Social
Cáritas insta a mayores medidas de protección
Niños en cárceles: desafíos pendientes en Bolivia
Imagen ilustrativa.


Viernes, 12 Abril, 2019 - 17:49

Un tema que aún subsanar en la protección de la niños en Bolivia es su estadía en las cárceles. Yanet  del Rocío Tórrez, asesora jurídica de la Pastoral Social Cáritas, en su capítulo de la Pastoral Carcelaria, advirtió que los problemas más graves que afectan a la población infantil que tienen que vivir en las cárceles son el hacinamiento y la falta de condiciones para su adecuado desarrollo, pero incluso los que logran salir de ese ambiente atraviesan otras dificultades. 

“No existen las condiciones. Uno de los problemas desde hace mucho tiempo es el hacinamiento, poner a un niño en medio (de este ambiente) resulta trágico”, dice Yanet  del Rocío Tórrez, asesora jurídica de la entidad.

Considera que ha habido algunos avances,  no obstante, confirma que “dentro de los centros penitenciarios hay familias que tienen varios niños y adolescentes”.

Refirió que hasta el año 2018 había 615 niños en la cárceles. No existen datos actualizados hasta abril de 2019 y se espera que el censo carcelario que precisamente se realiza en estos días arroje luz sobre nuevas estadísticas.

Tórrez señala que, si bien “un niño tiene derecho a la familia” y tanto el padre como la madre tienen sus responsabilidades, “lamentablemente los recintos penitenciarios no tienen las condiciones para albergar a los niños”.

“Se ha puesto en peligro la integridad de estos niños, ha habido casos de violaciones”, rememora en relación a los casos vividos en las prisiones de nuestro país.

La letrada observó que  “no se establecen políticas para tener niños dentro de la cárcel”.

Recordó que ante ese panorama, en 2016 la Pastoral participó de la 159 Sesión ordinaria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde se expuso la situación de los derechos de los niños en las cárceles, su vulneración y el organismo emitió recomendaciones al Estado boliviano para que asuma su responsabilidad.

Tórrez destacó que la salida de infantes que de penales que hubo en años anteriores, pero advirtió hubo muchos problemas, pues “los niños ya estaban acostumbrados a vivir dentro de este medio que no es el adecuado”.

 “El centro penitenciario tiene que brindar todas las condiciones para que el niño pueda estar bien”, enfatiza la jurista y activista.

La  asesora sostuvo que “no se puede cortar ese lazo familiar o espiritual que el niño tiene con la familia” que debe continuar a pesar de tener una familia ampliada o sustitutiva.

“Lo importante acá es que el gobierno establezca medidas de protección”, aseveró.

Tórrez revela que los niños que han sido sacados de la cárceles en muchos casos sufren “discriminación, maltrato, explotación y servidumbre” por los prejuicios que existen al ser hijos de personas privadas de libertad.

En este sentido destaca la importancia de las “visitas a las familias para ver si los niños están en buenas condiciones”. Dice que debe haber un control respecto a saber cómo están los niños que han sido sacados de los penales. 

Dentro de los penales, también existen niños muy pequeños y los que ella denomina “de pecho” que no pueden separarse de sus progenitores. 

“Frente a esta realidad es importante que el Estado pueda establecer que los niños pequeños de pecho que están con sus  madres tengan un espacio para ellos”, sugiere.

Pero aunque tuviesen las mejores condiciones, estos niños “necesitan ser evaluados por psicólogos, profesionales” porque, de acuerdo con la abogada, por “el solo hecho de estar en ese ambiente ya tienen un daño”. Lamenta que “dentro del presupuesto que tiene el Estado no está contemplado esto”.

Tórrez destaca las actividades realizadas por la Pastoral Carcelaria. “Tenemos lugares donde nuestros voluntarios han ayudado a esto”, pondera.

Menciona el ejemplo de Santa Cruz, donde en la prisión y ciudadela de  Palmasola, que tipifica como una cárcel peligrosa, la Pastoral ha habilitado una guardería para niños donde se los ha clasificado de acuerdo a la edad y les atiende personal calificado.

Expone también el caso de Cochabamba, donde la institución se hace cargo de los niños los fines de semana para llevarlos a lugares de esparcimiento.

Enumera las distintas actividades que la Pastoral realiza en distintas fechas como  las navidades, campañas de recolección de juguetes y de ropa para los infantes.