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El nombre del colombiano Ismael Arciniegas encarna desde este lunes una historia trágica: fue ejecutado en China como cumplimiento de la pena de muerte a la que fue condenado por intentar ingresar casi 4 kilos de droga a ese país en 2010.
A pesar de que el Gobierno de Colombia entregó una nota de clemencia, las solicitudes fueron rechazadas y el colombiano fue ejecutado en la noche de este lunes (hora colombiana).
La Cancillería de Colombia informó en las horas de la mañana a que las autoridades de la República Popular de China decidieron ejecutar a Arciniegas, “a pesar de las reiteradas peticiones de clemencia y las varias solicitudes presentadas al Gobierno chino para que su sentencia de muerte fuera conmutada”. Y horas después, vía Twitter, anunció que Arciniegas ya se había despedido de su familia.
Según explicó el viceministro de Asuntos Multilaterales, Francisco Echeverri, en una rueda de prensa, se iba a intentar “hacer un último esfuerzo diplomático”. Este consistía en “entregar una nueva nota de clemencia o de conmutación de la pena cuando se inicie el protocolo de la aplicación de la muerte”. Sin embargo, la más reciente publicación en Twitter de la Cancillería confirma que dicha gestión no rindió sus frutos.
"Después de varios años de gestiones diplomáticas las autoridades chinas rechazaron las solicitudes de súplica para conmutar su condena", dijo la Cancillería en Twitter.
En su comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que Arciniegas se encontraba detenido en una prisión de la ciudad de Guangzhou. La sentencia a pena de muerte ocurrió luego de que reconociera que “llevaba casi cuatro kilos de droga que le pidieron traficar a cambio de 5.000 dólares”. También afirmó que en todo momento, desde su detención en 2010, el colombiano ha sido asistido por los consulados de Colombia en dicha ciudad y en Beijing.
Echeverri también había anunciado que la cónsul en Guangzhou estaría presente durante la aplicación del protocolo, en todo momento, y que ella misma había solicitado la presencia de un religioso católico, “en caso de que se siga con la pena de muerte”. Y volvió a insistir en que “hasta el último momento vamos a luchar por la vida de nuestro condicional a través de gestionase diplomáticas y consulares. No cesamos en el esfuerzo”.
"Después de varios años de gestiones diplomáticas las autoridades chinas rechazaron las solicitudes de súplica para conmutar su condena", dijo la Cancillería en Twitter.
En su comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores explicó que Arciniegas se encontraba detenido en una prisión de la ciudad de Guangzhou. La sentencia a pena de muerte ocurrió luego de que reconociera que “llevaba casi cuatro kilos de droga que le pidieron traficar a cambio de 5.000 dólares”. También afirmó que en todo momento, desde su detención en 2010, el colombiano ha sido asistido por los consulados de Colombia en dicha ciudad y en Beijing.
Echeverri también había anunciado que la cónsul en Guangzhou estaría presente durante la aplicación del protocolo, en todo momento, y que ella misma había solicitado la presencia de un religioso católico, “en caso de que se siga con la pena de muerte”. Y volvió a insistir en que “hasta el último momento vamos a luchar por la vida de nuestro condicional a través de gestionase diplomáticas y consulares. No cesamos en el esfuerzo”.
Fuente: CNN
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