
- 3491 lecturas
Rosa Rivamontán viuda de Linale fue una mujer acaudalada, bella e importante durante los 20 años que vivió casada con el comerciante italiano Raúl Linale. Hoy, de ese entrañable tiempo, ya no queda nada. Ahora vive una realidad totalmente diferente.
Al presente, Rosa es una mujer de 89 años y se encuentra internada en la casa de reposo el Buen Samaritano, ubicada en la calle Villegas N° 6700 de la zona de Irpavi en La Paz, asilo de propiedad de Guadalupe Montaño Pardo.
Fotografías, videos y certificados forenses presentados por su nieta comprueban el deplorable estado de salud de la anciana. Peso por debajo de los 35Kg, ceguera, sordera, problemas de habla y un posible diagnóstico de escaras. Sin embargo, las heridas también podrían haber sido causadas por una reciente operación de la cadera.
Las lesiones que presenta la señora son, a simple vista, uno de los aspectos que más llaman la atención. Si se tratara de escaras, se debe tomar en cuenta que la supuesta delgadez que sufre la paciente hace que el almohadillado de grasa y músculo entre las prominencias óseas y la piel sea escaso y el peso del cuerpo se concentra sobre ellas provocando el problema.
Además, una delgadez extrema suele denotar un déficit nutritivo importante; con los déficits proteicos el organismo pierde la materia prima para regenerar los tejidos dañados y el problema se acelera. Los déficits de vitaminas C y B y zinc también pueden ocasionar este problema. //saludymedicinas.com
En el caso de una herida postoperatoria por reemplazo o reparación de una articulación de cadera dañada, la incisión se realiza en uno de tres lugares: en la parte posterior de la cadera (sobre la nalga), en la parte frontal de la cadera (cerca de la ingle) o al lado de ésta. En una artroplastia de cadera regular, el corte es de aproximadamente 30cm de largo, la herida podría estar sujeta a un proceso infeccioso progresivo por falta de asepsia y cuidados. //med.nyu.edu
En cualquiera de los dos casos, lo cierto es que las lesiones existen. Que esta señora, actualmente internada -según el hijo- en el Hospital Municipal de los Pinos de esta ciudad, está siendo víctima de maltrato.
El trasfondo familiar en esta denuncia de violencia es notablemente confuso. Movidos por intereses, quizás de índole económica, tanto el hijo como la nieta de Rosa se disputan la verdad.
“No me dejan ver a mi abuela...”
“Mi abuela está internada en un geriátrico de Irpavi y no me dejan visitarla, ella no recibe atención médica que necesita, pues presenta escaras en el cuerpo, la operaron de la cadera y está muy baja de peso (…) mi padre dejó una carta notariada del 9 de julio que dice que nadie puede visitarla sólo él y su esposa, pese a que son más de 10 años que ya no viven juntos”, cuenta la nieta de Rosa.
De acuerdo al testimonio de Lisa, nieta de la octogenaria, ella misma habría decidido internarse en el 2005, escapando de las constantes golpizas que recibía de parte de su hijo, el padre de Lisa. Ya en el 2004, la señora habría sufrido una pre embolia y cuatro meses después, el hijo comenzó a maltratarla. Rosa ingresó en noviembre del 2010 a “El Buen Samaritano” con presunta buena salud, en todos sus sentidos y con peso de aproximadamente 50Kg.
“Hernán Vargas y Mónica Duran del PAIAM; abogada Jeannette Contreras, trabajadora social María Luisa Ayllón, psicóloga Elizabeth Salazar, integrantes del SLIM Sur; Nehemías Vidal del Ministerio de Justicia y la defensora del pueblo Teófila Chuquimia, todas estas autoridades dicen que mi abuela está muy bien y que la mentirosa soy yo; pese a la existencia de un informe multisocial, médico y nutricional del 8 de julio realizado por el Servicio Departamental de Salud (SEDES)”, explica Lisa.
Ahora Lisa busca, persistentemente, poder visitar a su abuela y solicita fervientemente atención médica para Rosa.
“No dejan entrar a mi hija porque es agresiva y problemática”
En tanto, la versión de Jorge, hijo de la anciana, apunta a que su madre estaría bien atendida, que la intenciones de su hija no son buenas para con él, acusa a Lisa de difamación porque –según Jorge- su hija le guarda algún resentimiento producto del rompimiento con su ex esposa, madre de la afligida nieta.
“La intención de mi hija es conseguir plata y difamar, yo atiendo a mi mamá todos los días, la veo y el Buen Samaritano es el lugar más bonito que he podido encontrar, las autoridades del SLIM y el PAIAM están armando un expediente contra mi hija por haberlas calumniado, el fiscal ha firmado una orden para no dejarla entrar al haber averiguado el comportamiento abusivo y hostil que ella tiene”, discrepa Jorge.
El hijo de Rosa y a la vez padre de Lisa, alude al mal comportamiento de su hija para haberle prohibido la visita con su abuela. Dice que, además de visitar a su madre todos los días, paga las cuentas médicas que entre la pensión del asilo, recetas, médicos y enfermera supera el monto que su madre recibe mensualmente.
Este caso devela, no sólo la reprochable actitud de la familia a la hora de asistir a un adulto mayor, sino también, la negligencia y maltrato existentes en los geriátricos privados, asilos públicos y otros centros clandestinos que supuestamente están dedicados al cuidado de las personas de la tercera edad.
La casa de reposo “El Buen Samaritano” tiene un costo de internación de 400 dólares mensuales. Como este centro en La Paz, en Bolivia existen muchos otros que, como indica Carlos Loza, dirigente de la Asociación de Nacional del Adulto Mayor de Bolivia (ANAMBO) deberían ser controlados periódicamente por comisiones especializadas.
Existen leyes como la 3323 de salud y la 369 en general para Personas Adultas Mayores que entre otros aspectos garantizan el desarrollo integral de las personas mayores sin discriminación y violencia; trato preferente; acceso a la vivienda; a la alimentación; a proteger el derecho a la salud, promoviendo políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso gratuito de esta población a los servicios de salud.
Aún así, este es sólo uno de los cientos de casos que día a día se presentan, no sólo en nuestro país, sino alrededor del mundo. Intereses económicos que mueven la codicia de la humanidad. Autoridades que deberían velar por el bienestar de la sociedad y estar a su servicio, corrompidas por un poco de dinero.
Juego de herederos, en este caso una herencia millonaria y dos edificios comerciales en Lima, Perú. Ambiciones que pueden transformar a la familia, al hijo, hija, sobrinos o nietos en tus peores verdugos.
- 3491 lecturas