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El presidente del Consejo de Capitanes Guaraníes de Tarija, Abraham Espinoza, está detenido preventivamente acusado de extorsión. Según su abogado, Juan Carlos Escalante, este dirigente cayó presa de una trampa que le fue tendida porque planeaba revelar que el diputado Jacinto Vega Rivero fue imputado por violar a su sobrina de 10 años.
El jurista mostró una acusación formal del Ministerio Público, que data de 2012, en que el fiscal Miguel Ángel Exeni acusó formalmente al ahora diputado de abusar sexualmente de la niña. La Fiscalía pidió entonces 25 años de prisión para Vega, quien fue electo diputado por la circunscripción indígena de Tarija el año pasado.
Escalante relató que el dirigente Espinoza llegó a La Paz el 30 de marzo para gestionar proyectos para su región y también denunciar ante la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, sobre la imputación contra el diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Según el abogado, Espinoza se reunió esa noche con el oficialista, en un restaurante de la avenida Illimani, para hablar sobre proyectos.
En este establecimiento, Vega ofreció al dirigente 1.000 bolivianos supuestamente para sus viáticos y éste los rechazó. Volvió a ofrecerle el dinero, y la dádiva fue negada de nuevo. Entonces, el diputado dejó el monto sobre la mesa y de repente entró la Policía para arrestar a Espinoza, narró Escalante.
Horas antes de la reunión, Vega denunció en la Policía que iba a ser extorsionado y se preparó el operativo.
De acuerdo al jurista, el diputado planteó que la supuesta extorsión “era para tapar el delito de violación” por el cual había sido imputado.
Ayer, un juez dispuso que se detenga preventivamente a Espinoza en el penal de San Pedro.
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