Opinion

UNA DERROTA PREVISIBLE
Desde el Norte Paceño
Edgar Toro Lanza
Viernes, 9 Octubre, 2015 - 16:35

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Por qué la gente no protestó esta derrota? Por qué no lo silbó al entrenador Julio César Baldivieso? Por qué no pidieron su cabeza? Por qué no cuestionaron a los futbolistas? Por qué el público terminó aplaudiendo una derrota y gritaron al unísono Bolivia, Bolivia, Bolivia…? Por qué? Muy simple. Esta derrota de la selección boliviana 0-2 frente a Uruguay en La Paz por las eliminatorias del Mundial de Rusia 2018 estaba dentro de lo previsible de este equipo en formación.

El hincha, la gente, el soberano es sabio. Sabe y conoce de fútbol, por eso comprende que este resultado se podía dar aunque no era el deseo de todos los bolivianos. Ganar era el objetivo, nos sobró empeño, voluntad y entrega, pero nos faltó fútbol.

Uruguay tuvo dos opciones claras y las concretó. Un gol tempranero con una gran tapada del guardameta Daniel Vaca, pero nadie estuvo en el rebote y Martin Cáceres anotó a los 10 minutos de iniciado el partido. El segundo gol se lo comió Vaca. Un centro en el área chica y el capitán celeste Diego Godín la metió de cabeza a los 24 del complemento, sentenciando la derrota. La regla futbolística te dice, todo balón dentro del área chica es balón de arquero.

Pero las derrotas en todo ámbito de la vida siempre dejan cosas positivas para evaluar. En este partido, me dejó muy buena impresión las condiciones de Juan Carlos Zampiery. Un lateral derecho con fuerza y habilidad, sube, baja y genera fútbol por su sector.

El centro delantero Yasmani Duk también mostró condiciones que puede ser el goleador que le hace falta a la selección. Un remate suyo se estrelló en el travesaño. Arce estaba muy lejos para tocarla atrás y prefirió rematar. Si algo nos faltó en este partido fue eso, gol. No supimos generar jugadas con claridad, nos faltó patear de media distancia. Agotamos el pelotazo al centro del área donde los marcadores centrales uruguayos nos ganaron en calidad y estatura.

Castro tuvo un par de jugadas afortunadas y Chumacero parecía que se cargaba el equipo como uno de los pocos con alguna experiencia remota. Jhazmani Campos no estuvo afortunado con los tiros libres, su fuerte, pero fue el que más remató con balones que pasaron muy cerca del arco.

El brasileño naturalizado Martelli creo que no está a la altura de una selección en su condición de extranjero. Tomando en cuenta que ellos deben ser pare de un refuerzo, pero si su rendimiento no trasciende es mejor un nacional. Una muestra es cuando a pocos metros de la línea lateral rifa el balón a las tribunas cual si fuera un equipo visitante. Ahí se nota la falta de recursos técnicos para salir jugando, o entregar a un compañero.

Qué queda ahora? Probablemente otra derrota. Jugamos ante Ecuador de visitantes. Ojalá hubiera una sorpresa, pero hay que ser realista. Vamos a beber más tragos amargos, pero el proceso debe continuar. En algún momento algunos de estos 11 titulares y los suplentes van a descollar.  Que salgan tres de este grupo, estamos servidos y así iremos produciendo y formando más jugadores.

Lo bueno es que hay conciencia en el pueblo que este es nivel de nuestro fútbol por el momento, pero apoya un proceso con la esperanza de cambiar y creo que ahí radica en que esta derrota no duele aunque el deseo de todos es ver a una selección victoriosa.

(*) Es periodista y exfutbolista de las divisiones inferiores del club Bolívar.