Ecuador: indígenas y policías chocan en protesta contra licitación petrolera
Ecuador abre este miércoles una licitación a empresas privadas y estatales para explorar 16 bloques petroleros en la Amazonía, con un potencial de reservas de hasta 1.600 millones de barriles, un proceso que enfrenta el rechazo de comunidades indígenas.
La oferta será formalizada en la noche por el presidente izquierdista Rafael Correa, cuyo país -el socio más pequeño de la OPEP- no realiza inversiones exploratorias con firmas extranjeras desde hace 16 años y organizó su última licitación a gran escala en 2002.
Unos cien aborígenes protestaron este miércoles en Quito en rechazo a la undécima ronda petrolera, señalando que la extracción pone en riesgo su supervivencia, constató un periodista de la AFP.
El concurso ofrecerá 13 bloques a compañías privadas, que podrán asociarse con estatales, mientras que por los otros tres pujarán empresas públicas para trabajar en alianza con la estatal ecuatoriana Petroamazonas.
En estos últimos proyectos han mostrado interés Petroperú y la colombiana Ecopetrol, según el ministro de Recursos No Renovables, Wilson Pástor.
El titular de la cartera de Energía, Jorge Pareja, citado por el diario El Comercio de este miércoles, aseguró que también podrían terciar la venezolana Pdvsa y Enap de Chile.
La licitación cerrará el próximo 30 de mayo, en tanto se prevé que los contratos estén firmados en septiembre de 2013, dijo Pástor, y agregó que el país -que explota unos 500,000 barriles de crudo diarios- espera una inversión de 1,000 a 1,200 millones de dólares.
Esa inversión es considerada de alto riesgo, pues las áreas se exploraron en las décadas de 1970 y 1980. Sin embargo, Pástor aseguró que el potencial oscila entre 400 millones y 1,600 millones de barriles, que serían evacuados por el oleoducto Norperuano.
El proceso resulta vital para Ecuador, que tiene en el petróleo la segunda fuente de ingresos y ha visto estancado su potencial de reservas en unos 1,970 millones de barriles.
Esa cifra no incluye los 855 millones de barriles del bloque Yasuní ITT, que Quito propone no explotar a cambio de una compensación internacional de 3,600 millones de dólares, como un aporte contra el calentamiento global.
La zona a intervenir abarca 200.000 hectáreas en el sureste de la Amazonía ecuatoriana, donde según el gobierno no hay áreas protegidas, y alberga 21 bloques. Los otros cinco serían licitados en 2013.
Un centenar de indígenas se concentró frente a un exclusivo hotel del norte de Quito, donde se desarrolla un encuentro sobre energía y petróleo, para rechazar la licitación. “¡El petróleo sale y sangra la tierra!”, gritaron los aborígenes.
“No creemos que la política petrolera sea la salida para el desarrollo. Al contrario, está demostrado que implica la destrucción de la Amazonía”, declaró a la AFP el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Humberto Cholango.
El ministro Pástor sostiene que en la fase exploratoria -que incluye actividades de sísmica- no habrá construcción de carreteras y que el acceso será por vía aérea.
También defiende que desde agosto se desarrollan consultas con las comunidades, como ordena la ley, si bien no son vinculantes, pese a lo cual reconoce que existen “focos de resistencia”.
En tal sentido, recordó que las empresas que firmen deberán invertir entre 5 y 15 millones de dólares para proyectos sociales.
Para esta licitación regirá el contrato de prestación de servicios -con una vigencia inicial de cuatro años-, que en noviembre de 2010 reemplazó al de participación.
Con ello, el estado tendrá el control del 100 por ciento de la producción y una renta del 80 por ciento, frente al 18 por ciento que recibía con el anterior modelo. A cambio, pagará una tarifa según el nivel de producción. (El Nuevo Herald)
Quito, Ecuador, 29 noviembre 2012