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Ante la posibilidad de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se declare competente para tratar la demanda marítima de Bolivia, legisladores chilenos contemplan pedir que su Gobierno abandone el Pacto de Bogotá, que es la norma que reconoce el alcance de este Tribunal en Latinoamérica.
El presidente de la CIJ, el juez francés juez Ronny Abraham, anunciará el 24 de septiembre (09.00 en Bolivia y 15.00 en Holanda) si la Corte tiene la potestad o no de tratar la demanda planteada por el país para que Chile negocie “de buena fe” una salida soberana al mar sobre la base de propuestas unilaterales planteadas a lo largo de la historia.
“En el hipotético y remoto caso de que se avanzara en la dirección de la pretensión boliviana, soy partidario de abandonar el Pacto de Bogotá, pero eso está lejos de ocurrir”, afirmó el senador chileno Francisco Javier Chahuán, de la opositora Renovación Nacional (RN), de centroderecha, en declaraciones publicadas por El Mercurio.
Posturas
En esa misma línea, el diputado Jorge Tarud, del oficialista y centrista Partido por la Democracia (PPD), consideró que su país “debiera considerar salir del Pacto de Bogotá”, si la CIJ reafirma su competencia. “No tiene mucho sentido seguir en el Pacto de Bogotá en la medida en que la Corte no está fallando en derecho.
Eso lo hemos visto en litigios como el de Nicaragua con Colombia y el de Chile con Perú”, complementó el diputado José Manuel Edwards (RN) al mismo rotativo chileno.
Bolivia planteó la demanda el 24 de abril de 2013, un año después Chile impugnó la competencia de la CIJ basado en el artículo sexto del Pacto de Bogotá, que establece que este Tribunal no acogerá casos que se hayan resuelto antes de 1948. Esta nación alega que Bolivia y Chile resolvieron sus problemas limítrofes con el Tratado de 1904.
El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, y el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Diego Pari, explicaron ayer, por separado, que Bolivia no ha planteado la revisión de este Tratado, sino que Chile cumpla con los ofrecimientos que hizo en el pasado para restituir en favor de Bolivia su acceso soberano al océano Pacífico
“Estamos atentos, sin haber perdido, en ningún momento, la fe y la esperanza en que La Haya va a atender favorablemente nuestra petición”, manifestó el presidente del Senado, mientras que desde Washington, Pari explicó que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, valoró que Bolivia haya acudido a una entidad internacional en busca de soluciones pacíficas para resolver el diferendo.
En el marco de su estatuto, la CIJ puede fallar en función de tres escenarios: declara su competencia y continúa el proceso legal; acepta la impugnación chilena y cierra el juicio, o decide conocer el fondo de la demanda para que al final del proceso, dentro de al menos tres años, declare su potestad o no sobre este litigio.
El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, aclaró que el fallo no definirá ninguna cuestión territorial y aseguró que su país esperará con “tranquilidad” el veredicto.
Sobre los posibles resultados, afirmó: “Chile se preparó para una carrera de 100 metros o de 1.500”. El agente chileno ante la CIJ, Felipe Bulnes, afirmó que “ahora corresponde no hablar sino escuchar lo que diga la Corte”.
El fallo será conocido justo en medio del 70 periodo de sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se realizará en Nueva York.
Fuente: El Mercurio
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