Opinion

LA DEMOCRACIA Y LOS MOVIMIENTOS DEL MASISMO
Tinku Verbal
Andrés Gómez Vela
Sábado, 13 Junio, 2015 - 13:38

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La democracia es el gobierno del pueblo, dice la definición de colegio. Y por pueblo, el romanticismo, entiende a los excluidos del poder. Y la política agrupa en el pueblo a los seres humanos de todos los colores, religiones y cosmovisiones que viven en una sociedad. En última instancia, pueblo es la suma de individuos y colectivos que adquiere una fisonomía jurídica en función del Estado en el que viven.

En un Estado Democrático, como el boliviano, los colectivos se aglutinan, para defender sus intereses, en organizaciones. Por ejemplo, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), las “bartolinas”, los “colonizadores”, las federaciones de cocaleros nacieron para proteger lo suyo frente al poder que administraba el Estado Republicano. 

Es decir, estaban excluidos del poder, por tanto, según el romanticismo político, eran el mismo pueblo. Y según la política real, eran grupos que arroparon sus intereses en el discurso del bien común para disputar el poder en nombre de la mayoría de la sociedad.

Hoy son parte del gobierno y del poder, ergo ya no son, al menos sus dirigentes, el mismo pueblo (siempre en términos del romanticismo político). Tampoco son sólo organizaciones afines al MAS, sino son masistas, porque sus dirigentes Freddy Torrejón (CSUTCB) y  Jhonny Maraza (Colonizadores) anunciaron en febrero de 2014 que iban a registrar 5.5 millones de sus afiliados al MAS. Medio fantasiosos en números, pero se supone que miles de sus afiliados, incluidos cocaleros y bartolinas, pertenecen hoy a un partido, por ende ya no representan a toda la sociedad.

No cuestiono su militancia, sino su práctica política que no es nada democrática, por usar un tono neutro. La acelerada oligarquización que sufrieron en el ejercicio del poder, viviendo más del Estado y no de su trabajo, como aquellos neoliberales a quienes dicen haber expulsado para vivir bien, los alejó, incluso de sus propias bases y, obviamente, de la democracia. 

Si tomamos en cuenta los parámetros de Norberto Bobbio para definir la democracia, estas organizaciones son abiertamente autoritarias, no sólo por quitar su cato de coca a un afiliado que ejerce su libertad de pensamiento y de opinión, sino porque no respetan sus propias reglas que autorizan a un grupo de personas a tomar decisiones colectivas bajo determinados procedimientos.

Por ejemplo, 1) Hay dirigentes eternos que no respetan su periodo de gestión; 2) No permiten la libertad de expresión de sus afiliados; 3) Castigan la disidencia, que al igual que la libertad de opinión, es una virtud de la democracia; 4) Vulneran sus reglas para nominar candidatos porque pesa más la dedocracia; 5) No toleran la crítica, condenan y persiguen a quien la ejercen.       

Como sabemos, por mucho que la democracia tenga un apellido, por citar comunitaria, las decisiones grupales son tomadas por individuos, no por grupos, por ello,  “es indispensable -sostiene Bobbio- que aquellos que están llamados a decidir o a elegir a quienes deberán decidir, se planteen alternativas reales y estén en condiciones de seleccionar entre una u otra”. 

Dicho de otro modo, es necesario que a quienes deciden les sean garantizados los llamados derechos de libertad de expresión, de reunión, de asociación, de otro modo, imposible que participen y decidan. 

En los grupos masistas hay poco o cero respeto a las libertades esenciales para hacer política. Son inconsecuentes con su propia cosmovisión o filosofía de vida; verbigracia, el discurso de la rotación de cargos les vale un pepino.  

En cualquier organización son necesarias ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder democrático y el poder democrático es indispensable para garantizar la existencia y la persistencia de aquellas libertades. 

Suena paradójico escuchar a grupos autoritarios hablando de democracia. ¿Cómo el totalitarismo puede profundizar la democracia? Parafraseando el discurso del masismo, ¿cómo puede ser parte del pueblo explotado y oprimido quien es parte del poder (los dirigentes) y vive de los privilegios de ese poder?