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Una evaluación técnica de dos semanas concluyó que la Empresa Minera Colquiri (EMC) sufrió un daño económico de 300 mil dólares debido a la destrucción con explosivo de uno de sus ductos de aire comprimido, ocurrido el pasado 28 de mayo.
“Los costos de reparación por mano de obra, la suspensión de operaciones y pérdidas de producción y reposición del material destruido asciende a 300 mil dólares”, indicó el gerente de la EMC, David Moreira.
Moreira señaló que dos explosiones provocaron la destrucción de 12 metros de un poli tubo de diez pulgadas de diámetro, que suministra oxígeno a la red principal del gigantesco yacimiento.
“Con ese atentado, se ha perjudicado el trabajo normal y la producción de tres turnos”, remarcó el ejecutivo, según una nota de prensa.
En su condición de afectada, la empresa Colquiri presentó la denuncia el mismo día del hecho ante el Ministerio Público y el Fiscal de Quime, Elmer Laura, se hizo cargo de las investigaciones.
Una serie de inspecciones oculares con la fuerza pública y los militares permitió a la autoridad del Ministerio Público tipificar el hecho bajo los delitos penales de daño calificado, atentado contra la libertad de trabajo, instigación pública a delinquir, homicidio en grado de tentativa y daño a bienes del Estado y la riqueza nacional.
La Empresa Minera Colquiri, ubicada en la provincia Inquisivi, en el límite departamental con Cochabamba y Oruro, a 250 kilómetros al sudeste de la ciudad de La Paz, es uno de los asientos mineros más ricos y antiguos del país.
En las operaciones de la EMC –que produce estaño, plata y zinc– trabajan 1.200 mineros con altos estándares de seguridad.
La empresa estatal reportó utilidades netas, en 2014, por 151.3 millones de bolivianos; 142,5 millones de bolivianos en 2013 y 18,4 millones de bolivianos en la gestión 2012.
De acuerdo con datos oficiales, cada trabajador de Colquiri genera al año una utilidad de 123.246 bolivianos.
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