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Este 10 de octubre se cumplieron 32 años desde que Hernán Siles Zuazo se posesionó como Presidente constitucional dando fin al último periodo de gobiernos militares en Bolivia. En el día de esta conmemoración, activistas y autoridades señalaron que entre los principales avances de la democracia nacional están la equidad de género en la representación y la libertad de expresión.
“Se ha logrado avanzar considerablemente en la participación de la mujer, no solamente como sujeto pasivo de la democracia, sino activo, cuando vemos a muchas lideresas en este proceso”, subrayó la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Wilma Velasco.
De acuerdo a datos de la campaña Paridad es Ahora, para las elecciones del 12 de octubre, 49,56 por ciento de las candidaturas está copado por mujeres.
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Yolanda Herrera, aseveró que su institución reconoce que tenemos una democracia que, a pesar de sus contradicciones, “nos permite expresarnos con libertad”.
En esa línea, el presidente de la Plataforma de Víctimas de Violencia Política, Julio Llanos, señaló que “por lo menos tenemos derecho a hablar, reunirnos, protestar, marchar, cosa que no había en las dictaduras. Eso es bueno, porque se ha recuperado el derecho que tenemos todos de emitir criterios”.
Para el legislador masista, Donato Callisaya, la virtud de la democracia boliviana es la participación que se ha alcanzado en instancias representativas.
En este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su informe “Los Pueblos Indígenas en América Latina: avances en el último decenio y retos pendientes para la garantía de sus derechos”, destaca la participación de los pueblos indígenas en el poder.
El estudio señala que entre los países de América Latina, Bolivia “es el que ha alcanzado el porcentaje más alto de representación parlamentaria indígena, cercana al 32% del total, seguido muy de lejos por Guatemala, con el 12%. En el resto de los países la proporción de parlamentarios indígenas persiste muy por debajo del 10%”.
Lo negativo
Herrera expresó la preocupación de la APDH sobre “algunas señales que se dan de autoritarismo, de imposición, no solamente desde el ámbito Ejecutivo, sino de algunos rasgos autoritarios de organizaciones que tienen la tendencia al condicionamiento con instrumentos o mecanismos para someter al otro”.
El rector de la Universidad Mayor de San Andrés y reconocido activistas de los derechos humanos, Waldo Albarracín, señaló que “democracia no sólo son elecciones, sino es también un comportamiento democrático de la autoridad con la sociedad civil, es entender que los derechos humanos es una política de Estado, garantizar la independencia de poderes, seguridad jurídica, Estado de derecho y en ese contexto pienso que todavía están pendientes esas tareas en estos más de 30 años”.
El exdefensor del Pueblo atribuyó a las “instancias de poder” la responsabilidad por estas deficiencias.
Llanos, por su parte, sostuvo que nuestra democracia todavía “no es plena” porque aún se registran represiones e injusticia, tal como en las dictaduras. Recordó que el actual gobierno recurrió a las fuerzas del orden para reprimir protestas como la del Tipnis.
Las deudas
La titular de la APDH señaló que la máxima deuda de la democracia es el esclarecimiento de los atropellos y vulneraciones a los derechos que tuvieron lugar durante las dictaduras. Julio Llanos agregó que no se están investigando las desapariciones de personas durante los gobiernos militares y tampoco se han hallado los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Herrera añadió que otra deuda de la democracia es reconocer la lucha de los miembros de la Plataforma de Víctimas de Violencia Política que mantienen una vigilia enfrente del Ministerio de Justicia en demanda de ser indemnizados por los ultrajes que sufrieron en gobiernos dictatoriales.
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