Opinion

TROPELÍAS QUE SUMAN Y SIGUEN
A quien corresponda
Jenny Ybarnegaray Ortiz
Lunes, 10 Febrero, 2014 - 17:24

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Los derechos humanos son universales y la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia incorpora in extenso la carta de los derechos humanos de las Naciones Unidas. Esto lo sabemos todas las personas que habitamos en este país. Sin embargo, vivimos tiempos en los que, al parecer, todo puede tener la interpretación que se le antoje a quien sea, particularmente a gente oficiosa, “afín al proceso de cambio” que, en su afán de copar cualquier espacio con voz pública, sea de la sociedad civil o del estado, considera que los derechos humanos son particulares de sus correligionarios y de nadie más y el fin de semana pasado, nuevamente nos han sorprendido con actos que rayan en la delincuencia y/o en la alienación.

En un caso, según denuncia de los afectados,manos criminales prendieron fuego a las carpas de la “Plataforma de Luchadores Sociales”, un grupo de personas que vienen sosteniendo desde hace casi dos años una vigilia en frente del Ministerio de Justicia para exigir que se cumpla la Ley Nº 26040, según la cual se reconoce la acción de resistencia a las dictaduras militares como contribución a la democracia y se otorga resarcimiento a las personas que, por esta acción, fueron víctimas de persecución, exilio, reclusión, tortura, hasta producirles -en muchos casos- secuelas de invalidez.

Los oficiales de la brigada de bomberos ya han adelantado criterio señalando que un “corte circuito” produjo el incendio, mientras que las personas afectadas aseguran que “alguien” echó gasolina a las carpas para prender el fuego que consumió desde enseres personales hasta documentos históricos que avalan su derecho al resarcimiento por parte del Estado.

En este caso,la pregunta es ¿a quién le molesta esa presencia permanente al punto de generar un incendio de semejante magnitud?

Por otra parte, las mismas personas que en el mes de enero incursionaron violentamente en las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia con custodia policial, para impedir la realización del congreso ordinario de la filial La Paz, convocaron y realizaron un congreso paralelo, llamado “de unidad”, que concluyó con la posesión de un grupo de “representantes de organizaciones sociales”, afines al MAS, como la nueva mesa directiva de esa organización.

El comunicado que surgió de ese evento es, por decir lo menos, una inaudita confesión de parte. Han manifestado de forma tan burda su intención de convertir a esa filial en una oficina de defensa del “proceso de cambio” que ya nada permite dudar de sus propósitos. El comunicado[1] señala en una de sus partes:

“La nueva directiva ya tiene una tarea central de apoyar el proceso de cambio por intermedio del compañero Joaquin Mamani, estamos seguros que tendrá todo el apoyo de los hermanos de la COB, la compañera Maria Patiño, en representación de la hermanas Bartolinas, estamos seguro que realizara una gran labor en representación de las mujeres indígenas, esperamos que los denominados APDHLP dirigidos por una disque fundadora se incorporen a esta nueva gestión y dejen de apoyar a la Derecha en especial al MSM”.

Agregan, para que no quepan dudas:

“Tenemos varias tareas, como ser; la defensa del hermano Presidente Evo Morales de los ataques de la derecha, que utilizan los medios de comunicación discriminándolo, cerrar filas en contra de los procesos racistas culpándolo de violaciones a los DD.HH, como a sus Ministros que muy bien sabemos son inventos de la derecha, promoveremos el cambio de actitud de los libre pensantes para que se integren al proceso de cambio ya que entre hermanos no debemos pelearnos, nuestro enemigo son las tras-nacionales y el gobierno norte americano, en ese sentido seremos mediadores entre los empresarios privados y el pueblo para avanzar al desarrollo y que nuestro Estado Plurinacional sea moderno y dejar el subdesarrollo, si es necesario promoveremos una purga al interior de las Asambleas para sacar a los infiltrados de la Derecha y seguirles un proceso por traidores a la patria”.

Si la fuente de la información, la APDHLP, no tuviese la credibilidad de la que goza por mérito histórico propio, hasta me atrevería a dudar de su contenido. Este comunicado muestra claros signos de alienación, es tal el nivel de confusión al que ha llegado esta gente que no duda de la “legitimidad” de sus actos. Desvirtuar todas las acciones de investigación de la APDHLP que han conducido a la denuncia de graves atropellos a los derechos humanos de ciudadanas y ciudadanos bolivianos en múltiples eventos que, a su pobre entender,resultan ser “ataques de la derecha”, es ya el colmo de la alienación. Está claro y es evidente que su intención no es otra que convertir a la APDHLP en casa de campaña del MAS.

Si la indiferencia ante estas tropelías nos vence por inercia, indolencia e indiferencia, luego, cuando nos toque ser víctimas de la represión gubernamental (que ha existido y existe en todos los gobiernos de los que tengamos memoria, sean de “derecha” o de “izquierda”) ¿a quién vamos a acudir en busca de solidaridad?, ¿quién osará denunciarlo ante la opinión pública nacional e internacionales? ¿Acaso lo vamos a permitir?

Desde esta columna hago un ferviente llamado a la ciudadanía, a la “gente de a pie”, a la que aún conserva en la memoria a las nefastas dictaduras militares, que es capaz de reconocer en estos actos los hechos de un pasado que ya creíamos superado y que hoy retorna disfrazado de “izquierdismo” para asaltar los pocos espacios de denuncia que quedan abiertos. La democracia y el Estado de Derecho del que aún gozamos, así sea parcialmente, nos ha costado demasiado como para permitir que, a nombre de un desvirtuado “proceso de cambio”, nos sean arrebatados.