Fundación Jubileo

¿CUMPLIREMOS LOS ODM’S AL 2015?

Jubileo

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), acordados el año 2000, se constituyen en un compromiso y en una ruta mínima asumida por la comunidad internacional para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos. Ésta es considerada una agenda medible, con metas e indicadores excesivamente cuantitativos.

El que sea una agenda cuantitativa y medible contrasta con las realidades diversas de las regiones y, fundamentalmente, con los derechos humanos, al medir al ser humano y su desarrollo con base en criterios que consideran sólo aspectos materiales, obviando los ámbitos inmateriales del desarrollo, plasmados en derechos exigibles por las poblaciones más vulnerables.

A dos años del plazo

El año 2000 se celebró la Cumbre del Milenio, donde representantes de 189 estados signatarios de la Organización de las Naciones Unidas firmaron la Declaración del Milenio, la cual contenía ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que debían ser cumplidos hasta el año 2015.

Esta declaración fue resultado de la participación de cumbres mundiales y conferencias internacionales relacionadas a temáticas de la infancia, educación, nutrición, derechos humanos, población, desarrollo, hábitat, además del Protocolo de Kyoto, realizadas entre 1990 a 2000.

De las ocho metas trazadas hace más de una década, siete hacen referencia a la erradicación de la pobreza, alcanzar la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, disminuir la mortalidad infantil y materna, parar el avance del VIH/SIDA-paludismo y otras enfermedades, y lograr la sostenibilidad del medio ambiente. Por su parte, el objetivo ocho busca Fomentar una Asociación Mundial para el Desarrollo, de manera que el sistema comercial, la ayuda oficial y los préstamos, garanticen cumplir los primeros siete objetivos y, en consecuencia, se establezca un mundo más justo.

Para efectos de monitoreo y evaluación se deben tomar en cuenta los tres niveles definidos para los ODM. Sin evaluar el cumplimiento de los indicadores no es posible afirmar si una meta fue cumplida, lo mismo ocurre en el caso de los objetivos, los que dependen del cumplimiento de las metas.

Niveles de los ODM

Para la homologación en el ámbito internacional y para medir los progresos entre 1990 y 2015 se postularon 21 metas y 60 indicadores. El país adoptó 76% de las metas y 71% de los indicadores de seguimiento propuestos a nivel internacional.

En el caso particular de Bolivia, considerando la calidad y cantidad de la información relacionada para los (ODM) y la capacidad de las instituciones públicas encargadas de calcular y proyectar indicadores, desde el primer informe de 2003 se implementó un sistema que paulatinamente fue cambiando, hasta llegar a definir en el sexto informe de progreso de los ODM del año 2010, 43 indicadores de seguimiento distribuidos en 16 metas. De fuentes oficiales se conoce que en las próximas semanas el Gobierno hará público el séptimo informe con datos actualizados.

Desempeño de los ODM

Al principio, en Bolivia, los indicadores de los ODM para las acciones de las políticas públicas referidas a su logro fueron diseñados y clasificados para realizar: i) El seguimiento en el corto y mediano plazo ii) La evaluación en el largo plazo. Con base en esta clasificación, los 43 indicadores  son categorizados en 18 de impacto, 15 de resultado y 10 intermedios.

En los últimos meses se han conocido diferentes opiniones referidas a que el país habría cumplido alguna meta e inclusive superado alguno de los ocho objetivos. Al respecto, es difícil determinar y afirmar con exactitud los progresos alcanzados  en los ODM, cuando en dicho proceso no se dispone de datos precisos o éstos están disponibles con mucho desfase; el otro aspecto es el progreso disparejo a nivel regional. Por ello, es necesario establecer y alertar sobre las limitaciones en el proceso de elaboración de los indicadores y en la periodicidad de presentación de los mismos, teniendo mucho cuidado con estas afirmaciones.

Durante estos 13 años, a partir del 2000, las diferentes autoridades han publicado sólo seis informes de progreso. En espera de la publicación del séptimo informe a cargo de UDAPE,en agosto de este año, Fundación Jubileo y otras organizaciones e instituciones  de la sociedad civil realizan esfuerzos para presentar informes con datos disponibles a la fecha. En el presente documento se resume la situación de 23 indicadores.

En ese sentido, de estos 23 indicadores se desprende que sólo 3 han logrado cumplir la meta: en el largo plazo, uno de impacto que es la reducción de la extrema pobreza; en el mediano y corto plazo, uno intermedio que es el incremento de cobertura de los partos institucionales y otro de resultado que es reducir el índice de parasitosis de la malaria.

Hay una meta particular en la cual se logró eliminar la desigualdad entre los sexos en los niveles de enseñanza, que antes era desfavorable a las mujeres, pero que actualmente es desfavorable a los varones. Otro caso particular es que aún se mantiene la cantidad de superficie ocupada por bosques y áreas protegidas.

En resumen, en términos cuantitativos, se observa la falta de cumplimiento de la mayoría de los indicadores. Es evidente que en algunos indicadores el país está muy cerca de su cumplimiento, pero para un adecuado seguimiento se hace necesaria la disponibilidad y acceso a mejores y más oportunos datos que permitan asegurar una mejor rendición de cuentas y control social.

También se constata que la disponibilidad de estadísticas fiables para evaluar la marcha de los ODM sigue siendo insuficiente. Por consiguiente, se debe actuar con cautela cuando se interpretan datos agregados o se formulan opiniones sobre el progreso en general.
En ese sentido, hay algunos aspectos técnicos que deben ser tomados en cuenta, como por ejemplo el uso del denominador en los indicadores, que generalmente es demográfico (población), considerando que actualmente se usan los datos del Censo 2001 y que próximamente serán reemplazados por los datos del Censo 2012.

Situación en Bolivia de los ODM 2015

ODM 1. ERRADICACIÓN DE LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE: La reducción de la extrema pobreza, desde 1996 a 2011, fue de 20 puntos porcentuales; habiendo bajado de 41,2% a 20,9% en ese periodo. La mayor parte de esta reducción se registró en los últimos cuatro años. Esta primera meta habría sido alcanzada; sin embargo, el país aún está lejos del promedio de Latinoamérica (11,5%).

En Bolivia existen más de dos millones de personas que viven en extrema pobreza, esto significa que ni siquiera tienen Bs 8.- como ingreso diario para comprar un conjunto básico y mínimo de alimentos para su subsistencia. La pobreza todavía se concentra en el área rural, donde el 41% de la población vive en la indigencia.

La desigualdad persiste y el nivel es casi similar al promedio de Latinoamérica, región que es considerada la más desigual del planeta (el Gini en Bolivia, para 2011, es 0,47 y de Latinoamérica  0,41).

Por otra parte, la desnutrición infantil continúa siendo un gran problema en el país. El 2008 existían cerca de 160 mil niños menores de tres años que se encontraban con desnutrición crónica.

ODM 2. LOGRAR LA ENSEÑANZA PRIMARIA UNIVERSAL: Según los reportes del sistema de información de educación, los niveles de cobertura de alumnos inscritos en el nivel primario se han estancado en tasas de 80%, nivel inclusive más bajo al alcanzado en la década anterior, cuando se llegó a 90%. Respecto de la culminación del nivel primario, en la gestión 2011 se logró elevar la tasa a 90%; hasta el 2010, la tasa de término de primaria era de 77%.

Se requiere avanzar hacia la educación secundaria, la cobertura de la población que debería estar estudiando en este nivel es apenas 67% y la culminación del sexto de secundaria sólo alcanza a 55%.

En ambos ciclos, primaria y secundaria, se requiere mejorar la calidad del servicio.

ODM 3. PROMOVER LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LA AUTONOMÍA DE LA MUJER: La paridad de género en la educación respecto de la culminación de primaria y secundaria es favorable a las mujeres; esto quiere decir que mayor cantidad de mujeres terminan estos ciclos.

La tendencia mundial manifiesta que se debería poner énfasis y fortalecer la cobertura en la educación del nivel inicial. Los datos de cobertura para este nivel muestran que existe una mayoría de niños que son inscritos antes que las niñas, y el nivel de cobertura promedio de ambos sexos para este ciclo es de apenas 45%.

Respecto a la autonomía por razón de género, en Bolivia, este objetivo no considera medir la falta de autonomía económica de la mujer (ingreso y propiedad), la violencia contra la mujer y el acceso a la participación política en la toma de decisiones.

ODM 4. REDUCIR LA MORTALIDAD DE LA NIÑEZ: La tasa de mortalidad infantil continúa siendo un gran problema. Para 2008, en Bolivia se registraban 50 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, cifra que triplica el promedio latinoamericano de 16 defunciones por 1.000 nacidos vivos. En el área rural, la tasa de mortalidad infantil es de 67, el doble que en el área urbana, 36.

Todavía falta alcanzar la cobertura de vacunación de pentavalente en menores de un año. Hasta el 2015 debe alcanzarse a una cobertura de 95%; pero hasta el 2011 el porcentaje de cobertura era de 83%.

ODM 5. MEJORAR LA SALUD MATERNA: La mortalidad materna era de 310 casos por cada 100.000 nacidos vivos; será difícil cumplir la meta. En este indicador, se registra la alerta del incremento de embarazos en adolescente en hogares pobres. Lamentablemente, para medir este indicador existe todavía ausencia de buenas fuentes de información y los datos carecen de oportunidad.La buena noticia es que se avanzó en la cobertura del parto asistido por personal médico institucionalizado, llegando al 73% de asistencia.

ODM 6.COMBATIR EL VIH-SIDA, MALARIA Y OTRAS ENFERMEDADES: La prevalencia del VIH se ha ido incrementando desde 1996, llegando a 75 casos por millón de habitantes. La mayor preocupación es que los jóvenes no tienen suficiente conocimiento sobre la enfermedad y la forma de prevención.

En el caso de la malaria, se ha logrado cumplir la meta fijada, 2 de cada 1.000 habitantes presentan parasitosis de malaria. En cambio, en el caso del chagas, casi la quinta parte de los municipios tienen índices de infestación mayores a 3%. Sólo 86% de pacientes son curados de la tuberculosis.

ODM 7. GARANTIZAR LA SOSTENIBILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE: El uso de sustancias como los clorofluorocarburos que agotan la capa de ozono ha disminuido considerablemente; sin embargo, las emisiones de CO2 crecen en forma constante. En el periodo 2003-2007, las emisiones llegaban a 1,4 toneladas métricas per cápita y para el periodo 2008-2012 subió a 1,5.

Las coberturas de agua potable (75%) y saneamiento básico (49%) han ido en aumento, pero las diferencias urbano rurales siguen siendo grandes (en el área urbana, 9 de 10 personas acceden a agua potable, en el área rural sólo 5 de 10; respecto al acceso al servicio de saneamiento básico en el área rural sólo 4 de 10 personas logran acceder a este servicio). Los resultados del censo de 2012 mostrarán con mayor precisión los avances al respecto.

Existe el riesgo de que la superficie de las áreas protegidas ¬que corresponde a 53,4% del territorio- no sea mantenido. En el caso específico de que se construya la carretera por el TIPNIS, esta decisión provocaría el incumplimiento de la meta y se afecte la superficie de  esta área protegida con la consecuencia de disminuir la proporción. Similar situación correrán áreas donde se inicien actividades de exploración hidrocarburífera.

ODM 8. IMPLEMENTAR ALIANZAS GLOBALES PARA EL DESARROLLO: El apoyo por parte de las naciones más ricas hacia las naciones en desarrollo es de 0,31% de su ingreso nacional, cuando debería ser el 0,7%. Entonces, se observa que la alianza mundial para el desarrollo es el objetivo más retrasado.

Todavía preocupan los niveles de los aranceles aplicados a productos agrícolas por economías desarrolladas a economías en desarrollo y los subsidios agrícolas en los países desarrollados, que alcanzan a cerca de 200 mil millones de dólares, lo que provoca desigualdad de oportunidades afectando a las economías más débiles.En Bolivia, se puede observar que existe un preocupante incremento de la deuda pública que desde 1998 subió en 3,3 mil millones de dólares.

Nuevos objetivos de desarrollo son propuestos para el 2030

Estamos a  dos años para el 2015, fecha límite para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y desde el 2011 el Secretario General de la ONU estableció trabajar en la preparación de un sistema para una nueva agenda de desarrollo. Para el efecto, se ha constituido un Grupo Panel de alto nivel de personas eminentes que tienen como objetivo realizar recomendaciones sobre la visión y forma de la nueva agenda de desarrollo post-2015, que ayude a enfrentar los desafíos globales.

Para la agenda post-2015, este panel de alto nivel ha presentado una propuesta de nuevos objetivos a ser cumplidos hasta el 2030. El propósito de estos objetivos establece que hasta esa fecha el mundo sea más equitativo, más próspero, más pacífico y más justo, donde además el desarrollo sea sostenible.Esta agenda tiene una visión de meta para el año 2030, de un mundo donde se haya terminado la pobreza extrema y el hambre, haya agua limpia para todos, existan escuelas, hospitales y ninguna persona haya quedado postergada. Un mundo en el que exista empleo para los jóvenes, donde las empresas crezcan con patrones de consumo y de producción en equilibrio. Donde todas las personas tengan la misma oportunidad para las decisiones que afectan sus vidas. Donde los principios de la equidad, sostenibilidad, solidaridad, respeto a los derechos humanos sean responsabilidades compartidas y de acción común.

Los nuevos objetivos propuestos post-2015, son considerados como una base para la discusión y, si son aprobados, puedan realmente ser cumplidos. Para ello, el grupo panel de alto nivel está desarrollando un plan de trabajo para centrar los esfuerzos mundiales, para cristalizar consenso y generar apoyo internacional.

Durante el próximo año y medio, se espera que esto nuevos objetivos sean debatidos, discutidos y mejorados. El Grupo panel, recomienda que todas estas metas deben ser universales, y que casi todos los objetivos planteados deben ser establecidos a nivel nacional e inclusive local.

En Bolivia, el Gobierno nacional, los gobiernos subnacionales, organizaciones de la sociedad civil, empresarios, académicos y otros sectores deberían abordar estas propuestas y tomar posiciones al respecto.

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PACTO FISCAL: DESARROLLO PARA LA PAZ

Jubileo

La Paz es un departamento conuna economía principalmentededicada a servicios antes quea la producción de bienes; esel segundo con mayor población en elpaís y casi la mitad de ella en situaciónde pobreza. Ante los indicadoresde retraso surgen propuestas parapromover un pacto para el desarrollo.

Los resultados preliminares del Censo2012 confirman la tendencia de que eldepartamento de Santa Cruz concentraahora la mayor proporción depoblación en el país (27%); seguido deLa Paz (26%) y Cochabamba (19%). LaPaz tiene, incluso, tasas de crecimientopoblacional inferiores a la década delos setenta.

Por otra parte, desde 1997, eldepartamento de La Paz dejó de ser elprimero en aportar al Producto InternoBruto y fue desplazado por Santa Cruz.

En la última década, el crecimientoeconómico del departamento de La Paztuvo una tasa promedio de 4,4%; entanto que el país creció, en promedio, a4,7%. Comparando con otras regiones,se observa menor crecimiento respectoa Tarija (10,7%) y Potosí (6,9%).

Con referencia a las exportaciones,La Paz se constituye en el cuartodepartamento con mayor valor deexportaciones; pero aporta apenas con10% del total nacional, por detrás deTarija, Santa Cruz y Potosí.

Los indicadores sociales tambiénllaman la atención. El 44% de lapoblación del departamento es pobre y21% de la población vive en extremapobreza; es el tercer departamentodetrás de Potosí y Chuquisaca dondeexiste mayor desigualdad en ladistribución del ingreso.

De continuar esta situación, eldepartamento de La Paz se verápostergado y relegado por las demásregiones.

Frente a estos indicadores, se hacenecesario un gran acuerdo público–un pacto para el desarrollo- quecomprometa a autoridades de gobiernoslocales, comunidades, organizacionesde base, grupos de ciudadanos locales,empresarios y otros sectores.

En la perspectiva de que en la próximagestión se contemple la propuestametodológica para el pacto fiscalnacional, como mecanismo deconcertación entre sociedad civil yEstado, con miras a la construcción deldesarrollo, del país, el departamentode La Paz debe aprovechar y tenerpreparada una propuesta para construirlas bases de su desarrollo.

Una de las tareas importantes deldiálogo debe ser la definición de loscontenidos del pacto para el desarrollou objetivos de política públicadepartamental.

Estos contenidos deben considerar almenos cinco componentes, a partir delrol del sector público en la economíay guardando relación con el ciclo dela política pública y su financiamiento,con una clara orientación hacia elciudadano receptor de los beneficiosde la aplicación de la accióngubernamental. Éstos son:

1. Generación de recursos. Lapolítica de este componente debeestar dirigida a la necesidad dela transformación productiva deldepartamento. Durante la últimadécada, la participación del sectorterciario, específicamente delcomercio transporte y serviciosfinancieros, públicos y personalescomo contribución al PIBdepartamental correspondió a másde la mitad, 54%. (Grafico 1)

En cambio, actividades económicasque inciden en la generación demayor valoragregado del sectorsecundario sólo contribuyencon 15% y el sector primario–fundamentalmente agrícola yextractivo- con 12%. Por tanto, sehace necesario el incremento dela productividad y la creación deempleo digno.

2. Captación de recursos. A medianoplazo, el departamento de La Pazdebe aplicar una normativa clararespecto a los temas impositivos enlos sectores estratégicos, en el marcode una reforma tributaria nacional.Analizando la estructura de recursosdisponibles en el presupuesto 2013(Gráfico Nº 2 y Nº 3), respectoa la gobernación, se muestra laimportancia del apoyo del GobiernoCentral mediante transferencias decapital que representan 17%. El IDHrepresenta 11%.
En cuanto a los gobiernosmunicipales, los recursos porcoparticipación tributaria dela participación popular e IDHrepresentan 44% y los ingresos porimpuestos 13%.

Entonces, La Paz debe generarpolíticas que incorporen al conjuntode la población, mediante el apoyoa las actividades económicasproductivas, además de decisionesclaras respecto a inversión pública yprivada, de tal forma que la regiónpueda captar una mayor proporciónde la riqueza generada en sueconomía.

3. Gestión Pública. Los objetivos delcomponente de gestión públicadeben estar centrados en el beneficiohacia el ciudadano paceño,orientando todo el esfuerzo de losgobiernos locales de La Paz, parasatisfacer sus necesidades de formaeficiente y eficaz.

Los recursos disponibles no ejecutadosen la gobernación y municipios,guardados en cuentas bancarias,equivalen a 36% y 21%, respectivamente.(Ver gráficos Nº 2 y Nº 3)

Los gobiernos municipales del paístienen saldos de presupuestos noejecutados hasta 2013 por un valorde 3.711 millones de bolivianos. Deeste total, los municipios de La Paztienen en sus cuentas el mayor valorde recursos no ejecutados hastael 2013, más de 855 millones debolivianos. (Gráfico 4)

Entonces el departamento debeasumir una posición que permitauna mejor dotación de instrumentosadecuados a su realidad y susentidades, que proponga unreplanteo al modelo de gestiónpública y de los sistemas SAFCO,una definición más clara encuanto a sistemas de planificación,presupuestos y recursos humanos,y un nuevo enfoque de gestión porresultados.

4. Distribución de recursos. Estecomponente debe tener unplanteamiento que tenga comoobjetivo clarificar la distribuciónvertical y horizontal de los recursosfiscales entre los distintos entesinstitucionales del sector público,tanto en transferencias, incluyendoregalías; como en impuestos,así como normas para un mejorordenamiento de las fuentes.

Por ejemplo, con los actuales criteriosde distribución los departamentosmás perjudicados son Santa Cruz yLa Paz, éste último recibe per cápitaBs 1.530, cinco veces menos encomparación con un habitante deTarija (Bs 7.848) y 300% menos quelos habitantes de Pando (Bs 6.263).

5. Utilización de recursos. Estecomponente servirá para plantear laeliminación de ciertas restriccionesal gasto de la gobernación yde los municipios, así como la
necesidad de una nueva propuestade responsabilidad fiscal vinculadaa una evaluación del costo delas competencias y a un modeloabierto de retroalimentación hacia laciudadanía, de tal forma que el sectorpúblico pueda hacer un uso eficientede los recursos públicos asignados.

La estructura planteada en elpresupuesto de 2013 respecto a lainversión pública en el departamentocontinua haciendo énfasis enel transporte, principalmentecaminos (51%), dejando de lado lainversión en sectores productivosque sólo representa 6% y el sectoragropecuaria 10%. (Gráfico Nº 5)

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PAÍSES QUE NO INVIERTEN EN DESARROLLO

Jubileo

La explotación de hidrocarburos genera importantes ingresos para países y empresas en el mundo. Algunos de esos países, aunque pocos, destinan esos recursos a inversiones que multiplican sus ingresos y que luego generan más beneficios y bienestar para su población. Otros, en cambio, destinan principalmente al gasto, sin garantizar su sostenibilidad ni su diversificación económica; por el contrario, corren el riesgo de frenar su desarrollo.

Un país ejemplo de aprovechamiento de la bonanza es Noruega, el cual destina sus recursos provenientes de la renta petrolera a la adquisición de activos financieros, específicamente acciones de empresas y bonos que garanticen importantes niveles de rentabilidad, así acumula importantes recursos que se convierten nuevamente en inversiones.

En el otro extremo se encuentra Nigeria, país que ha priorizado el gasto innecesario y que, adicionalmente, presenta altos indicadores de corrupción.

El que un país cuente con bastantes recursos no renovables, como hidrocarburos y otros, no garantiza el desarrollo económico y social, siendo necesarias políticas y estrategias orientadas a diversificar el aparato productivo.
Por esta razón, el análisis de las políticas y estrategias que se implementan en Bolivia respecto a su riqueza gasífera adquiere prioridad, más aún cuando la renta obtenida por su comercialización representa alrededor de 50% de las exportaciones del país.

Nigeria

Este país es el mayor productor de crudo de África, con una producción que alcanza a 25% de todo el petróleo crudo de ese continente y 3% del total mundial.

Los sectores de gas y petróleo han sido los más importantes dentro de su economía desde el auge de los precios del petróleo en los años 70. En 1977 creó su propia empresa estatal Nigerian National Petroleum Company (NNPC). El país cuenta con grandes reservas petrolíferas.

En términos de su economía interna, la producción de crudo representa cerca de 21,5% del PIB nacional, un 90% de las exportaciones y cerca de 80% de los ingresos fiscales del Estado.

La mayor parte de la producción de hidrocarburos en Nigeria proviene de acuerdos de riesgo compartido (joint venture), en las que la empresa nacional de petróleo tiene una participación mayoritaria y empresas como Shell, Chevron, Mobil, Agip, Elf y Texaco son accionistas minoritarias, las cuales operan esos campos. En años recientes, el Gobierno ha tenido problemas para cumplir con su aporte de capital para esos acuerdos de riesgo compartido.

El gobierno federal de Nigeria administra los ingresos por la producción y comercialización de petróleo crudo. Desde el 2004, el presupuesto federal considera como referencia un precio de 59 dólares por barril de petróleo y los ingresos recibidos por encima de ese precio son depositados en una cuenta del Banco Central. El resto se asigna a los tres niveles de gobierno: federal, estatal y local, con 13% adicional destinado a los estados productores de petróleo.

Sin embargo, a pesar que el primer descubrimiento de petróleo en Nigeria data del año 1956, ese país no ha podido canalizar los ingresos obtenidos del petróleo para desarrollar su economía debido a una mala política de gasto y una gestión inadecuada, caracterizada, además, por constantes cambios de gobierno en medio de escándalos de corrupción y profundos conflictos sociales, incluso varias guerras civiles por mayor control del petróleo y participación política entre las regiones y tribus del Norte y del Este. Asimismo, una parte importante de los ingresos del sector ha sido desperdiciada en diferentes gastos corrientes.

De acuerdo con el informe “African Economic Outlook”, las inmensas reservas de petróleo de Nigeria y su dinamismo empresarial no han repercutido en el progreso social ni en el desarrollo sostenible. Los indicadores del desarrollo humano muestran que el país todavía no ha alcanzado los Objetos de Desarrollo del Milenio (ODM). El Informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas colocó a Nigeria en el puesto 154 de 179 países, por detrás de la media del continente africano.

Noruega

Noruega es un estado monárquico de Europa. Es el tercer exportador de petróleo del mundo después de Rusia y Arabia Saudita, y su industria petrolera representa una cuarta parte de su PIB nacional.

Noruega descubrió su potencial hidrocarburífero en los años 60, cuando tenía una economía basada principalmente en la industria pesquera y muy poco dependiente de las importaciones de petróleo debido a importantes avances en el desarrollo de la hidroelectricidad.

Cuando el país nórdico comenzó la etapa de producción petrolera, en 1971, decidió desarrollar, primero, una serie de normativas que garanticen el mayor beneficio para toda su población y una importante participación estatal en esta actividad. Durante la década de los 80, el Gobierno tuvo que fortalecer con significativas inversiones a Statoil, a fin de garantizar una importante participación estatal en el rubro petrolero.

En 1990 creó un Fondo Petrolero también denominado Fondo de Pensiones, para administrar los ingresos por hidrocarburos. Este Fondo comprende todos los ingresos derivados del petróleo, así como los beneficios de las inversiones, menos una porción que se destina al presupuesto del gobierno, que alcanza solamente a 4% de los retornos de dicho Fondo.

Uno de los aspectos más interesantes del caso noruego es que los recursos de este Fondo se invierten en activos financieros, que son acciones en empresas y bonos (incluyendo deuda soberana) en todo el mundo. Es decir que no consumen su renta sino la invierten en el exterior y, además, estas inversiones, a su vez, les generan mayores rendimientos; constituyéndose en un círculo virtuoso generador creciente de ingresos para su país.

A la fecha, el Fondo de Pensiones Noruego acumuló más de 710 mil millones de dólares americanos como resultado de la aplicación de un impuesto de 78% sobre las utilidades de las empresas petroleras que operan en ese país.

Bolivia

Bolivia, especialmente desde la gestión 2005 con la creación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y el incremento de los precios internacionales, ha estado recibiendo cuantiosos recursos por concepto de la renta hidrocarburífera.

El IDH y las regalías constituyen casi una tercera parte de los ingresos fiscales. Asimismo, cerca de la mitad de las exportaciones corresponden al sector hidrocarburos.

Recursos para varios usos

Por un lado, dos terceras partes del IDH son destinadas a gastos corrientes, mientras que solamente un tercio está orientado a inversión. Estos recursos están siendo dispersados en diferentes finalidades y sólo una pequeña parte (4%) se destinada a lo productivo, como los sectores agropecuario y desarrollo económico.

Por otro lado, en el caso de 18% del valor de la producción, correspondiente a las regalías, una tercera parte de éstas es asignada al nivel central (TGN), que básicamente financia gastos corrientes. Dos terceras partes reciben las gobernaciones, las cuales pueden destinar hasta 25% a gastos corrientes, y el resto a la inversión en sectores como caminos, agropecuario, electrificación y otros. Por lo tanto, aproximadamente, 50% de las regalías son destinadas a inversión y otro 50% a gastos corrientes.

En razón a que la renta por hidrocarburos proviene de fuentes no renovables, asignar a gastos corrientes puede ocasionar problemas de insostenibilidad a futuro, además que implica una pérdida de patrimonio si se destina a gastos de consumo del gobierno.

Por otro lado, al analizar el planteamiento del cambio de matriz productiva, tampoco se advierte que el Estado esté asignando recursos a los sectores productivos alternativos al de hidrocarburos y minerales, como son los sectores agropecuario, industria y turismo. En 2011 solamente 7% de la inversión pública (de todo el sector público y con todas las fuentes de financiamiento) fue destinada a estos sectores, por lo que el Estado no estaría impulsando la diversificación económica por esta vía.

En síntesis, no se percibe que la renta por hidrocarburos esté siendo utilizada de manera estratégica hacia un proyecto de desarrollo y el logro de cambios estructurales, como ser una economía productiva, sostenible y que genere ingresos y empleo.

El análisis comparativo es imprescindible. ¿Estamos más cerca de un buen ejemplo como el caso de Noruega, que aprovecha la renta para multiplicar sus recursos, o más cerca de Nigeria, país africano que no ha aprovechado sus grandes recursos para mejorar y proyectar su economía más allá del corto plazo, con un enfoque de sostenibilidad?
Es también cierto que las realidades son distintas puesto que, a diferencia de Bolivia, cuando Noruega descubrió su potencial hidrocarburífero, en la década de los años 60, ya había alcanzado importantes niveles de desarrollo socioeconómico; empero, es importante observar y comparar las experiencias para tener una idea de los resultados que el país podría alcanzar.

Por un lado, se está asignando una parte muy importante de los recursos de la renta hacia gastos corrientes que implica una pérdida de patrimonio, y no se percibe que el Estado esté orientando los excedentes económicos hacia una economía productiva, diversificada y más sostenible.

Por otro lado, algunas señales indican que el país estaría yendo en camino opuesto al ejemplo de Noruega, ya que a diferencia de ese país –que invierte en activos financieros en el extranjero que además le generan rendimientos-, Bolivia, a pesar de contar también con grandes ingresos provenientes de la renta hidrocarburífera, actualmente acomoda activos financieros a través de bonos soberanos, comprometiéndose a pagar intereses a los acreedores e incrementando la deuda externa.

Como perspectiva, queda el escenario del pacto fiscal en el cual, entre otros temas, se pueda discutir nuevamente sobre el destino de los recursos públicos, como la renta extractiva, conforme a un proyecto de país y orientado a un desarrollo más sostenible.

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$us3.800 MILLONES SIN EJECUTAR

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Los saldos sin ejecutar en cuentas fiscales del Sector Público se han duplicado en menos de tres años. A febrero de 2013 se guardaban en bancos 26.736  millones de bolivianos, equivalentes a más de 3.800 millones de dólares, de acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas.

Las entidades públicas que no ejecutaron sus presupuestos son los municipios (35%), los gobiernos departamentales (21%), las instituciones de Seguridad Social (17%) y las universidades públicas (9%).

Los 3.800 millones de dólares estancados en cuentas fiscales son equivalentes a más de un año y medio de recaudación de la renta hidrocarburífera del país.

En gestiones anteriores, Bolivia figuraba entre los países más pobres y el Estado arrastraba cifras rojas en su economía. Como efecto de la subida de precios del gas y el petróleo en el contexto internacional, y debido a la creación del Impuesto Directo a los Hidrocarburos, el país comenzó a recibir más recursos desde el año 2005.

Las instituciones que más dinero reciben por IDH y regalías hidrocarburíferas son los municipios y los gobiernos departamentales, estos gobiernos subnacionales guardan la mayor cantidad de recursos.

La falta de ejecución está relacionada a diferentes factores como las insuficientes capacidades técnicas, los pesados sistemas y procedimientos de gestión, la falta de planificación, las inconsistencias en la distribución de recursos públicos y otros.
Por otro lado, a pesar de los anuncios de que el país avanzaría hacia un cambio de matriz productiva, menos de 10% del total de la inversión pública es orientada a sectores productivos como agropecuario, industria y turismo, que son los sectores alternativos a hidrocarburos y minerales, y los que generarían fuentes de trabajo.

El último dato ejecutado de inversión para esos sectores productivos alternativos es de 8,7% para la gestión 2012, insuficiente para transformar la economía.

Estas dos situaciones revelan las limitaciones que tiene el Sector Público para ejecutar su presupuesto y especialmente para impulsar la diversificación económica a través de la inversión productiva. Éste es uno de los desafíos más importantes para el sector público para aprovechar el momento actual que ofrece el escenario internacional con precios altos por los recursos naturales no renovables extraídos en el país.

Pero si el Sector Público no logra cumplir con tan importante misión, queda el otro actor de la economía que es el sector privado, por lo que las transferencias público–privadas surgen como una opción viable, tal como prevé la normativa actual.
Transferencias público–privadas

Al advertirse que el Estado no está logrando diversificar e impulsar la economía a través de la inversión productiva y que los diferentes niveles de gobierno, principalmente subnacionales, siguen acumulando saldos de presupuestos sin ejecutar, surge la alternativa de las transferencias público–privadas, como un mecanismo alternativo que contribuya a una mayor ejecución y que se orienten recursos públicos hacia fines productivos.

La determinación de autorizar las transferencias público–privadas permitiría reconocer las limitaciones que tiene el sector público y la necesidad de incorporar al sector privado en la dinámica en la que se dispone de un mayor flujo de recursos que el país recibe y el objetivo de que a partir de éstos se construya una economía más diversificada, sostenible y que genere empleo.

Una determinación así no implica un retorno al modelo anterior, cuando el sector privado era el principal actor de la economía y controlaba las empresas estratégicas, dejando muy poco beneficio para el Estado. Esta vez se tratan de recursos del Estado complementados con la acción y las iniciativas privadas para fomentar la productividad. Un acuerdo entre Estado, empresarios y trabajadores podría dinamizar la economía.

Normativa

El artículo 110 de la Ley Marco de Autonomías y Descentralización establece las transferencias público–privadas por parte de los gobiernos subnacionales para que éstos puedan estimular la actividad productiva.

Adicionalmente, la ley del Presupuesto General 2012 y la ley de modificaciones al presupuesto 2012 establecen las transferencias público–privadas para entidades del Órgano Ejecutivo del Nivel Central y para el Fondo Indígena, instancia beneficiaria de recursos del IDH. Esta ley fue reglamentada mediante Decreto que incluso determina específicamente las entidades del nivel central autorizadas para realizar las transferencias público–privadas.

Sin embargo, la Ley Nº 317 del Presupuesto General del Estado 2013 incorpora algunas complementaciones o cambios a las transferencias público–privadas de las entidades territoriales autónomas en sentido de que éstas pueden realizar esas transferencias, pero a instituciones privadas nacionales sin fines de lucro.

Esta ley es reglamentada mediante Decreto Supremo Nº 1460, instrumento que determina que el Viceministerio de Inversión Pública deberá habilitar la solicitud de entidad beneficiaria de las transferencias público–privadas de capital.

Sobre esta última determinación queda el cuestionamiento con relación a la autonomía que tienen los gobiernos subnacionales sobre la administración y el uso de sus recursos; además que, en cierta manera, esta norma cambia el espíritu de los establecido inicialmente por la Ley Marco de Autonomías en sentido de que no se restringía las transferencias a instituciones sin fines de lucro y que eran los propios gobiernos subnacionales los que debían reglamentar estas transferencias.

Perspectivas

Queda el desafío que los gobiernos subnacionales implementen y reglamenten este mecanismo para que con el concurso del sector privado se contribuya a la construcción de una economía más diversificada, sostenible y que genere empleo. Y que estas determinaciones sean realizadas por los gobiernos subnacionales, conforme a su carácter autónomo, que implica una autonomía en la administración y uso de sus recursos.

Finalmente, para una mayor participación del sector privado en la economía y para impulsar el desarrollo quedan otras tareas pendientes, relacionadas al marco normativo, como una Ley de Inversiones concertada, el tema de la propiedad privada, la tenencia de la tierra y otros.

Mientras no se tengan emprendimientos productivos por vía de la inversión, ya sea pública o privada, prevalecerá el desempleo, subempleo e informalidad. Nuestra preocupación institucional está enfocada a favorecer a sectores más postergados con oportunidades de empleo e ingresos, siendo la misión luchar contra la pobreza y lograr el desarrollo humano integral y sostenible en el tiempo.

Artículo 110 de la Ley Marco de Autonomías:

Las entidades territoriales Autónomas podrán...: Transferir recursos públicos, en efectivo o en especie, a organizaciones económico productivas y organizaciones territoriales, con el objeto de estimular la actividad productiva y generación de proyectos de desarrollo, seguridad alimentaria, reconversión productiva y salud, en el marco del Plan General de Desarrollo; el uso y destino de estos recursos será́ autorizado mediante norma del Órgano Legislativo de los gobiernos autónomos.

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PRESUPUESTO 2013

Fundación Jubileo

El Presupuesto General del Estado para la gestión 2013presenta un incremento en los ingresos fiscales, pero también se incrementan los gastos. En el caso del Nivel Central, se observa una situación deficitaria y la utilización de recursos de los Bonos Soberanos (deuda) para cubrir gastos del Tesoro General de la Nación (TGN).
Se advierte la apuesta del Gobierno por los sectores extractivos y por las empresas públicas; sin embargo, aún no se percibe que se priorice la inversión productiva para la diversificación de la economía y la generación de empleo.

  • Los ingresos por impuestos aumentarán en 16%
  • Los ingresos por la renta de hidrocarburos (IDH y regalías) proyectan un incremento de 38%, explicado por un aumento en la producción.
  • Los gastos corrientes se incrementan en 16% y la inversión pública en 17%
  • Casi una tercera parte de la inversión corresponde a las empresas públicas del Estado. En general, se observa un peso importante de las empresas públicas en el presupuesto y en la asignación de recursos.
  • Con relación al destino de la inversión por sectores, el que recibe mayor inversión es Transportes (principalmente caminos), con 30,2% del total.
  • La inversión en sectores extractivos –como hidrocarburos y minerales- es más que el doble en comparación con la inversión productiva relacionada a la diversificación y generación de empleo, como es el sector Agropecuario, Industria y Turismo, que en conjunto, sólo reciben 9,3% del total. El destino de la inversión en sectores productivos revela una apuesta extractivista, más que un cambio de matriz productiva.
  • Se tiene programado un déficit (más gastos que ingresos) del Tesoro General de la Nación (Nivel Central) mayor al déficit del conjunto del Sector Público.
  • Otra vez se tiene prevista la contratación de deuda externa por 500 millones de dólares a través de los Bonos Soberanos, haciendo un total de 1.000 millones de dólares, considerando el crédito contratado a fines de la gestión anterior a través de este mismo mecanismo. Sin embargo, no se puede identificar en el presupuesto los gastos que se realizarían con estos recursos. Al parecer, han sido registrados como gastos con recursos TGN, como si fuera dinero proveniente de impuestos para ser utilizados por el Nivel Central en diferentes gastos corrientes.

Ingresos por impuestos
Los ingresos por impuestos (sin considerar el Impuesto Directo a los Hidrocarburos ni las recaudaciones en certificados de crédito fiscal) aumentarán en 16%, en comparación con el presupuesto 2012.

Los impuestos son los principales ingresos recurrentes que recauda el Estado para financiar sus gastos corrientes, por lo que es importante que el Estado pueda incrementar estos recursos para financiar los gastos e inversiones públicas.

Ingresos por hidrocarburos
El precio del barril de petróleo que se ha considerado para el Presupuesto General 2013 es de $us 70 por barril, que es casi el mismo precio considerado en la gestión 2012 de $us 70,39.

Sin embargo, en los últimos años, el precio considerado en el presupuesto ha sido subestimado. En la gestión 2012el precio realmente observado en promedio fue mayor a $us 90, y en los primeros días de la gestión 2013 también se encuentra por encima de $us 90.

La renta por hidrocarburos (IDH + Regalías) en el presupuesto 2013 presenta un incremento de 38% con relación al 2012. Siendo que ambos presupuestos han sido elaborados con un precio similar, este incremento significativo de la renta estaría explicado con un similar aumento de producción.

Por otro lado, al igual que en las últimas gestiones, las recaudaciones podrían ser mayores a lo programado en el presupuesto. El monto por renta de hidrocarburos para el Estado, en sus diferentes niveles de gobierno, sería mayor al monto presupuestado.

Gastos Corrientes
Los gastos corrientes, de igual manera, han tenido un incremento sostenido los últimos años, financiados con los mayores ingresos que el sector público en sus diferentes niveles recibe.
Para el año 2013, el presupuesto muestra que los gastos corrientes del Sector Público (sin considerar empresas ni instituciones financieras) se incrementan en 16%, en relación al presupuesto de la gestión 2012.

Como se observa en el gráfico, los gastos corrientes se han incrementado constantemente durante los últimos años. Por lo general, estos gastos corresponden a obligaciones recurrentes que el Estado asume, como sueldos, bonos y otros; por lo que son inflexibles, es decir que no es posible dejar de pagar; sin embargo, el crecimiento de los ingresos en los últimos años ha estado impulsado mayormente por la renta extractiva de fuentes no renovables, las que pueden disminuir por el agotamiento de reservas o por precios internacionales, por lo cual, incrementar demasiado los gastos corrientes puede traer problemas de insostenibilidad a futuro.

Inversión pública
La inversión pública, que desde la creación del IDH y los mejores precios internacionales de materias primas ha estado aumentando, se incrementa en 17% en relación al presupuesto aprobado el 2012.

Para el 2013, del total de la Inversión Pública programada, 31% corresponde a las empresas públicas del Estado, especialmente YPFB pero también COMIBOL, Agencia Boliviana Espacial, Empresa Azucarera San Buenaventura, ENDE y otras. Este porcentaje refleja el carácter prioritario que el Gobierno le está asignando a la actividad empresarial del Estado.

Los municipios realizan el 21,8% de la inversión, las gobernaciones 18,1%, las instituciones descentralizadas 16,7% (básicamente ABC - Carreteras), la Administración Central 9,9% y otros.

Con relación a la distribución sectorial de la Inversión Pública (gráfico siguiente), no se observan mayores cambios con relación a la gestión pasada. Aún no se percibe que el Estado impulse hacia una diversificación de la economía a través de la inversión pública.

Al observar la inversión pública por sectores, al igual que en los anteriores años, el sector prioritario en la asignación de recursos de Transportes (caminos y otros), con 30,2%.

Para el 2013 se programó para los sectores de Industria y Turismo 3,6%, y Agropecuario 5,7%, llegando a un total de 9,3% de inversión en estos sectores productivos alternativos a minería e hidrocarburos.

Resalta claramente que la apuesta del Estado se encuentra en los sectores extractivos, puesto que la inversión programada para el sector de hidrocarburos representa19% del total de la inversión pública total y del sector minero un 3,7%; de manera que 22,7% de la inversión pública se destina a los sectores extractivos de recursos no renovables.
Si comparamos todos los sectores productivos, se puede advertir que los recursos asignados hacia sectores extractivos son más que el doble comparado con los recursos asignados hacia una reconversión productiva y generación de empleo.
 
Resultado Fiscal Superávit - Déficit

Si bien desde el 2006 y en años posteriores el Presupuesto preveía déficit y en la ejecución se terminaba en superávit, actualmente este superávit ejecutado del Sector Público tiene una tendencia a convertirse nuevamente en déficit, esto significa que los gastos están creciendo más que los ingresos.

Para el 2013, el Presupuesto presenta un déficit del Total del Sector Público de Bs 9.050 millones de bolivianos.
En el caso del Tesoro General de la Nación, que son los recursos administrados por el Nivel Central, el presupuesto presenta un déficit programado de 9.363 millones de bolivianos, incluso mayor al del total del Sector Público.
A diferencia de lo que sucede con el resultado fiscal del Total Sector Público, el Tesoro General –ya desde el año 2009-ha estado registrando nuevamente déficit en su ejecución, es decir que la situación del nivel central es complicada. El Nivel Central habría comprometido muy rápidamente sus mayores recursos, incrementando sus gastos.

Esto explica, en cierto modo, algunos intentos o medidas tomadas por el Nivel Central para generar mayores recursos o reducir su déficit, como ser la discusión de la subvención a los hidrocarburos, el Impuesto a la Venta de Moneda Extranjera, la determinación que solamente el 70% del valor de la compra de gasolina y diesel puede ser utilizado como crédito fiscal (establecido en un artículo de la Ley del Presupuesto 2013), otros artículos de la Ley financial que determinan que los recursos adicionales a los aprobados en el presupuesto deben ser destinados a contraparte de proyectos con el Nivel Central, la utilización de recursos del IDH de los gobiernos subnacionales para seguridad ciudadana –incluso a través del Ministerio de Gobierno-, y el incremento de deuda a través de los denominados Bonos Soberanos.

La situación deficitaria del Nivel Central contrasta con los saldos acumulados en cuentas bancarias del Sector Público que siguen creciendo. Los montos sin ejecutar habrían alcanzado a más de 24 mil millones de bolivianos, siendo los municipios los que más recursos tienen acumulados.

Bonos Soberanos
Al igual que en la Ley Financial de la gestión 2012, el Presupuesto 2013 contempla, nuevamente, la contratación de deuda pública a través de títulos valor en mercados de capital externos por un monto de 500 millones de dólares.
Siendo que los bonos emitidos en la gestión 2012 se hicieron efectivos a finales de esa gestión, para el 2013 se tendría un monto de recursos que en suma llegan a 1.000 millones de dólares de crédito externo a través de la emisión de estos bonos. Estas grandes cantidades hacen que la deuda que tiene el Estado crezca rápidamente, además de los otros créditos que el Estado contrata.

En ambos años, la Ley del Presupuesto señala que estos recursos serán para apoyo presupuestario, es decir que no se tiene claro el fin específico de los mismos o serían para diferentes gastos que el Gobierno defina o para cerrar brechas (déficit).

El Gobierno, sin embargo, ha anunciado que este dinero se invertirá en proyectos de construcción de caminos, infraestructura, industrialización, puentes y planes de desarrollo productivo, entre otros.

En el Presupuesto, a diferencia de cualquier otra contratación de crédito externo, no se puede identificar (a través del código de organismo financiador) el destino que el Gobierno le asigna a los recursos provenientes de los Bonos Soberanos. Al parecer, los bonos se han inscrito como gastos de fuente TGN, como si fueran recursos provenientes de impuestos y serían dispuestos por el Nivel Central para diferentes fines, básicamente para gastos corrientes que es lo que el Nivel Central financia.

Esta es una situación bastante delicada puesto que serían grandes cantidades de recursos provenientes de crédito externo que no estarían registrados en el presupuesto de gastos como dinero proveniente de préstamo; no se los puede identificar claramente y estarían siendo utilizados para gastos corrientes.

Siendo que el peso de la deuda recae no solamente sobre la población actual, sino incluso sobre generaciones futuras, es importante evaluar si realmente vale la pena endeudarse. También es imprescindible que el Gobierno demuestre en qué se están utilizando estos recursos.

Conclusiones y perspectivas
El Presupuesto 2013 presenta un crecimiento significativo de ingresos, pero también de gastos, y sugiere que aún continua el auge de las materia primas, principalmente hidrocarburos en el caso de Bolivia.
Sin embargo, el crecimiento continuo de los gastos en los últimos años y su sostenibilidad es un tema preocupante, puesto que, actualmente, los ingresos están siendo sostenidos en gran medida por la renta de fuentes no renovables dependientes de precios internacionales; por lo que en el mediano o largo plazo son recursos que pueden disminuir.
Con relación a la orientación del presupuesto, se puede advertir que la apuesta del Gobierno, en materia de desarrollo económico, estaría en las empresas públicas, que cada vez tienen un mayor peso en el presupuesto y en los sectores extractivos.

En el caso de la inversión pública, la inversión productiva alternativa a hidrocarburos y minerales, como son los sectores Agropecuario e Industria y Turismo, aún es baja. No se están realizando los esfuerzos necesarios para diversificar la economía a través de la inversión pública.

Sin embargo, se debe considerar que las empresas públicas y los sectores extractivos no son creadores de empleo y no necesariamente generan encadenamientos productivos que vayan a dinamizar la economía de los demás sectores y de la población en general, por lo que es importante impulsar los sectores productivos alternativos (Agropecuario e Industria y Turismo), y/o incluir también al sector privado en las políticas.

Por otro lado, si bien hay mayores recursos, al igual que en los últimos años, el Nivel Central (TGN) presenta déficit para el 2013; habiéndose incrementado, en gran medida, los gastos corrientes en las últimas gestiones.

Los déficits generalmente son financiados con endeudamiento y ahora la mayor deuda que el Estado está contratando proviene de los Bonos Soberanos. El presupuesto debería especificar claramente el destino de estos recursos.

Los desafíos a futuro en materia presupuestaria son controlar el crecimiento del gasto corriente, lo que implica generar mayores recursos internos para superar la dependencia de la renta extractiva y darle mayor sostenibilidad al presupuesto; y que el presupuesto se transforme en una herramienta para el desarrollo, orientando los mayores recursos que el Estado dispone hacia un desarrollo más sostenible.

Siendo que ya se ha realizado el Censo, queda avanzar en la tarea pendiente que es el Pacto Fiscal, escenario en el que se discutirá de manera estructural la generación, distribución y destino de los recursos públicos, y que será el espacio para solucionar estos y otros temas.

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MUNICIPIOS DEPENDIENTES

Fundación Jubileo

La mayoría de los municipios del país depende, en gran medida, de los recursos por transferencias de impuestos recaudados por el nivel central. En el caso de los municipios pequeños, solamente el 11% de sus recursos son generados por sus propias contribuciones.

Esta situación refleja la gran dependencia que tiene el nivel municipal y el poco esfuerzo contributivo, a pesar de su condición de autonomía, en especial de los municipios pequeños.
El presupuesto de los municipios del país cuenta con diferentes fuentes de financiamiento, como las provenientes de coparticipación de impuestos, recursos propios y otros.

El cuadro permite observar que solamente el 27% de los ingresos de los municipios del país corresponde a ingresos recaudados por los gobiernos municipales; la gran mayoría proviene de las Transferencias del Nivel Central por participación de tributos y también de otras transferencias y donaciones.

Esta situación responde, en cierta medida, al sistema tributario y su distribución, bajo el cual la mayoría de los impuestos son recaudados por el Nivel Central y distribuidos mediante el sistema de coparticipación; sin embargo, los gobiernos municipales tienen potestad de recaudar los impuestos municipales y otros recursos propios; pero al observar y comparar el desempeño de los diferentes municipios se constata que existe un comportamiento distinto de acuerdo al tamaño o condición de los municipios; lo que nos permite acercarnos a otras conclusiones con relación a la dependencia y el esfuerzo contributivo.

Para analizar con mayor detalle se ha dividido en dos grupos, el primero corresponde a los 9 municipios capitales de departamento y otros municipios grandes con población igual o mayor a 100 mil habitantes, como El Alto, Quillacollo, Sacaba, Yacuiba, Montero y Riberalta; el segundo grupo corresponde al resto de los municipios de Bolivia.

En el caso de los municipios de capitales de departamento y otros grandes, la dependencia de las transferencias y donaciones no es tan grande como en el caso del total de municipios de Bolivia, estos municipios generan, en promedio, el 40% de sus recursos.

Incluso los municipios de Santa Cruz y La Paz recaudan un poco más de 50% de sus ingresos.

En el caso de los demás municipios de Bolivia, es decir los municipios pequeños, éstos muestran una dependencia bastante alta de los recursos provenientes de transferencias del nivel central por participación de impuestos y otros. Sólo generan el 11% de los recursos que gastan.

La diferencia entre la dependencia de los municipios más grandes y los municipios pequeños refleja el poco esfuerzo contributivo que se realiza en los municipios más pequeños.

Como se observa en el cuadro, del total de los recursos recaudados por el nivel municipal, el 83% es recaudado por 15 municipios, entre los que se encuentran las capitales de departamento y otros municipios grandes. El resto, más de 300 municipios, sólo recauda el 17% del total.

En cambio, los 15 municipios grandes reciben el 47% de las transferencias del nivel central y otras, mientras que los más de 300 municipios reciben el 53% de las transferencias y otros.

Del total de ingresos municipales, 44% corresponde a los municipios pequeños y 56% a los municipios grandes. Coincidentemente, 44% de la población se encuentra en los municipios pequeños y 56% en los 15 municipios grandes.

Considerando los dos grupos de municipios analizados, esta situación revela que los municipios del país estarían recibiendo una cantidad similar de recursos por habitante; sin embargo, el esfuerzo tributario de unos es mínimo y son altamente subvencionados, mientras que los que realizan un mayor esfuerzo por recaudar reciben menores transferencias.

Si el comportamiento en la recaudación de los impuestos nacionales es similar, se puede aseverar que la gran mayoría de los municipios del país están siendo subvencionados con recursos recaudados y generados en otras regiones (incluso por renta extractiva como el IDH) y son altamente dependientes.

De acuerdo con la ley, la autonomía se ejerce a través de la potestad de crear, recaudar y/o administrar tributos e implica ejercer las facultades para generar y ampliar los recursos económicos y financieros. Sin embargo, por los datos presentados, los gobiernos municipales no estarían ejerciendo plenamente su autonomía. Estos datos también revelan la falta de corresponsabilidad de los municipios en la generación de recursos para atender a la población y también sugiere un alto grado de informalidad en la economía de la mayoría de los municipios del país.

En este sentido, es importante que los diferentes municipios del país mejoren su esfuerzo contributivo para reducir la dependencia de las transferencias de recursos y avanzar en su autonomía y, por otro lado, es necesario evaluar la estructura del sistema tributario en sentido de incorporar un sentido de corresponsabilidad que deberían asumir los gobiernos subnacionales y sus habitantes en relación a los recursos generados para la provisión de bienes y servicios.

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PACTO FISCAL

Jubileo

El Censo de Población y Vivienda, realizado este 21 de noviembre, debe constituirse en un punto de partida para proyectar el desarrollo humano y mejorar la calidad de vida de la población boliviana. Uno de los mecanismos para lograr este propósito es el Pacto Fiscal, con enfoque de desarrollo humano.
 
En general, tanto empadronados como empadronadores han puesto su mejor disposición y responsabilidad para la realización del censo, proporcionando datos e información valiosa sobre su situación de vida. La transparencia es un punto clave para la generación de esa confianza y comportamiento de la población respecto a futuras investigaciones estadísticas.
 
Así como cuando un ciudadano paga impuestos y espera del Estado obras y servicios públicos; del mismo modo, este comportamiento responsable de la población en el Censo se debe interpretar como las expectativas y esperanzas que tenemos de recibir, a cambio, políticas públicas que respondan a demandas sociales y económicas, con particular atención en los sectores más empobrecidos.
 
Para este fin, el Pacto Fiscal deberá lograr soluciones de consenso a estas expectativas de carácter estructural, desde la legitimidad, lo que implica que ese proceso sea participativo, representativo e incluyente; y que parta desde lo local, pasando por lo regional-departamental, hasta la instancia nacional; aspectos fundamentales que permitirían garantizar acuerdos y compromisos concertados, como fruto de un diálogo con la intervención de todos los actores.
 
El Pacto Fiscal es una tarea pendiente del proceso constituyente, considerado también en la Ley Marco de Autonomías, donde se fijó un plazo para después de conocidos los resultados oficiales del Censo.

Este proceso de concertación entre los actores sociales, económicos y políticos debe permitir construir un proyecto de desarrollo del país que sea sostenible en el tiempo, establecer la generación de recursos públicos (cómo los obtenemos), la distribución (qué instancias son las más adecuadas para administrarlos) y el destino (uso y finalidad) de esos recursos.

En ese escenario se podrán resolver diferentes problemas respecto al ordenamiento fiscal, como la baja cobertura tributaria, desequilibrios en la distribución, saldos sin ejecutar y endeudamiento público, entre otros.

El país todavía tiene un marco de oportunidades; por ahora son importantes los recursos que se captan de sectores extractivos, como hidrocarburos y minería; pero todos tenemos la responsabilidad de construir un desarrollo humano integral que sea sostenible en el tiempo, que garantice una vida digna y plena para las generaciones presentes y futuras.

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BOLIVIA DE B+ A BB-

Jubileo

Fundamentos, limitaciones y recomendaciones

La agencia calificadora de riesgo Standard and Poor`s destacó aspectos positivos respecto a la situación económica del país; pero también se refirió a limitaciones para una mejor calificación como la baja inversión extranjera, la dependencia del sector extractivo y el panorama político fragmentado.

Fundación Jubileo, en el marco del endeudamiento responsable, recuerda el Art. 322 de la Constitución que advierte que la contratación de créditos debe ser en condiciones ventajosas para el país. Por otro lado, así como el Gobierno brinda información oportuna y precisa a las calificadoras internacionales, por principio de transparencia y acceso a la información, debería dar el mismo tratamiento al pueblo boliviano.

La agencia calificadora de riesgo Standard and Poor`s subió su calificación soberana a Bolivia de B+ a BB-, expresando básicamente que “el gobierno general de Bolivia ha registrado déficits fiscales bajos y un fuerte crecimiento del PIB nominal en los últimos cinco años, con una perspectiva estable que refleja la expectativa de que el gobierno mantendrá su compromiso con políticas fiscal y monetaria prudentes, a pesar de un entorno político dividido” .

Los principales fundamentos, limitaciones y perspectivas planteados por la agencia S&P en relación a esta nueva calificación son:

Fundamentos mencionados por S&P:

  •   La disminución del saldo de la deuda en términos del PIB; debido en parte al menor déficit fiscal del gobierno y a un alto crecimiento del PIB nominal.
  •   La fuerte acumulación de reservas internacionales, por los años de superávit en cuenta corriente, y que proporciona al país una importante protección contra potenciales shocks económicos externos, especialmente dada su alta dependencia de las exportaciones de gas natural y minería.
  •   Un menor nivel de dolarización de Bolivia en términos de créditos bancarios y depósitos, en una tendencia que mejorará la efectividad de la política monetaria del país.
  •   Un fuerte desempeño fiscal en los últimos años, impulsado por los altos precios de los hidrocarburos y la carga fiscal más alta para las empresas extranjeras que operan en el sector; pero se espera que, el 2012, el gobierno general reporte un déficit similar al del 2011, de 1% del PIB.

Limitaciones mencionadas por S&P:

  • El panorama político fragmentado, resultado de fuertes divisiones entre líneas étnicas, regionales y sociales, tensiones políticas que se mantienen en niveles altos debido a la arraigada división entre el presidente Evo Morales y una oposición enérgica, pero fragmentada.
  • Una inversión extranjera directa que sigue siendo relativamente baja continúa representando una debilidad estructural clave; en parte, debido al panorama político, y que se agrava por las revisiones constantes a las políticas de inversión del país y la nacionalización de los denominados sectores estratégicos de la economía.
  • El alto nivel de dependencia del país de los ingresos de sus sectores de gas natural y minería.

Perspectivas y recomendaciones planteadas por S&P:

  • Que los bajos déficits del gobierno general lleven a una reducción adicional de la carga de deuda del país como porcentaje del PIB durante los próximos tres años.
  • Se podría tener otra acción positiva de calificación si el entorno político se hace más propicio para la inversión en el sector privado.
  • Las calificaciones podrían mejorar si la credibilidad de la política monetaria de Bolivia mejora como consecuencia de una mayor desdolarización o si los ingresos fiscales del gobierno general provenientes de otras fuentes diferentes a los sectores de minería e hidrocarburos aumentan, generando una menor dependencia de estos sectores que presentan precios volátiles.
  • Si se produjera un deterioro en el panorama político, que lleve a la reversión de las políticas macroeconómicas cautelosas, las calificaciones podrían verse presionadas. Sin medidas fiscales correctivas, una caída sostenida y marcada en los precios del gas natural también podrían afectar las calificaciones.

Ante estos aspectos, Fundación Jubileo considera que:

Si bien una mejor calificación es alentadora, sigue siendo importante mejorar las condiciones para promover la inversión privada en el país. Bolivia es el penúltimo país de Sudamérica en cuanto a facilidades para hacer negocios, está en la posición No. 153 entre 183 en el ámbito mundial .

Es importante destacar que si bien la deuda se ha reducido en porcentaje del PIB, se ha incrementado en términos nominales, y se prevén mayores incrementos por las contrataciones de créditos externos realizadas en los últimos años .

Es importante tomar medidas para superar las limitaciones y recomendaciones que se menciona en esta calificación; así como la necesidad de concertar un pacto fiscal para corregir las distorsiones en la distribución de los ingresos.

Esta calificación soberana es efectuada a las puertas de la emisión de deuda soberana planificada en el Presupuesto General de este año (por $us 500 millones), con lo cual Bolivia se convertiría en un país con acceso a mercados internacionales, con acreedores que podrían ser variados, como ser bancos, sector privado, multinacionales, otros gobiernos, entre otros. En un marco de manejo responsable de la deuda, será importante que la población sea informada con  claridad sobre el destino específico de estos recursos.

Al ingresar a este tipo de emisiones de deuda soberana, el país se compromete a brindar la información económica y fiscal de manera oportuna, confiable y precisa a las agencias calificadoras y tenedores,  lo que llevará a mejorar procesos y disponibilidad de información, que también debe ser brindada de manera pública al pueblo boliviano, en un marco de transparencia y acceso a la información. 

Si bien una mejor calificación (BB-) puede generar mejores condiciones financieras que las que se hubieran tenido antes (B+), seguimos en la categoría de bonos especulativos (bonos con mayor nivel de riesgo en comparación con los bonos con grado de inversión), por lo que es importante recordar, en un marco de responsabilidad en el endeudamiento, el  cumplimiento del art. 322 de la CPE: la estrategia de financiamiento del país con nuevos créditos o emisiones de deuda debiera optar por las condiciones más ventajosas en las tasas, los plazos, los montos y otras circunstancias.

Mayo 2012

Más información en: www.jubileobolivia.org.bo

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