Opinion

UCB: REFLEXIONAR EL ORIGEN
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Francisco Sosa Grandón
Miércoles, 14 Mayo, 2014 - 19:27

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Una mañana de mayo de 1966, en una casa solariega (Obrajes, La Paz) donada por la familia Ferrufino al Arzobispado de La Paz, la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (UCB-SP) inició sus actividades, con la misión de, relata uno de los primeros docentes,José Manuel Palenque: “Asumir una actitud consciente y efectiva de servicio a la comunidad y orientación al país y una contribución a la realización de una comunidad digna, justa y solidaria” (“Primeros pasos de la UCB: 1964 y 1980”, en Universidad Católica Boliviana San Pablo, 40 años al servicio de Bolivia, 2006: 32).
“Se crea inicialmente”, rememora Palenque, “el Instituto Superior de Economía de la Empresa bajo la conducción y responsabilidad de la Compañía de Jesús, encomendándose la dirección al Dr. Francisco de Paula Nadal, doctor en Economía graduado en Boston (USA), designándolo Decano General. El Instituto inició clases en mayo de 1966, y meses más tarde se convertiría en la primera universidad privada del país” (:27).
Otro de los profesores fundadores de la UCB-SP, Jorge Siles Salinas, narra: “Recuerdo con alegría esos primeros tiempos de trabajo en la Universidad. Esos recuerdos se vinculan fuertemente a las personas amigas –profesores y estudiantes– con quienes me tocó compartir esa experiencia universitaria tan prometedora para nuestro país. No pasábamos de cuatro los profesores en el primer semestre formal de clase […], y los alumnos tan solo eran algo más de 20 en aquellas jornadas inolvidables” (“UCB: Origen y misión”, ídem: 25).
El 1 de agosto de 1966, durante el gobierno de Alfredo Ovando Candia, según el decreto ley 07745, la Católica obtuvo autorización estatal. Más adelante, gracias a las gestiones del entonces Vicepresidente de la República, Luis Adolfo Siles Salinas, el 17 de enero de 1967, las reformas constitucionales reconocieron la existencia de las universidades privadas. Los primeros profesores elogian las contribuciones del Nuncio Apostólico Mons. Carmine Rocco, de Mons. Armando Gutiérrez, Gran Canciller de la Universidad, y de Mons. Genaro Pratta, primer Rector.
Los creadores de la UCB-SP, pese a las dificultades económicas que debían superar, nunca concibieron a la Universidad como un negocio. Juan Antonio Morales explica el asunto: “Los primeros años, a pesar del gran entusiasmo que animaba a las autoridades, no fueron fáciles. La Universidad tenía que confrontar serios problemas de financiamiento de sus actividades. También, y esto era aún más difícil, tenía que ganar aceptación y legitimidad en un ambiente donde imperaban las universidades públicas…” (“La Universidad Católica Boliviana en su 40º Aniversario”, ídem: 35). Solamente después de algunos años, los administradores decidieron cobrar créditos. Indica el profesor Palenque: “Señalaré que no faltaron dificultades económicas en estos primeros años, por esa razón, recién en la década de los años 70 se fijo una contribución pecuniaria mínima a los alumnos por los créditos de materias tomadas” (: 33-34).
El testimonio de uno de los primeros estudiantes de la Universidad, el economista Miguel Urioste, es claro: “Desde el comienzo, la ‘Cato’ se esforzó por dar becas a estudiantes con dificultades económicas y de diferentes estratos y regiones del país. De hecho, en mi curso había varios becados que tenían la obligación de no disminuir su rendimiento académico. Eran muy buenos para el estudio…” (“Mi paso por la ‘Cato’”, ídem: 39). La comunicadora Sandra Aliaga es aún más contundente: “La ‘Cato’ tenía un sistema de becas y pagos de acuerdo a los ingresos de papá y mamá, que permitió que ingresara mucha gente –incluida yo– cargada de realidad, con sueños colmados de equidad que iban más allá de acumular capital y bienes y vestir ropa de marca” (“Si de recordar se trata…”, ídem: 42).
En el 46º aniversario de esta prestigiosa institución, expresamos nuestra admiración a los primeros docentes: Francisco de Paula Nadal (Economía), Jorge Siles Salinas (Historia de la Cultura), José Manuel Palenque (Finanzas), Salvador Romero Pittari (Sociología) y Luis Cáceres (Matemáticas), quienes siempre predicaron que primero está el ser humano antes que el dinero y que Veritas in Caritate (quien construye la verdad en la caridad) es una forma de ser,pensar y vivir.
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El autor es Secretario Ejecutivo del Sindicato de Docentes de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” Regional Cochabamba; el artículo fue publicado originalmente en mayo de 2012.