que los fines de semana o en horas que no exigía el hacendado, sembraban y cosechaban. No sabían leer ni escribir y por tanto, no tenían participación en las elecciones nacionales, después vino el derecho al voto universal.

Con el gobierno del MNR viene la Reforma Agraria y los campesinos vuelven a tener derechos sobre la tierra, se abren escuelas en el campo y se adquiere la categoría ciudadana,  aunque la servidumbre todavía perdura en varias partes del país hasta finales de l TITULARES LA PAZ 1.- Tribunal Electoral debate mapa electoral que disminuye circunscripciones en ciudades y opositores dicen que eso beneficia al MAS (JESUS ALANOCA) 2.- Movimiento Sin Miedo descarta por completo reunión tripartita con el Frente Amplio y Demócratas, y representantes de Unidad Nacional insisten en la búsqueda de una sola candidatura (JESUS ALANOCA) 3.- abogada de presunto autor del robo de 130 mil dólares de las bóvedas del BCB, denuncia que su cliente fue acusado sin pruebas debido a que en lugar no existe cámaras de seguridad. (EDDY ANDRADE) 4.- SIN Detecta a 1000 gremiles q no pagan impuestos y uno con capital de 12.000 bs paga 258 y con capital de 37.000 bs 1200 bs al año (FREDDY)a década de los 90.

Como la Reforma Agraria no se aplica en plenitud ni hubo profundización en el tema, con los años, las tierras quedaron reducidas a parcelas que no alcanzaron para los hijos, por tanto, la migración campo-ciudad se hace imparable. En la década de los 80’ los bolivianos igualamos la población de quiénes viven en el campo y quiénes viven en las ciudades, luego la disminución de habitantes en el área rural se hace constante.

Hoy la situación difícil de la vida en área dispersa parece haber cambiado: se ven edificios escolares modernos, con tinglado incluido; se publicita que el gobierno de Evo entrega cada año tractores al agro, la energía eléctrica casi está al alcance, se escucha eso de “mi agua” y luego el de “riego”, se comenta de telecentros educativos y la matrícula escolar, especialmente femenina, ha mostrado un crecimiento significativo; pero igualmente la población del campo se viene a la ciudad o centros urbanos. ¿Por qué?

¿Será que no conviene vivir en el campo? ¿Cuánta inversión se destina al área rural? ¿Se han ampliado las hectáreas de cultivo o más bien se abandonan las tierras? ¿Los tractores llegan a beneficiar al verdadero campesino? ¿Eso del seguro agrícola llega al hombre de agro de verdad? ¿Qué incentivos existe para la producción de trigo, maíz, tubérculos y otros? ¿Se ve con ojos de industria al área dispersa o sólo es propaganda?

En el país, en los últimos años se incrementa en 20% al salario mínimo nacional y entre 8% a 10% al resto de la escala salarial, casi al triple de la inflación acumulada; pero los asalariados en el país son pocos, entonces, ¿qué se hace por el hombre y la mujer que se queda en el campo? ¿No tiende a multiplicarse en proporción geométrica la economía informal?

Cuando estamos a semanas de iniciar el bullicio de las propagandas electorales, se hace imperativo que los “políticos” esbocen una idea de propuestas de una política de Estado para el agro. Está demostrado que superar los asientos de adobe en las escuelas, maestros improvisados, regalos de palas y picos, electricidad en la mayor parte…no había sido suficiente para que la población se quede en su lugar de origen, entonces hacen falta otras propuestas.

No sólo es cuestión de tener cables de energía eléctrica a las comunidades, sino es proponer cómo usar esa energía para mejorar las condiciones de vida; los índices de desarrollo humano no se miden con la cantidad de población rural que ve televisión y qué canal, sino cómo esto mejora su condición humana, esto sin desmerecer sus raíces, porque si no, sin querer, es colonizar. Invitar a que la poca gente que todavía queda en el campo mire ansioso el horizonte de lo urbano.

El 2005 la inversión pública era de 600 millones de dólares y el 2013 el gobierno anunció que se alcanzó a 6 mil millones de dólares, multiplicado por 10. ¿Cuánto se destinó al campo?

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