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La escasez de azúcar y sus sustitutos más comunes ha despertado la “viveza” del comerciante criollo en Venezuela. Los oportunistas han encontrado alternativas para satisfacer la demanda del consumidor, aunque sin calcular los costos para su salud.
Recientemente, en las redes sociales se ha disparado la venta de sucralosa como “azúcar líquida”. La sustancia, que es común para muchos edulcorantes comerciales, está siendo distribuida en una presentación de concentración muy elevada.
En opinión de la médico internista Omaira Rangel, por su composición, la sucralosa es un “veneno neurotóxico”, al igual que el aspartamo (otro edulcorante artificial). “Ambos son cloro orgánico sintético, lo que los convierte prácticamente en pesticidas disfrazados”.
Explicó que cuando se somete a altas temperaturas libera el cloro del cual está compuesta y genera reacciones tumorígenas, cancerígenas y genotóxicas (que causan daño al material genético).
Fue enfática al aclarar que este tipo de reacciones son causadas por el consumo del concentrado industrial de la sucralosa, que se está promocionando en el mercado negro “envasado” en una suerte de tubos de ensayo donde se observa el líquido transparente. Marcas comerciales utilizan la sucralosa como base en concentraciones mínimas que no suponen un riesgo para la salud.
De hecho, a pesar de que muchos especialistas no están de acuerdo en el uso de edulcorantes, este fue aprobado en 1998 como endulzante de mesa por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
Antes de ser aceptada, la FDA examinó más de 100 estudios, incluso investigaciones para probar su influencia en la aparición del cáncer que no arrojaron evidencia en su contra, según el Instituto Nacional del Cáncer de los EE UU.
Sin embargo, los especialistas consultados coincidieron en que ningún edulcorante artificial es bueno para la salud.
Tomado de El Tiempo de Venezuela
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