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Dos noticias llamaron mi atención -“Europa prevé revisar pacto con Bolivia” (EL DEBER, 8.4.16) y “Gobierno organizará rueda de atracción de inversiones en Londres con más de 200 empresas” (ABI, 18.4.16)- la primera dando cuenta, por medio del Jefe de la Delegación de la Unión Europea (UE) en Bolivia, Tim Torlot, que en junio llegará una Comisión de Monitoreo de la UE para evaluar el cumplimiento de Bolivia de 27 Convenios Internacionales, como condición indispensable para el libre acceso al mercado europeo de las exportaciones bolivianas a través del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG+); y, la segunda, el anuncio del Ministro de Planificación del Desarrollo, René Orellana, que en junio también, Bolivia expondrá en Londres los beneficios de invertir en el país con miras a captar inversión extranjera que fue escasa durante la época de bonanza.
Contar con una Ley de Inversiones es una condición mínima indispensable para atraer capitales, pero no es insuficiente; otorgar incentivos, como hacen todos, ayuda pero no resuelve; lo que en verdad cuenta es la seguridad de poder vender los bienes y servicios que se produzca y aquí está el Talón de Aquiles de Bolivia, al ser su mercado interno muy pequeño para grandes inversiones.
La alternativa sería garantizar el acceso a megamercados como el de la UE, con más de 500 millones de consumidores que podrían comprar todas las bananas y frutas del Chapare; el azúcar y carnes del Oriente; y los cereales andinos, productos orgánicos y de comercio justo y manufacturas de Occidente, para lograr más inversión de europeos y bolivianos también.
Pero, como el SPG+ de la UE es similar en concepto al ATPDEA de EEUU que perdimos el 2008 por no cumplir una certificación, igual podría ocurrir con la UE de no superarse la observación a la Ley 548 (Código Niño, Niña y Adolescente) que permite el trabajo infantil y contraviene los Convenios 138 y 182 de la OIT.
Para no repetir con el SPG+ de la UE la triste historia del ATPDEA con EEUU, ¿por qué no negociar un Acuerdo Comercial con la UE como lo hicieron ya México, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, los centroamericanos y otros más, siendo que semejante mercado importó el pasado año 5,3 billones (millones de millones) de dólares a una razón de 17.000 dólares por segundo, las 24 horas del día, los 365 días del año? No hay dónde perderse: un bloque de 28 países que podría importar en menos de 3 días el PIB boliviano de todo un año, ciertamente debería ser digno de una mejor consideración.
Gary Antonio Rodríguez Álvarez es Economista y Magíster en Comercio Internacional
Santa Cruz, 11 de mayo de 2016
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