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¿El país ha cambiado en una década?
Algunos rasgos para responderque sí, son la inclusión socialde sectores que habían sidomarginados de la vida política,social, económica y cultural; otrohito importante es la reducción de laextrema pobreza, y un tercer indicadores que las arcas del Estado –que habíanestado en permanente déficit- comenzarona tener una extraordinaria disponibilidadde recursos, tanto en el niveldel gobierno central como en gobiernossubnacionales.
Pero, a la vez, se puede afirmar que elpaís no ha cambiado en ámbitos estructurales.
Bolivia sigue siendo un proveedorde materias primas que ayuda aenriquecer a otros países del mundo. Laeconomía nacional no se ha diversificadoy la promoción de la productividadgeneradora de empleo está lejos de alcanzarmetas con resultados que durenen el tiempo. Las actividades informales,rentistas, las del contrabando y del narcotráficosiguen debilitando al Estado.
La forma de hacer política se mantienebajo la lógica del caudillismo y de aparatospartidarios, prebendales y electoralistas.
Hay una gran debilidad en lademocracia boliviana que no permiteconcertar políticas de Estado para seguirun camino de desarrollo continuoy sostenible.
Todavía los valores morales de la sociedady los cambios de actitud personalesestán en deuda con el país. Sería saludableun gran liderazgo que tenga la capacidadde articular políticas estatales,con operadores que crean en el biencomún, sería interesante una oposiciónpropositiva y con creatividad, y seríagratificante que cada ciudadana y ciudadanoaporten sus tributos, cuide losbienes que son de todos y contribuyancon su trabajo al desarrollo humano integral.
Crisis de principio de siglo
El inicio del siglo XXI encontró al paísen crisis. Desde los años 90, la poblacióndemandaba una transformación dela democracia, la que se había debilitadodebido a los pactos partidarios haciendode la política un espacio de élite,con poca interrelación con la sociedad.
El Foro Jubileo 2000, que organizó laIglesia Católica, dio algunas primerasalarmas, poco antes ya habían surgidolas movilizaciones de pueblos indígenasexigiendo su inclusión. Los oídosy ojos del sistema de partidos no seabrieron totalmente para ver la realidady menos las proyecciones. Al final, lospartidos terminaron siendo rebasados.
Así surgió el movimiento que el 2003provocando la renuncia del presidenteneoliberal más conservador. Ese movimientoque se articula y reacciona porindignación está latente y puede volvera ser protagonista del cambio.
Lastimosamente, los movimientos queimpulsaron las transformaciones sufrieronrepresión y luto. Así ocurrió en elproceso de la guerra del gas de 2003,la cual marcó una agenda emergenterecogida por quienes en ese momentobuscaban protagonismo político y quedesembocó en la elección del actualmandatario.
Hay importantes lecciones a recoger.
Las demandas justas e históricas depueblos y organizaciones no puedenser mediatizadas por administracionescoyunturales del Estado, porque en vezde fortalecerlas las debilita. No hacebien que se coopte a sus dirigentes, utilizandosus demandas con un supuestocogobierno que, tarde o temprano,cobrará cuentas no sólo a quienes manipulana estas organizaciones, sino alos propios dirigentes que se vuelvenfuncionales al Gobierno, repitiendo lovivido en los años 52.
Una tarea primordial es recoger lopositivo sobre políticas públicas quehaya contribuido al desarrollo. Resultadañino mostrar que todo lo hecho hasido negativo y que hay que “inventar” de nuevo, peor aún si acciones yprogramas vuelven a ser aplicados conotro nombre.
Un elemento importante en la gestiónde Estado es la transparencia y accesoa la información, la cual debe ir acompañadade una formación ciudadanacapaz de discernir los hechos y elevarla conciencia de los derechos y responsabilidadesde la población, bajo el espíritude la Constitución.
No debería ser difícil de comprenderque quienes administran el Estado estánpor la voluntad del pueblo y, por tanto,tienen la obligación de rendir cuentas desus actos, porque lo que administran esdel pueblo boliviano y la obligación delgobernante es informar y rendir cuentasde sus actos y del manejo de recursospúblicos; esto permitiría profundizar lademocracia participativa.
Los líderes no son mesías ni salvadores,ni es por su benevolencia o desprendimientoque se hacen obras o inversiones.
Es obligación de todo gobernante y servidorpúblico cumplir con la población yrendir cuentas.
Hacia delante
Después de haber pasado por momentoscomplejos de confrontación yconflictividaden el país debe haber un punto deencuentro entre los diversos actores.
El mayor valor del país es su gente, supoblación. Cuanto más informada y conlos mejores medios para una educacióntransformadora y condiciones adecuadaspara emprendimientos propios selogren, se contribuirá al desarrollo.
Estancarse en la extracción de recursosnaturales y pasar por momentáneos ciclosde auge económico para volver ala crisis conlleva retrasos para la poblaciónactual; pero también para futurasgeneraciones que requieren mejoresoportunidades y calidad de vida.
Manifestamos nuestro compromisoinvariable de continuar aportandoen la construcción de una sociedadjusta y equitativa, inspirada en eldesarrollo humano integral.
La oportunidad no está perdida.
El propósito de esta texto es hacerun repaso a los últimos 10 años de vidadel país desde los ámbitos temáticos deFundación Jubileo, institución católicaque nació en noviembre de 2003 y queen una década ha tratado de contribuircon información, análisis crítico y propuestaspara la acción, con el propósitode aportar a la promoción humana y auna vida digna para todos y todas:
La Guerra del Gas,antecedentes y resultadosde la agenda de octubre.
- El Referéndum de 2004fue la base para recuperarlos hidrocarburos.
- El IDH multiplicó ingresos para el Estadopero sin una política de desarrollo.
- Gasolinazo, cuando todo subióde precio, menos la gasolina.
- La deuda del país sigue creciendocomo antes de la condonación.
- Gobiernos autónomos tienen nuevascompetencias con los mismos recursos.
- Casi un millón salieron de la extremapobreza y ese logro debe ser sostenible.
- El desafío es ejercer los derechosde participación y control social.L
- El pacto fiscal permitirá concertarvisión y proyecto de desarrollo.
- Desarrollo Humano Integral, el nuevo nombre del Bien Común.
Encuentre cada uno de estos títulos desarrollados en:
http://jubileobolivia.org.bo/publicaciones/revista-jubileo/item/256-revista-jubileo-n-27-edicion-especial.html
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