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Son muchos los hechos por los cuales Huanuni quedará plasmado en la historia del país, en la mayoría de los casos por sucesos nefastos que cobraron vidas de trabajadores mineros.
Cuando hablamos de Huanuni las primeras ideas que nos vienen son: mayor yacimiento de estañoen operación, nacionalización de las minas, mina privatizada, relocalización, referente de la minería estatal, vanguardia del proletariado minero, saqueo, Simón Patiño, sostén de la metalúrgica de Vinto, etc.
Sin embargo, hoy queremos hacer referencia a los hechos suscitados hace diez años atrás, a las jornadas del 5 y 6 de octubre de 2006, cuando fruto del enfrentamiento entre mineros asalariados y mineros cooperativistas, se registró el dramático saldo de 13 muertos, todos bolivianos, todos trabajadores mineros, todos ellos gente humilde.
Parece ayer lo sucedido en ese octubre. Hace diez años en mi condición de Jefe de Prensa de Radio Pio XII Oruro y responsable del equipo minero, me tocó hacer un seguimiento a ese tema, desde el cual junto la PIO XII, buscamos sin resultado favorable, tender puentes para evitar ese enfrentamiento anunciado entre mineros.
La falta de voluntad y los intereses creados fueron detonantes, sumado al reciente arribo del primer Ministro de Minería y Metalurgia de la gestión de Evo Morales, proveniente del sector cooperativo, Walter Villarroel, quien con su miope parcialización, obró de forma negligente en la atención del caso Huanuni.
Las jornadas del 5 y 6 de octubre fueron la primera muestra en la última década, de la mala administración del conflicto por parte del gobierno, que como factor común –en todos los conflictos mineros– tuvieron desenlaces trágicos, con muertos, heridos y una inseguridad jurídica sobre la actividad minera.
La solución que se dio al conflicto de Huanuni – al margen de que haya sido o no la más adecuada de su momento –elevando a más de 4700 trabajadores la planilla, paralelamente requería de un plan conjunto, estratégico, real, viable económica y técnicamente, donde autoridades de gobierno, ejecutivos de COMIBOL y Empresa Minera Huanuni, más el Sindicato viabilicen una solución tangible, que paralelamente a la solución inmediata que requería el enfrentamiento, vislumbre a la empresa en largo plazo, para potenciar sus niveles de producción y alargue la vida útil del yacimiento; diez años pasaron y esta medida develó todo lo contrario, diez años después nos encontramos con una empresa Huanuni disminuida, que carece desde recursos económicos, hasta recursos naturales (reservas y agua) para operar el nuevo ingenio “Lucianita”, que demandó una inversión de 50 millones de dólares, entregado en febrero de 2015, que hasta hoy no ingresó en fase de operación y de esta forma hacer realidad el ideal de Huanuni prometido el 2006 porautoridades de gobierno.
Al año 2011, Huanuni tenía una capacidad de tratamiento de 1200 toneladas por día (TPD) de minerales de estaño en el Ingenio Santa Elena, 200 TPD en el Ingenio Machacamarca y 100 TPD de minerales complejos (Planta – Plomo – Zinc – Estaño) en el Ingenio de Machacamarca, a este escenario se sumó el buen precio internacional del estaño que registró un promedio anual de 11,9 dólares la Libra Fina (LF); en esta gestión la empresa logró una producción de 9.683 toneladas métricas finas (TMF), producción que solo fue superada en la gestión 2009, cuando se logró 9.967 TMF, posterior a esto las cifras fueron disminuyendo considerablemente, con cifras poco fidedignas, llegando al hermetismo de las mismas.
El panorama para Huanuni se complicó a partir de 2012, cuando la cotización internacional cayó, registrando un promedio anual de 9.49 dólares la LF, en este escenario el ministro de minería de turno, Mario Virreira, anunció la quiebra de EMH, indicando que un grupo de trabajadores percibían salarios entre Bs. 15.000 y Bs. 50.000 y que algunos dirigentes sindicales declarados en comisión ganaban entre Bs. 15.000 y Bs. 30.000, por lo que se planteó la revisión de la escala salarial; hecho que no se concretó.
La situación se agravaba sepresentaron más problemas financieros a causa del agotamiento de sus yacimientos, falta de equipos, mala administración, sumado a su elevado costo labor, que derivaron en que Huanuni pierda su competitividad en relación con otros emprendimientos mineros del país.
Para la presente gestión quedan más dudas que esperanzas, entre ellas: ¿Será que el diseño de la planta (ingenio) de 3000 TPD habrá tomado en cuenta algún estudio técnico que demuestre que es posible producir y extraer de la mina diariamente ese tonelaje durante los años necesarios que justifiquen la inversión hecha de $us 50 millones?Las reservas de Huanuni son un misterio, donde cada gerente y presidente de COMIBOL de turno, dan versiones diferentes. Por ejemplo, el 2008 se anunció que al ritmo de explotación de 800 TPD, el yacimiento podía durar hasta 18 años; sin embargo a un ritmo de explotación de 3000 TPD la utilidad del yacimiento sereduciría a 5 años.
Por esta falta de transparencia surgen más dudas, otra, la capacidad de tratamiento de los ingenios de Santa Elena y Machacamarca suman 1200 TPD, más Lucianita de 3000 TPD, entre todas harían una suma en capacidad de tratamiento de 4200 TPD ¿habrá reservas para mantener este ritmo de tratamiento?, además de la carencia de agua (30.000 m3/día), para el funcionamiento del nuevo ingenio, así como el dique de colas que se requiere.
Por datos logrados en el Ministerio de Minería y Metalurgia, los mismos que fueron consultados con ex autoridades de EMH, el costo de operación por tonelada producida se incrementó en 32%, de $us 5.879,36 MM según promedio de 2008, a $us 7.917,38 MM promedio de la gestión 2014.
Las causas para este incremento en los costos de operación se deben a dos factores, el primero a la caída de la cotización y segundo a la cantidad de trabajadores en Huanuni, que repercute de forma negativa en los costos labor; a esta se debe sumar el incremento en el precio de insumos y reactivos necesarios para sostener la operación minera, ejemplo la dinamita que incrementó considerablemente su precio en los últimos años.
No se debe olvidar de que la viabilidad del Horno Ausmelt de Vinto que tenía previsto llegar a una producción de 18.000 TMF/Año – según sus proyecciones –, está sujeto al desarrollo de Huanuni. En 2015 la producción de estaño metálico de Vinto alcanzó a 12.102 TMF
De lo sucedido en Huanuni se debe rescatar varias lecciones, la primera que el diálogo debe primarante ambiciones sectoriales. La segunda, ser cauto desde las altas esferas de gobierno al momento de asumir “decisiones políticas”. La tercera y la más importante, trabajar bajo una política minera metalúrgica clara y transparente que aliente a la actividad minera llevando como premisa que en minería primero es la geología, luego las minas,sobre la base de ellas recién proyectar los ingenios y posteriormente las fundiciones, ya que su inversión puede tener resultados negativos como en este caso. También considerar que la inestabilidad gerencial, complica técnica y administrativamente a Huanuni, ya que desde octubre de 2006, son ocho los gerentes que ocuparon ese cargo.
Huanuni sigue pagando su precio del estaño, ese metal del diablo que aún sigue forjandoparte de la economía orureña y del país.
Alfredo J. Zaconeta Torrico
Es periodista e investigador especialista en temas mineros
https://alfredozaconeta.wordpress.com
Twitter: @alfredozaconeta
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