AGROTURISMO

EL AGROTURISMO IMPLICA EL REENCUENTRO CON EL AGUA

Katherine Fernández

En estos tiempos de separación profunda entre el campo y la ciudad, los turistas nos sorprendemos mucho aldescubrir cosas como que los racimos de paja amarilla que caracterizan al altiplano, queparecen cabellos ancianos de tierra seca, también respiran y al hacerlo producen humedad que es atraída por las brisas y los vientos hasta formar nubes y por lo tanto lluvia, o sea que la paja brava de apariencia agreste también es capaz de darnos agua.

Cascada rodeada de paja brava que alimenta la represa Hampaturi en La Paz - Bolivia

Cuando hablamos de cuidar el agua necesitamos comprender que cerrar el grifo al lavarnos dientes y manos ya no es suficiente. Debemos ir hacia los orígenes del problema, empezando por entender que el agua tiene vida cíclica, es decir circular, va y viene permanentemente, sube ala atmósfera, baja a la tierra, pasa por todos los cuerpos de las especies vivas, se hunde en el suelo, vuelve a salir por los conductos de la vegetación que son las raíces, troncos, tallos, ramas y hojas para subir de nuevo a formar nubes, así infinitamente una y otra vez. En este círculo natural no es posible identificar el origen ni el final del agua, solamente cuando los humanos introducimos contaminantes como detergentes, metales pesados, ácidos o grasa caliente podemos conocer ese final, es decir que con estos elementos de uso cotidiano, matamos el agua y rompemos el ciclo, contribuyendo así a la crisis climática.

Somos la única especie que devuelve así el agua a lanaturaleza.

Por eso hoy más que nunca precisamos ir a conocer las fuentes de agua en su estado natural, para recordar la belleza monumental desde dónde llega a nuestros grifos y la catástrofeen la que se convierte cuando  devolvemos el agua mediante el sistema urbano de alcantarillados doméstico e industrial.

Una de las represas que abastece de agua a la ciudad de La Paz es Hampaturi, que pertenece a un sistema de nevados, humedales, ríos y vertientes donde interactúan agricultura familiar, pastoreo de rebaños, minería en rivera de río para obtención de agregados para laconstrucción y minería de socavón para extracción deminerales.Es una zona muy cercana a la ciudad, se llega en 30 minutos y el paseoes un ejercicio muy útil para el cuestionamiento de las responsabilidades sobre las fuentes de agua. Las primeras preguntas del visitante siempre son: quién está a cargo de proteger el agua, gestionar el abastecimiento, para qué se debe usar el agua y para qué no se debe permitir el uso, quiénes pueden acceder al agua, solo los que pueden pagar la conexión domiciliaria o todos los seres humanos, qué significa que el agua es un derecho humano si estamos eliminándola con la contaminación, a qué agua tendremos derecho, a las aguas negras que estamos produciendo?

Son muchas preguntas sin respuesta y cuando se piensa en armonizar la acción extractiva del hombre con la dinámica de la naturaleza, hay escalas que resultanabsolutamente incompatibles como la minería.

En Bolivia todavía no está aprobada la nueva ley del agua y la Constitución Política del Estado promulgada en febrero de 2009, dice que “Es deber del Estado gestionar, regular, proteger y planificar el uso adecuado y sustentable de los recursos hídricos…La ley establecerá las condiciones y limitaciones de todos los usos.”, sin embargo solo hablar de la minería de oro que se está impulsando resulta anticonstitucional por el tipo de uso insustentable que hace del agua.

Recordando que los componentes del Estado son el territorio, el pueblo y el gobierno, el único que queda para proteger el agua es el pueblo, porque el gobierno priorizalos usos extractivos antes que la preservación del agua para la vida. La única manera que tiene el pueblo para resguardar el agua escambiar el tipo de uso e incursionar en la restauración del ciclo hídrico que es una tarea compleja porque afecta a todos los tipos de consumo de materiales (infraestructuras, utensilios, herramientas, vestimenta, etc.) y al entramado extractivo e industrial que son presentados como la base de la economía nacional. Es decir, la única manera que tiene el pueblo es desmantelar toda la cultura de extracción y transformación de materias primas y sustituirla por otro modo de vida de reuso, reciclaje y reducción de consumos diversos.

Todas las ciudades tienen un sistema de traslado y tratamiento del agua, hay ciudades privilegiadas como La Paz rodeada de montañas nevadas que a pesar de que se están secando, todavía otorgan agua mediante paisajes impresionantes de lagunas y manantiales. En otras ciudades el agua sucia necesita millonarios tratamientos para volver a ser utilizada, el costo de estos tratamientos es directamente proporcional a los precios millonarios que suman nuestros hábitos de consumo de objetos que se van a las alcantarillas y basurales que edificamos.

Por supuesto que asusta pensar en cambiar los hábitos cotidianos de vida que conocemos así como nuestras aspiraciones de modernidad. La noticia es que no es necesario renunciar a estas aspiraciones para tener comodidades y disfrute del desarrollo, pero lo podemos hacer sin destruir la naturaleza. ¿Cómo empezar? Pues el primer paso es acudir a verla como es,explorarla, apreciarla y asignarle nuevos valores económicos que incluyan a la ecología, para introducirnos en un proceso de restauración que será tan largo como decidamos que sea o tan corto como las necesidades elementales de tener agua nos obliguen.

El turismo siempre ha sido la acción de visitar, mirar, empaparse y al final dejar todo como estaba, entonces los agroturistas ecológicos no solo tienen quedejar todo como estaba, sino que deben limpiar, cuidar y recomponer el ciclodel agua que implica también restaurar las relaciones sociales interculturales deterioradas entre el campo y la ciudad para que podamos expresar nuestras mejores capacidades organizativas en una gestión del agua integral, equilibrada, pacífica perofundamentalmente circular.

 

 

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AGROTURISMO ECODIDÁCTICO

Katherine Fernández

Conocer el origen de los alimentos es cada vez más urgente en la era de las políticas nacionales que mercantilizan la vida y elaboran planes de desarrollo que noincorporancálculos reales ni mucho menos ecológicos en sus presupuestos, porque nos hemos acostumbrado a que los principales costos de producciónsean absorbidos por el trabajo familiar y la libre competencia que siempre es desigual.

Arbusto de locotos en carpa solar en Chinchaya

Ante esta realidad y buscando abrir alternativas, durante el 2015ejercitamos una metodología para poder comprender el potencial productivo que existe en zonas cercanas a los mercados locales de la ciudad de La Pazy dimensionar su presencia en nuestros hábitos alimentarios influidos por la comida industrializada que llega por la vía de la importación o el contrabando y que inunda de publicidades los medios de comunicación, quienes a su vez destinan un tiempo de pantalla casi imperceptible a la producción agropecuaria en manos de familias campesinas que trabajan a riesgo propio.

La metodología consistió en llevar a vecinos urbanos  a visitar los cultivos de las comunidades periurbanas y rurales que participan en el proyecto de fortalecimiento de mercados agrarios urbanos del CIDES UMSA en convenio con la Universidad Politécnica de Madrid, que tenía entre otros objetivos el de acortar la cadena de comercialización entre el productor y el consumidor.

Vecinos visitando Chicani

La iniciativa nació durante un recorrido de diagnóstico que se hizo a las comunidades de Chicani y Chinchaya una mañana de diciembre de 2014, cuando tres familias abrieron sus puertas para mostrar con mucho orgullo sus carpas solares, sus policultivos de flores, verduras y papa así como sus gallinas, patos, pavos y conejos.  Ellas querían ser parte de los mercados agrarios urbanos que exigían producción ecológica y con esa sencilla invitación buscaban afanosamente demostrar cuán ecológicos son sus sistemas agrícolas actuales. La visita estuvo llena de aprendizajes en tres horas de recorrido escuchando las historias llenas de lucha con triunfos y derrotas de una economía campesina diversificada por la necesidad de tener ingresos múltiples, ya que por más amor que se tenga a la tierra, la venta de los productos cultivados no alcanza para cubrir todos los gastos de la familia, algo difícil de creer observando semejante prodigio de la naturaleza todavía colorido ypróspero a pesar de los desastres climáticos, pero que encuentra explicación en los bajos precios que les pagamos en la ciudad.

Esta situación nada desconocida pero siempre olvidada, nos hizo ver la necesidad de ayudar a que la gente de la ciudad recuerde quiénes producen la comida y cómo lo hacen, los primeros participantes fueron vecinos de Miraflores y Achachicala quenos ayudaron a alcanzarel éxito esperado. Las primeras convocatorias fueron tímidas y exploratoriassolo para conocer la reacción de la gente, su curiosidad, sus dudas y sus principales motivaciones. Entre los resultadossorpresivos tuvimos la cantidad de compras que hicieron en cada visita que terminaba siendo como una feria a la inversa ya que los visitantes emocionados con la naturaleza, los animalitos y los aromas frescos de laruralidad,querían llevarsehasta las semillas, incluso cosechando personalmente con la guía de las anfitrionas. De esta forma poco a pocola actividad fue cobrando el legítimo nombre de agroturismo que es la combinación entre turismo y agricultura, Cultivos en falda de montaña, Chicani que también se suele denominar agroecoturismo para alcanzar el sentido complementario con la agroecología.

En este nuevo año y habiendo acabado la experiencia universitaria, las señoras de ambas comunidades desean continuar con el emprendimiento de manera sostenible por cuenta propiaincursionando en capacitación turística, clasificación de los componentes apreciables que posee su región y confección de una oferta que conquiste a la ciudad que se encuentra tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

Todos hemos sido turistas alguna vez y podemos serlo de distintas formas, sobre todo utilizando el turismo como una herramienta didáctica para entender la crisis climática que no queremos creer que es culpa nuestra, los vínculos rotos, los territorios perdidos, las especies atropelladas, los ecosistemas sometidos, las voces no escuchadas, las últimas huellas de las que antes se llamaban nieves eternas, los paisajes forzados del avance de la urbanización que sepulta los cultivos, las formas de vida ilegalizadas por la individualización y la propiedad privada, los extraños mecanismos de ayudas mutuas para trabajar en el campo que hacen realidad obras imposibles de pagar a la manera convencional porque funcionan con retribuciones asociativas contrapuestas a cualquier lógica neoliberal bajo el nombre de ayni.

Aptapi: comida comunitaria para los agroturistas

El turismo nos da la oportunidad de descubrir todo aquello que consideramos lo otro, el otro y la otra, inclusive todo lo que negamos permanentemente y que sin embargo circula dentro de nuestros propios cuerpos. Por eso habilitemos un domingo para salir de la casa a conocer la agrovida que rodea a nuestra ciudad y dejémonos guiar por las pequeñas sendas de las casas humildes pero profundamente orgullosas llenas de niños y surcosdonde podremos meter las manos y sacar racimos de papas rosadas, recoger locotos multicolores, nabos, rabanitos, acelgas, espinacas, papricas, lechugas, avena, choclo, habas, coliflores, vainitas y achogchas enredadas entre pepinos y cilandros que se ofrecen irresistibles de la mano de sus productoras, mujeres fuertes que le cambian el color las faldas de los cerros tres veces al año, de café a rojo, a violeta y amarillo. La esperanza deellas junto a sus maridos e hijos es conmovernos lo suficiente para convertirnos en sus cómplices y que nos unamos para enfrentar la batalla por preservar los sistemas vitales que nos circundan y que avasallamos sin clemencia. Allá nos esperan cada domingo nuestras caseritas, acudamos a su llamado que es un deleite colmado de aprendizajes rumbo a la construcción de un movimiento alimentario auténticamente político ciudadanocon propuesta propia, inclusiva y soberana.

 

 

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