AMB

LA FAM Y LA AMB SUBORDINADAS A CUALQUIER INTERÉS QUE NO SEA EL MUNICIPAL NO SIRVE

Dino Palacios Dávalos

El asociativismo municipal tuvo su época de oro en Bolivia –como en el resto de la región-  apenas los bolivianos nos acostumbrábamos a que vivíamos en municipios distintos y que cada quien tenía recursos y derechos  iguales a los demás.  Con los normales matices del número de “pobladores” o si estábamos en área rural o urbana.  Así nacieron la Asociación de Municipalidades de Bolivia, AMB,  y la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia, FAM, organizaciones gremiales de autoridades municipales que llegaron a ocupar primeras planas en los principales diarios del país con solo organizarse para alguna demanda.

La historia se ha modificado en el tiempo del cambio. Las observaciones que se pueden realizar a la designación dela nueva directiva de la AMB en Sucre el pasado martes 30 de junio, pueden hacerse extensivas a la elección de la directiva de la FAM que se realizará el 18 de agosto en la ciudad de La Paz. Las convocatorias de ambas reuniones han sido realizadas por ciudadanos  de a pie“comunes y silvestres” que han dejado de ser autoridades municipales  a finales del mes de mayo.

Paradójico, irrisorio y extraño al mismo tiempo el que ciudadanos a partir de amañados procesos de reformas de estatutos se hayan auto-otorgado esa facultad. ¿Con qué autoridad moral y ética un ciudadano “x” puede convocar a autoridades municipales electas, es decir a alcaldes, y concejales a reunirse? Este es el argumento que desnaturaliza a las directivas elegidas y por elegir en ese razonamiento en varias asociaciones municipales del país.

Sin embargo el argumento de fondo es:  ¿cuál es el papel de la FAM y la AMB en la actualidad? Pregunta que habría que realizarse de admitir su existencia como organizaciones vivas, porque la verdad que para muchos –entre los cuales me incluyo- estas organizaciones tan importantes en otrora para el municipalismo han dejado de existir hace mucho tiempo.

Las Asociaciones de Gobiernos Locales (también conocidas como ligas, uniones o federaciones) tienen como premisa fundamental para su funcionamiento el asociar a diferentes gobiernos locales para atender sus necesidades y demandas frente a exigencias, abusos o medidas contrarias provenientes de los gobiernos nacionales. Esta premisa se aplica a todas las AGLs en el mundo, y la historia de su funcionamiento lo ha refrendado en diferentes espacios y momentos. La clave de una asociación por tanto, radica en que la unión de muchos diferentes en función de la atención y defensa de sus problemas comunes los fortalece en sus acciones; es decir el principal secreto  de una asociación es su carácter plural en su composición y funcionamiento.

La AMB, las asociaciones municipales departamentales y la FAM como organismo nacional y único de defensa de los intereses de los gobiernos autónomos municipales fueron resultado del esfuerzo de varias décadas de centenas de alcaldes, concejales y  técnicosmunicipalistasque mediante al apoyo de la cooperación internacional, lograron poner en pie organizaciones municipales dedicadas a la representación y prestación de servicios de sus asociados. En esa medida esas organizaciones crecieron, se empoderaron y contribuyeron de manera significativa al proceso de descentralización y de autonomías en Bolivia. Solo tres ejemplos de los logros obtenidos: i) la otorgación del IDH a los municipios como una fuente más de ingresos municipales;  ii) la ruptura del monopolio en la representación política y su ampliación a las agrupaciones ciudadanas y los pueblos indígenas, así como la obligatoriedad de la paridad de género en la representación;  y iii) la inclusión significativa de una propuesta municipal unida  para la modificación de la Constitución en la Asamblea Constituyente.

Esos esfuerzos y ese trabajo  convirtieron a las asociaciones municipales  en un botín cotizado para el actual partido de gobierno. Por eso desde el primer momento intentaron tomarlas y someterlas bajo su control a toda costa y por todos los medios. Comenzaron organizando congresos alternos (Cobija, julio de 2010) trasladando a delegados truchos  con aviones del TAM dicen financiados por USAID y el gobierno nacional; luego asaltaron las oficinas de la FAM (primeros días de agosto de 2010). Y cuando se adueñaron de las asociaciones, las fueron desmantelando hasta dejarlas casi en inmovilidad. No sin antes en el camino pronunciarse y actuar como agentes del actual Gobierno.  Algunos ejemplos de lo señalado:  iniciaron juicio al alcalde de La Paz (marzo de 2012), defendieron  el Censo (agosto de 2013), y llegaron a pronunciarse públicamente para apoyar al MAS en las elecciones nacionales.

Por tanto lo que viene ocurriendo en las asociaciones municipales departamentales, la AMB y la FAM no debiera extrañarnos. Pareciera que las AGLsbolivianas están ingresando de facto a una situación de  stand by hasta la espera de tiempos mejores para la institucionalidad asociativa. Entre tanto, ¿qué hacer?

Convencido de ese panorama y comprometido con la necesidad de aunar esfuerzos para impulsar la autonomía y desarrollar una mejor gestión al servicio de la ciudadanía considero que una solución puede ser  la creación de una agencia intermunicipal cooperación.
Esta Agencia es una herramienta de gestión basada en esfuerzos intermunicipales colaborativos cuya naturaleza es estratégica y se halla vinculada estrechamente a la Máxima Autoridad Ejecutiva por las finalidades que persigue. Funciona de manera horizontal con pares locales nacionales e internacionales  a través por ejemplo de hermanamientos. También funciona de manera vertical articulando al Gobierno Autónomo Municipal con asociaciones regionales e internacionales y en su caso con fondos, fundaciones y ONG de apoyo al desarrollo.

La otra posibilidad para encarar la problemática –que no necesariamente es excluyente sino que puede ser complementaria- es la conformación de un capítulo de alcaldes  al interior de la AMB en base a la modificación de sus reglamentos de funcionamiento, que sepodría viabilizar mediante la creación de un Buró o Comisión de Alcaldes de Ciudades. Esto en virtud de que la dinámica del ejecutivo es muy distinta a la del legislativo en el ámbito de la gestión municipal y también atendiendo a las modificaciones planteadas por la ley 482 aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional que diferencia el ejecutivo del concejo en el ámbito de tareas,  mandatos y fines.

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