Opinion

La suerte está echada…
Buscando la verdad
Gary Antonio Rodríguez Álvarez
Miércoles, 3 Mayo, 2017 - 09:46

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“Se acuerda que el incremento al Salario Mínimo Nacional será del 10,8% hasta llegar a Bs2.000, a pedido de la COB dejando el Gobierno salvada su responsabilidad en el caso de presentarse efectos negativos sobre el empleo. En cuanto al Salario Básico nacional será del 7%…”. Así reza lo firmado por la otrora gloriosa Central Obrera Boliviana y el gobierno central, en un inusual texto que podría implicar varias cosas.

 

En primer lugar, que el gobierno no quería realizar semejante incremento, intuyendo que podría afectar al empleo, incluso en sus empresas públicas. Segundo, la COB pudo haber impuesto su criterio por presión o chantaje político. Tercero, la evidencia de una total desconsideración para con el empresario formal que arriesga, invierte y produce, pasando por alto que el mayor golpe lo sufrirán las pequeñas y medianas empresas.

 

“Duele que digan yo no me responsabilizo por los despidos” -se quejó un amigo- “¡ojalá los empresarios pudiéramos decir igual sin sentir dolor cuando te ves obligado a retirar gente o cuando te vienen a rogar por trabajo y tienes que decir que no puedes (…) somos nosotros los que ponemos la cara y acabamos siendo los malos!”, concluyó.

 

Una nueva carga viene sobre las empresas, pero también sobre las familias. Para que se entienda: ¿Sabía que con esta medida, entre el 1 de diciembre del 2017 y el 1 de enero del 2018, la obligación para con una Trabajadora del Hogar subirá hasta 1.149 dólares ó 1.437 dólares, si se paga un segundo aguinaldo? ¡Peor será en las empresas!

 

¿Se imagina la situación en el sector de servicios, comercio y manufactura con alto personal? ¿Sabía que si una mujer se embaraza implicará a la empresa un costo por subsidio de lactancia y maternidad de 5.172 dólares en 18 meses de cobertura, aparte del sueldo, una hora diaria de asueto y tres meses libre? ¿Se imagina la subida de costos por aportes de salud, vivienda, antigüedad, prima, bonos, salario dominical, etc.?

 

El incremento de casi el 11% está tan distante del 4% de la inflación del 2016 que desnaturalizó el espíritu de reposición del poder adquisitivo. Sin embargo, hay más: la subida del salario básico en 7% implicará, solo para cumplir tal obligación, que el empresariado deje de invertir más de 300 millones de dólares, según la CEPB.

 

Finalmente…¿a quiénes afectará principalmente esta tónica de incrementos anuales obligatorios que distorsiona más y más la curva salarial? En un contexto de desaceleración económica -tristemente- a las mujeres y personas mayores…

(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional

Santa Cruz, 3 de mayo de 2017