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Estados Unidos ha declarado una guerra diplomática a Venezuela. El Departamento del Tesoro impuso este lunes sanciones al presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que acusa de socavar la democracia al día siguiente de la votación de una Asamblea Nacional Constituyente.
Washington avisó el domingo, tras el polémico voto, que tomaría "medidas fuertes y expeditivas" contra Caracas. EE UU ha impuesto en los últimos años sanciones individuales a altos cargos venezolanos, pero hasta ahora se había resistido a golpear a la máxima autoridad del país.
La penalización supone la congelación de activos de Maduro bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de que ciudadanos o entidades estadounidenses puedan hacer transacciones con él. El Tesoro evitó revelar si Maduro tiene activos en EE UU. Pero, al margen de que los tenga o no, la penalización limita el acceso del exvicepresidente de Hugo Chávez a los sistemas bancarios internacionales.
El Tesoro enmarca las sanciones en una orden ejecutiva que le permite castigar a altos funcionarios actuales y pasados de Venezuela por el deterioro democrático en el país caribeño. Maduro es el cuarto jefe de Estado sancionado por EE UU. Se suma a la lista negra que integran el presidente de Zimbawe, Robert Mugabe; Siria, Bachar el Asad; y Corea del Norte, Kim Jong-un.
Washington impuso la semana pasada nuevas sanciones a 13 altos cargos venezolanos y reveló que ascienden a “cientos de millones de dólares” los activos congelados al entorno del vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, a quien sancionó en febrero por sus vínculos con el narcotráfico.
El Gobierno de Donald Trump anticipó, además, que, en caso de celebrarse la votación de la Constituyente, podría imponer por primera vez penalizaciones sectoriales a Caracas, como en el comercio petrolero. Pero eso por ahora sigue sin ocurrir.
El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, explicó este lunes que se siguen revisando “todas las opciones” y advirtió de que cualquier persona que integre la Constituyente puede ser objeto de represalias estadounidenses. Pero pareció alejar la posibilidad de sanciones petroleras al asegurar que el “objetivo es no hacer nada que afecte a la gente de Venezuela”.
Pese a los ataques cruzados, ambos países mantienen un estrecho comercio petrolero. Estados Unidos es el primer destino de las exportaciones petroleras de Venezuela, que es el tercer suministrador para EE UU. El petróleo es el único sustento de la paupérrima economía venezolana.
Acusación de "dictador"
La escalada verbal del Gobierno de Trump se plasmó en la sala de prensa de la Casa Blanca. “Maduro ya no es un mal líder. Ahora es un dictador”, dijo el consejero de Seguridad Nacional, H.R. McMaster, junto a Mnuchin. McMaster subrayó que Trump cumplirá su “promesa” de imponer fuertes sanciones si prosigue la deriva autoritaria de Maduro.
McMaster explicó que EE UU trabajará con sus aliados para “hacer responsables” a los autores de abusos democráticos en Venezuela, pero no entró en detalles ni reveló si eso podía suponer, por ejemplo, la adopción de medidas legales.
El general retirado sostuvo que el “verdadero deseo” del pueblo venezolano se visualizó el pasado día 16 en la consulta popular organizada por los líderes de la oposición. Washington considera la votación del domingo una “ruptura del orden constitucional y democrático” de Venezuela, según un comunicado del Tesoro. Acusa a Maduro de querer usurpar el poder de la Asamblea Nacional, reescribir la Constitución e “imponer un régimen autoritario”. Y le atribuye el “abuso deliberado y repetitivo” de derechos de los ciudadanos mediante la represión de los manifestantes.
McMaster respondió con evasivas a una pregunta sobre qué diferencia hay entre el voto de la Constituyente y el que organizó en abril el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de reforma constitucional y que recibió críticas de irregularidad democrática. Trump no solo no sancionó entonces a Erdogan sino que le elogió por la victoria. “En Venezuela se ve el fin de la democracia”, alegó el consejero de Seguridad Nacional.
Fuente: El País
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